Especial para Puntal
Alejandro Lerner: "La Argentina está en un tiempo más de pasado que de presente o de futuro"
El popular cantautor argentino se refiere a la durísima carta que se hizo viral la semana pasada, en la que habla de la realidad del país.
El próximo sábado 6 de mayo, Alejandro Lerner se presentará en el Teatro Municipal de Río Cuarto por partida doble: a las 21, con entradas agotadas y a las 23.15hs. Entradas: $9900-8800-7700-6600.
En diálogo con Puntal, el popular cantautor argentino, que el viernes último fue invitado por Ulises Bueno para compartir su último Luna Park, habla de la carta que escribió para dar su opinión sobre la realidad del país, repasa su prolífica carrera, cuenta de sus colaboraciones con variados artistas, recuerda las composiciones de memorables canciones y mucho más.
- Recorrés el país en el marco de la Gira Nacional Grandes Éxitos. Siendo un artista con una impresionante cantidad de hits, ¿cómo elegís el repertorio a interpretar?
-El repertorio lo voy variando de acuerdo a mis ganas, a veces hay canciones que ya quizás estoy un poco cansado, le cambio los arreglos, siempre pienso también qué es lo que al público le gustaría escuchar, sobre todo si hace mucho que no toco en vivo en esa ciudad. Entonces preparo canciones especialmente. Ahora, dentro del repertorio que venía haciendo, estoy recuperando clásicos de mis primeros discos, no quiero contar todo, pero con arreglos nuevos, con un sonido de banda que es espectacular, que ya lo van a escuchar.
-Y ¿qué podés adelantar del show del 6 de mayo en la ciudad de Río Cuarto?
-El 6 de mayo, como parte de esta gira federal que estamos haciendo en todo el país, tocando en pequeñas, grandes y medianas localidades, pero sobre todo dándonos el lujo de tocar en teatros, voy con toda la banda, vamos a presentar el mismo espectáculo que presentamos en Capital Federal, en el Movistar Arena, pero en el marco de cada uno de los teatros. Y vamos con muchísimas ganas.
-En los últimos meses grabaste nuevas versiones de canciones memorables, con artistas como La Konga y Rusherking. ¿Cómo surgieron esas convocatorias y qué es lo más interesante a la hora de compartir con músicos de otro “palos”?
-La convocatoria de Rusher fue una propuesta que me hizo la compañía discográfica, pero cuando lo conocía a Rusher, le escuché la tonadita santiagueña que mis abuelos tenían también, enseguida hubo mucha onda y por eso lo que salió, salió natural, a la gente le gustó y le creyó y tuvo un éxito increíble. Después vino la propuesta de tocar con los MyA que son talentasos que yo los vi cuando era jurado en un programa de televisión y ellos todavía tenían 14, 15 años y hoy día están demostrando que ese talento era real. Luego vino la invitación de los Mau y Ricky para honrar una canción como “No hace falta que lo digas”, que es una canción con la que sus padres y ellos mismo se criaron y eran muy fanas míos y de esa canción, así que fue muy simple ponernos de acuerdo, los dejé a ellos que hagan la producción, los arreglos y después hicimos juntos el video en Miami que fue sensacional y luego, bueno, coronando lo de Santana, Sofía Reyes y L-Gante que es esa capacidad de incorporar gente completamente distinta y por lo menos tratar de conocerlos, con respeto y ver qué onda y la verdad que todo fue muy lindo. Toda la convivencia y todo lo que vivimos creativamente fue espectacular. En el caso de La Konga, me invitaron ellos a mí, me dijeron: “¿Te animás a hacer una versión de ‘Secretos’?”, les dije que desde ya y a los dos días estaba bailando cuarteto en el Movistar Arena con ellos.
-Hace muchos años, en una entrevista televisiva en Córdoba, estrenabas la canción “La belleza”, que siempre recuerdo y que dice: “Cuando la belleza pase, quizás no nos demos cuenta. Oh mi amor, serás bella por dentro, bella en el alma y en el fondo de mi corazón”. A la distancia, ¿Qué recuerdos tenés al momento de componerla? Y ¿qué te trasmiten hoy esos versos?
-“La belleza” la compuse en un momento mío muy romántico, pensando que el amor y la persona del amor siempre vos la vas a ver con otros ojos, no tiene un tiempo, no tiene un espacio. Cuando uno está enamorado, cuando uno ama de verdad, es así, no nos vamos a dar cuenta del paso del tiempo.
Después, hablando de la canción, escuchar esa canción en la voz de la Negra Sosa fue palabras mayores de algo que he vivido tocando el piano y acompañándola a ella, un lujo de los más altos que se pueden tener en la vida.
-Otra de tus grandes canciones, “La isla de la buena memoria”, continúa en el consiente colectivo de todo un país. 41 años después, Malvinas sigue siendo una herida abierta. Imagino debe ser muy difícil escribir sobre un tema tan delicado…
-“La isla de la buena memoria” la escribí a la semana que empezó la guerra, tenía veinti tantos años y era un joven que podría haber estado en el frente de batalla pero por una ley no se juntaron dos generaciones de distintas edades y a mí me tocó no ir y siempre me pareció que todas las guerras son un fracaso para la humanidad, una derrota, nadie gana una guerra, nadie la ganó, fue triste para toda la humanidad lo que pasó. Y desde ese momento hasta ahora yo sigo ligado con los combatientes, con los héroes, con lo que quedaron allá y con los que volvieron, de alguna manera siempre estuvimos cerca, me tocó viajar a las Malvinas acompañando a los familiares de los caídos que en ese momento ya pudieron reconocer a sus parientes porque fueron reconocidos los cuerpos y ya en cada cruz o en cada estrella había un nombre. Así que tuve el privilegio triste, doloroso, pero tuve ese honor de acompañar a los familiares también y estar en nuestras islas Malvinas.
-En el disco Auténtico, hay una canción de impresionante actualidad: “Carta por la dignidad del hombre”, en la que cantás: “Que mi pueblo no se quede sin palabras, no se quede sin mañanas, ni fuerzas para luchar. Que mi pueblo no ruegue por justicia, no ruegue por comida, y no deje de soñar”. Terrible realidad…
-“Carta por la dignidad del hombre” es una de esas canciones que son como una necesidad, como fue la carta de la semana pasada, porque fue porque necesitaba hacerlo, como fue cuando compuse “La isla de la buena memoria”, “Indulto”, creo que ser un artista popular también te da alguna responsabilidad como ciudadano, porque tenés un micrófono, porque tenés una línea abierta con la gente. Después, uno sabe asumir cuáles son las consecuencias de lo que uno propone, dice u opina, pero creo que lo importante es tener la sensación de que tiene la libertad y el derecho de lo que une quiere decir.
-Justamente, sobre declaraciones que hiciste al volver de España: “¿Cuándo fue que el porcentaje de pobreza nos duele menos que el porcentaje de humedad? Lo grave es saber que nuestro querido país no es pobre, es un país empobrecido. Y nuestra pobreza es moral no es económica. Nuestra riqueza es incalculable, como nuestra ignorancia”. Palabras que estremecen…
-Sobre la carta no puedo comentar, simplemente que tuve un impulso, en un momento pensé lo digo, no lo digo, y al final lo dije, el que quiere leer la carta ahí están todos mis comentarios, es un sentimiento, por supuesto que hablo por mí, el que se quiere identificar, la libertad está, pero creo que hay países que en este momento están viviendo en otro tiempo y la Argentina está en un tiempo más de pasado que de presente o de futuro, y esa es mi opinión.
-Sé que no es sencillo, pero si tuvieras que elegir una de tus canciones para sintetizar el arte de Alejandro Lerner, ¿cuál sería y por qué?
-Yo elegiría “Todo a pulmón”, porque es una canción de lo más honesta, es una confesión, no es una canción compuesta por un compositor profesional, es una canción compuesta por un joven artista que empezaba a triunfar y empezaba a vivir cosas completamente nuevas, estridentes, contradictorias, el dinero, la fama, la popularidad, las compañías discográficas, los managers y que no tenía la experiencia ni la madurez para poder administrar eso y un día a la noche se sentó en ese departamento prestado, con su propio piano y empezó a escribir una confesión: “Qué difícil se me hace mantenerme en este viaje”. Por eso elegido “Todo a pulmón”.
-Has tocado por todo el mundo. En general ¿qué te dejaron esas experiencias?
-Bueno, la vida es un viaje y dentro de ese viaje poder viajar y poder tocar en otros países es un aprendizaje increíble. Estuve tres veces en Israel, en Europa estuve varias veces, vivió un tiempo en Estados Unidos, y ya he hecho mis giras por allá, más allá que tuve el honor de ser invitado por Carlos Santana y tocar en el Hollywood Bowl, que es un lugar legendario porque tocaron los Beatles, o tocar para 150 mil personas en el Zócalo, la plaza más importante de México. Acá tocar en el Festival Alas con Alejandro Sanz, Sharika, Mercedes Sosa para cientos de miles de personas. Tocar en un festival que la Negra me pidió que yo produzca para Unicef porque los derechos de los niños en Panamá, con Rubén Blades, Juan Luis Guerra, León Gieco, Víctor Heredia, Armando Mansanero, Daniela Mercury, habría que producir toda esa locura y eso me permitió conocer Panamá también. Pero este año lo que quiero no es conocer, sino reconocer a mi país, viajar todo lo que pueda a los teatros de mi país.
-Por último, con tantos años de tan gratificante trayectoria, ¿cuál es, en general, el balance de lo vivido?
-La verdad que el balance de lo vivido es ser un tipo agradecido, porque pude elegir la vocación y eso es una salud muy grande, porque ya tenés una identidad que tiene que ver con vos, porque encontré a mi esposa, encontré a mis hijos, porque pude generar trabajo, porque mis proyectos hacen más de 40 años que genera trabajo a muchísima gente, porque soy muy agradecido con lo que tengo y con lo que han dado y con la gente sobre todo porque la popularidad es un regalo de la gente. Por otro lado, siempre siento que estoy a mitad de camino y todavía van a venir muchas cosas más.