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Las anécdotas y los secretos de aquel "Rey León" del año 2006

"No había nada más lindo que integrar esos grupos que armaba el 'Gordo'. Todo lo que ganamos fue gracias a él", indicó Cristian Agosto

Cristian Agosto resaltó que “Alem fue el último campeón Provincial de la Liga Villamariense. Ese equipo quedó en la historia grande del club y de la Liga”.

Jugaban Marcelo Berardo, Luciano Pereyra, Diego Pedernera, Cristian Agosto, Gastón López, Diego Rivera, Pablo Fernández, Diego Acosta, Cristian Reinoso, Andrés Agosto, Claudio Grande, Diego Pereyra, Facundo Basualdo, César Rodríguez, Diego Gobbato, Gabriel Márquez, Ricardo Bertucelli y Sebastián Puente, entre otros.

Recordó mil anécdotas. “Cuando Marcelo Alamo nos convocó para informar que jugaríamos el Provincial, se inició una pretemporada tan larga como exigente de la mano del profesor Sebastián Villa, que fue un aporte fundamental para ese equipo, porque nos enfocó en el objetivo desde enero”.

“Cuando iba a empezar el torneo el profesor Villa discutió con Marcelo Alamo, al que no le gustaba tener PF, y se fue. Nosotros volábamos”, reconoció.

Resaltó: “Marcelo (Alamo) era como un padre para nosotros. Lo amábamos. No te dejaba relajar nunca y fuimos encontrando el nivel a medida que pasó el torneo. Se enojaba mucho, cambiaba la táctica y no le temblaba el pulso para poner o sacar a un jugador, más allá del resultado”.

Destacó: “Marcelo Alamo llevaba siempre una gaseosa y había una heladera en el vestuario que lo único que tenía adentro era su gaseosa. No compartía su gaseosa. El grupo lo sabía y muchas veces no había agua en el vestuario y teníamos que ir a buscar a varias cuadras al Centro de Viajante. El tema era hacerlo distraer para tomarle la gaseosa y después uno se escapaba con la botella y la llenaba de agua. Cuando se daba cuenta empezaba a buscar culpables, pero ya era tarde”.

“Todo lo que ganó Alem, se lo debe a Alamo. No faltó nunca, aunque a veces llegaba tarde, pero todos entrenábamos todos con él, y a la hora que fuera, él iba a la mañana, a la tarde o la noche”.

“Con nosotros jugaba Julio Alarcón, y lo había agarrado de punto. Le gritaba: ‘Alarcóóóóóóón’. Como Marcelo no veía bien, en cuanto paraba una práctica táctica o de fútbol, todos le decíamos que había sido Alarcón el que se equivocó y le gritaba: Alarcóóón. No parábamos de reirnos”.

También rememoró: “Fuimos a Coronel Moldes con la necesidad de no perder para clasificar. Había mucho viento y empezó a llover. Elegimos jugar con viento en contra en el primer tiempo. Nos llenaron de centros. Berardo se atajó todo y descolgó mil centros”.

“Encima nos echaron a Acosta en el primer tiempo. No podíamos cruzar la mitad de la cancha, pero aguantamos el resultado. Marcelo (Alamo) nos tranquilizó y nos dijo cómo teníamos que jugar el segundo tiempo con viento a favor para ganar el partido. Cuando salimos a la cancha, el viento había cambiado. Jugamos los 90’ con viento en contra. Por suerte aguantamos el empate con 10 hombres y clasificamos”.

“En ese partido Marcelo pone a ‘Pini’ Bertucelli. El ‘Enano’ tenía que aguantar la pelota solo arriba y el resto la sacábamos en contra del viento. En un momento la lluvia borró las líneas de cal y Bertucelli, cansado de correrlas a todas, estaba afuera de la cancha. No me olvido más, éramos 10 y el ‘Pini’ estaba afuera de la cancha. La gente que llevó Alem esa noche a Moldes fue increíble y bajo la lluvia nos alentó como locos”.

En el inicio de los playoff, Alem vence a Tirolesa en la Plaza, pero se producen enfrentamiento de hinchadas. “En la revancha paramos en un pueblo, comimos y la idea era dormir la siesta. El calor que hacía en el salón que nos prestaron era asfixiante. La mayoría durmió al lado del colectivo, en el piso”.

“Ellos estaban invictos en su cancha. Cuando llegamos, nos estaban esperando los hinchas para darnos el vuelto (risas). Fue muy duro entrar por un pasillo de gente y con la Policía custodiándonos. Así nos fuimos, después de ganar por penales y de esperar como una hora para salir: acompañados por la Policía hasta la ruta”.

“Volvimos cantando todo el viaje. Era un grupo muy bueno y nos unimos. También era una aventura conocer canchas y medirnos con otros rivales en los Provinciales”.

“Luego Rivadavia nos protestó los puntos por supuesta mala inclusión de César (Rodríguez). El delegado era ‘Manteca’ Martínez (actual presidente de la Liga). Todos los días le preguntábamos. El ‘porteño’ nos decía: ‘Essstá todo bien’. No le creíamos y le volvíamos a preguntar todos los días. Pero el fallo salió a favor”.

Luego de ganar la final, a la frutilla del postre la puso Marcelo Alamo. “La gente nos esperó en la Ruta 158 para ir a Villa Nueva, pero en el cruce le dijo al chofer del colectivo que siguiera hasta su casa. Nos fuimos todos a Villa María porque él le había prometido el título a su madre y se lo fue a dedicar. Todos saludando a su madre”.

“El ‘Gordo’ tenía esas cosas que sólo los que lo queremos mucho le entendíamos. Si ven las fotos del campeón cuando descendimos del colectivo, no son en Villa Nueva, son en la cancha de All Boys, donde nos hizo bajar a todos. Los dirigentes lo querían matar”.