General Paz Juniors clasificó a la final de la Región Centro del torneo Federal “C”, tras marcar una clara diferencia futbolística ante Alem, al que sometió en los dos partidos.
El “albo” se impuso 4-2 en Plaza Ocampo, y sumado al 3-0 que le propinó en Córdoba, selló un global de 7-2 en la semifinal.
Poco le importó al hincha de Alem, que reconoció y despidió con conmovedora ovación a sus “leones”, que cumplieron un destacado torneo, más allá que ayer lejos estuvo de la hazaña.
Es que necesitaba un milagro, de esos que pocas veces suceden ante equipos con la capacidad individual y colectiva de Juniors, claramente por sobre la de Alem, que se las ingenió para pelear hasta el final buscando descontar, lo que nunca cerró en las cuentas para volver a otorgarle alguna ilusión.
Si la había, porque este Alem se alimentó de milagros todo el torneo (dejó en el camino a los 4 representantes de la Liga de Río IV), se acabó rápido ante más de 2 mil personas en la Plaza.
Es que se expuso. Su plan fue presionar y llenar de centros el área rival, a cualquier precio. Claro que desprotegió las marcas en el mediocampo, donde Juniors hizo pie, y le avisó con el manejo de Ceballos y la sociedad creativa que componen González y Ligorria, que había pólvora en Martínez y Fazio para adoptar mas recaudos.
González dejó a Fazio de cara al gol, pero salvó Martínez y Montiel contuvo. El que avisa no traiciona, y mientras Alem confundía velocidad con apuro y temperamento con excesos antirreglamentarios, Juniors pensó en jugar.
Berterame eligió golpear a Martínez en el borde del área, antes de rechazar una pelota aérea que lo tenía como destinatario. El juez sancionó el tiro libre, y Jorge Ceballos convirtió con formidable disparo a la izquierda. 1-0.
¿Se acabó? Sí, quizás la serie ya estaba terminada en Córdoba, pero Alem resurgió y mostró lo que preparó.
Cambió su imagen cuando intentó jugar, y Chiatti actuó para negarle el empate a Delsole y a Martínez.
Podía jugar. Le entró por afuera, como reclamaba Agosto, y con la garra característica acompañó el empuje de Villagra y Gozzerino, para improvisar como extremos a Martínez por derecha y Manzanares por izquierda, para que Delsole, Leroux y Molinari buscaran empujar a la red sus centros.
Sin embargo, fue un centro a cargar de Berterame desde su campo, el que encontró Manzanares en el área, la peleó Molinari y Delsole lo atropelló a Chiatti para arrancársela de sus manos y enviar al fondo del arco. 1-1.
De guapo, pero bien entendido, Alem pudo empatar. Fue por más el “león”, pero Manzanares elevó cuando Delsole (el mejor del local) lo abasteció, y en el cara a cara, Juniors lo golpeó feo.
Es que Fazio. Ligorria y Martínez recibían seguido y limpio, porque Alem no marcaba en el medio. Ceballos falló al definir un pase de Fazio (28’), pero luego envió otro centro haciendo gala de su gran pegada, y Martínez con un frentazo letal decretó el 2-1 (30’).
Alem sólo quería descontar la serie, y ciego fue por el empate, pero con el “león” buscando un tiro de esquina, en otra réplica letal sólo quedó Bertoldo protegiendo a Montiel, pero Martínez lo dejó fuera de acción al habilitar a Ligorria, quien se llevó el balón al área y ante Montiel se lo cedió a Fazio, que definió a su izquierda. 3-1 (33’).
Se acabó el partido. Igual, Alem fue al frente hasta el final, y Chiatti se quedó con sus ganas. Es que le tapó a Molinari, mientras la impotencia se apoderaba de un “león” enceguecido.
Quedaban 45’, y Alem salió a jugar. A los 2’ el ingresado Cerutti recibió un centro de Molinari, que no llegó a enviar a la red Delsole, pero desorientó a Chiatti, que nada pudo hacer ante “Chucho”. Claro que el golpe a golpe no fue negocio, porque a los 5’ Fazio escapó por izquierda y sometió a Montiel.
4-2. Derrochó dignidad Alem como pudo. Quizás el penal que Chiatti le tapó a Villagra negó un final más decoroso en el marcador, porque la expulsión de Martín Martínez al enganchar a Manzanares en el área le costó la expulsión. Pero el “1” atajó tan bien, que ni el penal de “Peto”, ni media docena de intentos desesperados del “león” pudieron renovar la ilusión por rugir.
Juniors se dedicó a controlar el partido en su campo, cedió el balón y buscó de contra con la potencia de Duveaux, acompañado por Murúa; pero ya con Castro por Fazio para protegerse.
Alem fue al frente, con Fernández como bandera para terminar a puro sentimiento un gran torneo, sin final. Con lágrimas y rugido de despedida.
Edgar Scauso
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Poco le importó al hincha de Alem, que reconoció y despidió con conmovedora ovación a sus “leones”, que cumplieron un destacado torneo, más allá que ayer lejos estuvo de la hazaña.
Es que necesitaba un milagro, de esos que pocas veces suceden ante equipos con la capacidad individual y colectiva de Juniors, claramente por sobre la de Alem, que se las ingenió para pelear hasta el final buscando descontar, lo que nunca cerró en las cuentas para volver a otorgarle alguna ilusión.
Si la había, porque este Alem se alimentó de milagros todo el torneo (dejó en el camino a los 4 representantes de la Liga de Río IV), se acabó rápido ante más de 2 mil personas en la Plaza.
Es que se expuso. Su plan fue presionar y llenar de centros el área rival, a cualquier precio. Claro que desprotegió las marcas en el mediocampo, donde Juniors hizo pie, y le avisó con el manejo de Ceballos y la sociedad creativa que componen González y Ligorria, que había pólvora en Martínez y Fazio para adoptar mas recaudos.
González dejó a Fazio de cara al gol, pero salvó Martínez y Montiel contuvo. El que avisa no traiciona, y mientras Alem confundía velocidad con apuro y temperamento con excesos antirreglamentarios, Juniors pensó en jugar.
Berterame eligió golpear a Martínez en el borde del área, antes de rechazar una pelota aérea que lo tenía como destinatario. El juez sancionó el tiro libre, y Jorge Ceballos convirtió con formidable disparo a la izquierda. 1-0.
¿Se acabó? Sí, quizás la serie ya estaba terminada en Córdoba, pero Alem resurgió y mostró lo que preparó.
Cambió su imagen cuando intentó jugar, y Chiatti actuó para negarle el empate a Delsole y a Martínez.
Podía jugar. Le entró por afuera, como reclamaba Agosto, y con la garra característica acompañó el empuje de Villagra y Gozzerino, para improvisar como extremos a Martínez por derecha y Manzanares por izquierda, para que Delsole, Leroux y Molinari buscaran empujar a la red sus centros.
Sin embargo, fue un centro a cargar de Berterame desde su campo, el que encontró Manzanares en el área, la peleó Molinari y Delsole lo atropelló a Chiatti para arrancársela de sus manos y enviar al fondo del arco. 1-1.
De guapo, pero bien entendido, Alem pudo empatar. Fue por más el “león”, pero Manzanares elevó cuando Delsole (el mejor del local) lo abasteció, y en el cara a cara, Juniors lo golpeó feo.
Es que Fazio. Ligorria y Martínez recibían seguido y limpio, porque Alem no marcaba en el medio. Ceballos falló al definir un pase de Fazio (28’), pero luego envió otro centro haciendo gala de su gran pegada, y Martínez con un frentazo letal decretó el 2-1 (30’).
Alem sólo quería descontar la serie, y ciego fue por el empate, pero con el “león” buscando un tiro de esquina, en otra réplica letal sólo quedó Bertoldo protegiendo a Montiel, pero Martínez lo dejó fuera de acción al habilitar a Ligorria, quien se llevó el balón al área y ante Montiel se lo cedió a Fazio, que definió a su izquierda. 3-1 (33’).
Se acabó el partido. Igual, Alem fue al frente hasta el final, y Chiatti se quedó con sus ganas. Es que le tapó a Molinari, mientras la impotencia se apoderaba de un “león” enceguecido.
Quedaban 45’, y Alem salió a jugar. A los 2’ el ingresado Cerutti recibió un centro de Molinari, que no llegó a enviar a la red Delsole, pero desorientó a Chiatti, que nada pudo hacer ante “Chucho”. Claro que el golpe a golpe no fue negocio, porque a los 5’ Fazio escapó por izquierda y sometió a Montiel.
4-2. Derrochó dignidad Alem como pudo. Quizás el penal que Chiatti le tapó a Villagra negó un final más decoroso en el marcador, porque la expulsión de Martín Martínez al enganchar a Manzanares en el área le costó la expulsión. Pero el “1” atajó tan bien, que ni el penal de “Peto”, ni media docena de intentos desesperados del “león” pudieron renovar la ilusión por rugir.
Juniors se dedicó a controlar el partido en su campo, cedió el balón y buscó de contra con la potencia de Duveaux, acompañado por Murúa; pero ya con Castro por Fazio para protegerse.
Alem fue al frente, con Fernández como bandera para terminar a puro sentimiento un gran torneo, sin final. Con lágrimas y rugido de despedida.
Edgar Scauso