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"Decidí dar un paso al costado"

Pablo Giraudo aclaró: "Seguiré siendo el vicepresidente de Ameghino, pero no el Director General del proyecto social y deportivo. Amo al rojo y negro, y hoy necesita que yo le deje mi lugar a otros dirigentes"

Pablo Giraudo es uno de los dirigentes que lograron que Ameghino se instale deportivamente en Liga Argentina, pero además de gestar un proyecto superador acompañando los éxitos deportivos con el crecimiento en infraestructura.

Para muchos es el verdadero “padre de la criatura”, pero considera que llegó el momento de “dar un paso al costado. Ya lo decidí. No voy a perjudicar a Ameghino, amo al rojo y negro, y me parece que hay gente capacitada para llevar adelante mi función como Director General del proyecto deportivo”.

Estimó que “veo que al estar yo, le quito espacios a otros, o me apodero de todas las decisiones y acciones, que compartidas serían más llevaderas y mejor realizadas. Hay gente capaz. No dejaré de ser el vicepresidente del club. Yo acompañaré y creo que por mi experiencia puedo ser un hombre de consulta permanente. Con todo gusto ayudaré, pero no voy a tomar decisiones, y cuando necesite me tomaré algunos días”.

Una decisión de vida

Con respecto a su decisión dijo: “Está tomada. Voy a extrañar. Me alejo, pero colaboraré desde otro lugar. No dejo de ser el vicepresidente del club, pero necesito más tiempo para mí. Estoy muy cansado, y tengo que estar más tranquilo. Es una decisión de vida”.

Remarcó mil veces que “mi corazón es rojo y negro. No voy a tirar 10 años de trabajo así nomás, pero otros deberán llevar la mochila que llevé yo estos 10 años”.

Explicó que “haremos una transición ordenada, pero necesariamente otros tienen que adoptar las decisiones que hace 10 años he tomado yo en Ameghino”.

Giraudo aseguró que “tuvo mucho que ver cuando me enfermé. El coronavirus me pegó mal. La pasé muy mal. Estuve internado y vi cosas muy feas”.

Indicó que “me hizo replantear muchas cosas. Charlé con mi familia, mi hijo, y cumplir los 50 años también me hizo pensar que hay otros dirigentes que necesitan espacio para hacer crecer al club, que mi tiempo ya pasó”.

Agregó que “no es calentura. Hay un montón de disparadores para adoptar esta decisión. Tengo 20 motivos para alejarme, y en mi corazón tengo como mil para quedarme, pero la verdad es que necesito disponer de mis tiempos. Estar mucho más tranquilo”.

El crecimiento sostenido de Ameghino en la faz institucional es increíble comparándolo con 10 años atrás. También en lo deportivo. “Perder semifinales no fue desalentador. Hemos sufrido golpes más duros, y no me fui. Yo no influyo en lo deportivo, sí en el armado de un plantel, pero todo lo que teníamos que hacer como dirigente lo hicimos, y llegamos bien arriba en la Liga Argentina”.

Un trago amargo

Sin embargo, Giraudo destacó que “me quedó un trago amargo, porque me dolió que no pudimos alojarnos en Córdoba en la serie de cuartos y semifinal con Barrio Parque y Unión. La ayuda que tenía que llegar no llegó, y nuestras arcas no daban para más”.

Indicó que “nos faltó dar el 100% como dieron nuestros rivales, porque salvo Deportivo Norte de Armstrong y Ameghino, los otros equipos se alojaron en Córdoba”.

Reseñó que “hicimos un esfuerzo enorme, nos salimos del presupuesto y entregamos todo para poder ganar la Liga, pero no alcanzó para concentrar en Córdoba. La Municipalidad nos ayuda, pero no alcanza nunca en la alta competencia, donde la exigencia económica marca diferencias”.

Remarcó que “hay que ser hiperprofesional en el tramo final. Siempre dimos el máximo, pero no tuvimos los medios esta vez”.

Señaló que “me va a quedar la duda. No sé si eso influyó, pero no pasamos a la final. Hoy me duele, pero como club ya no podíamos dar más, porque íbamos a incumplir con algún jugador, y eso no correspondía”.

Reconoció que “nos fuimos del presupuesto, se abrió la posibilidad de traer refuerzos de Liga Nacional, y no dudamos en ser competitivos. Ahora hay que reordenar al club, y ser más austeros”.

Había que estirarse

Manifestó que “no es lo mismo viajar a Córdoba, que estar allá, alojados y comiendo. Tenés que estirarte tras los viajes, más allá de que sea cómodo el colectivo”.

El dirigente insistió en que “no es lo mismo. Tampoco es excusa. Me quedó el trago amargo, de no haber podido dar todo”.

En cambio, remarcó que “siempre hicimos lo mejor. Hemos crecido mucho, y la gente lo reconoce. Pero estos 10 años estuve al 100% por el club, y no pude disfrutarlo”.

Se propone “poder disfrutarlo ahora. No tomaré las decisiones, pero disfrutaré de mi club. Entré en una vorágine que me impidió ver lo realizado. Fue todo difícil”.

Aclaró que “la prioridad fue cada año dejarle algo de infraestructura nueva al club. Además de un equipo de Liga, hicimos una reforma total de las instalaciones”.

Se manifestó “orgulloso de lo que se hizo en 10 años. Por eso es un tiempo prudente para buscar con otra gente nueva, otros horizontes y acompañarla como vicepresidente, pero no como Director del Proyecto, porque di demasiado”.

Giraudo explicó con una sonrisa que “soy terco y porfiado. Por eso es muy difícil replantearme esta decisión. Hay gente para hacer las cosas igual o mejor que yo”.

Añadió que “hemos sembrado la semilla. Mi sombra tampoco le hace bien al proyecto. La gente se relajaba porque me veía haciendo todo, o yo no le daba el lugar. Nuevos actores, no harán que Ameghino deje de jugar la segunda categoría del básquetbol nacional”.

Fue claro: “Soy vicepresidente, y no renuncio. Voy a acompañar en todo lo que me pidan, pero si me quiero ir a jugar al pádel, iré. No soy más el director del proyecto”.

Destacó que “nunca pensé que me iba a atrapar tanto. Estos fueron los 10 mejores años de mi vida, y tengo mil razones para quedarme. Pero soy el Director General, el que armó el presupuesto, el plantel, trajo los refuerzos, los reclutados, el cuerpo técnico. Doy un paso al costado. Ahora hay que presentar el libre deuda, ordenarnos como club, y entender que hay gente para hacerlo mejor que yo”.

Remarcó que “el cuerpo técnico y los jugadores dieron el 100%. Es preciso bajar el presupuesto y seguir en la segunda categoría del basquet nacional. Mencia es el mejor jugador que vi en la ciudad, Essengue ganó un montón de Ligas, Valinotti y Monacchi son juveniles de Liga Nacional, y no quiero hablar de los otros porque son muy buena gente y no terminaría más. Los juveniles como Beigier crecieron, hemos apostado a los pibes, y esa proyección debe verse en octubre, en el próximo torneo”.