El juvenil Bautista Ott fue citado por segunda vez a la preselección nacional U19, superando un nuevo filtro.
El jugador de 18 años, que se inició en Estudiantes de Bahía Blanca, fue convocado por segunda vez para trabajar con la preselección Argentina U19 en el Cenard en Buenos Aires.
La preselección U19 se prepara para el Mundial Juvenil de Letonia a disputarse del 3 al 11 de julio y es dirigida por el entrenador Daniel Farabello. La primera convocatoria fue en abril y la superó.
Integra el equipo de Ameghino en Liga Argentina, plantel al que se sumó desde el año pasado.
Comentó: “Estoy muy feliz por estar citado nuevamente para la preselección Argentina U19. Era lo que estaba buscando desde que se realizó la primera convocatoria, quedar para la segunda etapa y ese objetivo se cumplió”.
Desde ayer entrena en el Cenard. “Serán 10 días. Somos 18 jugadores los que estamos en esta lista, así que no se si voy a quedar, pero es el nuevo objetivo que me propuse. Voy a trabajar para eso y espero poder quedar seleccionado”.
Acerca de formar parte del plantel de Ameghino en la Liga Argentina, confesó: “Es una ayuda muy grande a nivel personal, ya que me suma mucha experiencia compartir con jugadores con los que cuenta este plantel”.
Agregó: “El roce que hay en la competencia, el entrenamiento intensivo y pelear por cosas importantes te da ese nivel de exigencia y competitividad, que es un plus que no te brindan las categorías más chicas como la mía de U19”.
Estimó: “Debo aprovechar al máximo cada minuto que tengo por partido, ya que el equipo es muy competitivo, como quedó demostrado en la burbuja en casa”.
Sobre su sueño mundialista con la selección argentina, dijo: “Me siento muy cómodo en este plantel, ya nos conocemos con los chicos y los entrenadores, compartí convocatorias y torneos con la mayoría de ellos. Sé lo que quiere Dani (Farabello). Fue una experiencia única jugar el Sudamericano de Chile (subcampeones) y el torneo en Turquía (U16 en 2018). Tengo ganas de volver a ponerme esa camiseta. Sé que para eso tengo que dar todo de mí en cada entrenamiento. Tener puesta la camiseta de la selección es una sensación inigualable. Nunca la volvés a sentir a menos que la vuelvas a usar. Es una camiseta única y diferente a todas. Imagino que en un Mundial debe ser aún más especial, pero no lo sé. Ojalá pueda sentirlo en Letonia”.