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Rubén Magnano: "La medalla de oro en Atenas es indescriptible, emocionante"

El villamariense es uno de los más influyentes en la historia del deporte argentino al marcar una época con su generación dorada. "Es un honor y un orgullo enormes la distinción", dijo sobre su ingreso al Salón de la Fama

Nació un 9 de octubre de 1954 en Villa María. Fue campeón olímpico en Atenas 2004. Le gusta que se diga que es profesor de Educación Física, es además el director técnico de básquetbol argentino con muchos pergaminos que quedaron marcados a fuego en la historia del deporte nacional.

Comenzó a desempeñarse como DT en 1990, y hasta 2004 obtuvo al menos un título por temporada, sumando 20 entre 1990 y 2004. Números impresionantes.

Multicampeón con Atenas, también dirigió en España e Italia.

Fue el entrenador de la selección de Brasil del año 2010 al 2016 y también de la selección de baloncesto de Uruguay en la recta final de las eliminatorias para el Mundial 2019, actualmente se desempeña como director deportivo de las Selecciones Nacionales de la Federación Uruguaya de Basketball.

Como si no alcanzaran tantos logros, hace muy poco fue distinguido para integrar el Salón de la Fama de la FIBA y la celebración se va a realizar en forma virtual el próximo 18 de este mes.

En diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, Magnano dijo: “Es un enorme honor y orgullo. Cuando me lo comunicaron, me surgieron sensaciones bastante curiosas y básicamente priman el reconocimiento y la gratitud en base a toda la gente que me acompañó, sobre todo mi familia, que me ha apoyado mucho, es un núcleo donde muchas veces el entrenador hace catarsis y ese fue mi caso, luego agradezco por esto a los jugadores que me ha tocado la fortuna de dirigir, que me han acompañado en todo el transcurso de mi carrera intentando mejorarme y de eso se trata justamente”.

El villamariense, de 66 años, también agregó: “Es una distinción que no la recibe cualquiera y me han acompañado personas de asociaciones, federaciones, soy un agradecido por eso. Entrar al Salón de la Fama, es una situación bastante especial y evaluando que este tipo de distinciones no llega solo y dando lugar a la aceptación a través de confianza de la dirigencia”.

El entrenador siempre recuerda y tiene presente el comienzo, esa base que forjó con mucho trabajo en cada club que pisó. “La historia comienza en Córdoba en el ambiente del mini básquet en un colegio religioso, luego de esos 3 años, me contrata Unión de Oncativo, fue el primer club en el que dirigí a adultos. Después de un año, ya era profesor y daba muchas horas cátedra en Córdoba, tengo un pasaje muy rápido de esa época, viajaba a Oncativo 5 veces por semana. Aprendi y guardo enormes recuerdos”, cuenta con nostalgia.

Llegada a Atenas y multicampeón

Magnano como entrenador del equipo griego consiguió cuatro títulos de Liga Nacional (1992, 1998, 1999 y 2009), dos Liga Sudamericana (1993 y 1994), dos Sudamericano de Clubes (1997 y 1998) y un Panamericano de clubes en 1996.

“En el año 1988 me viene a buscar Walter Garrone, histórico hombre del club, para que fuera a dirigir y allí he vivido años apasionantes e intensos, ya que en esa época Atenas ya tenía una suerte de historia y te obligaba en el buen sentido de la palabra. Siempre digo que en julio, agosto cuando se empiezan armar los equipos, te ponían el rótulo en la frente de campeón y había que lidiar una temporada con eso y cada partido era un desafío. Fueron años muy prósperos en mi carrera como entrenador y por eso estoy muy agradecido a los talentosos jugadores griegos de esas épocas y a su dirigencia por la confianza puesta en mí, fueron años muy lindos”.

-¿Cómo ve la realidad de Atenas?

-En este último tiempo ha sufrido cambios bastante significativos ya que la historia te obliga a veces y no es fácil jugar en ese equipo, hay un peso específico con la cantidad de conquistas, pero con solamente eso no basta, uno entra al Polideportivo Cerutti y se da cuenta con sólo levantar la cabeza y ver la cantidad de banderas colgadas.

Sentarse arriba de la historia es comenzar a envejecer, por lo que hay que cambiar esos recuerdos y ver para el futuro. Atenas ha creado un paladar negro en el ámbito cordobés en básquet, sobre todo porque estaba acostumbrado a ganar por cantidad de años y últimamente se armó un proceso con gente joven y no le fue del todo bien en materia de resultados, pero son cuestiones del deporte.

El entrenador campeón en Atenas con el seleccionado nacional puntualizó: “Atenas está atravesando un proceso de fuerte recambio. Entiendo que este sacrificio apunta a consolidar jugadores jóvenes para un futuro inmediato y ahorrar dinero en contrataciones. El club no es ajeno a la situación socioeconómica del país. Estimo que está buscando recuperar esa identidad con una apuesta que no es sencilla. Tiene muchos pibes con talento, pero faltos de experiencia. Esperemos que pronto vuelva a recuperar el protagonismo que lo llevó a ser el equipo más ganador del básquetbol nacional”.

Años dorados de celeste y blanco

Rubén Magnano fue el director de orquesta de una generación llena de talento, un grupo de jugadores con Emanuel Ginóbili a la cabeza que alcanzó la gloria máxima en los Juegos Olimpicos de Atenas 2004, pero que también salió subcampeón del mundo en Indianapolis 2002.

“Fueron años marcados por la garra y el corazón, lo que se vivió en todo ese período, una Generación Dorada marcada con el alma, de los deportistas. Se trató de una sucesión de cosas, porque todo eso que sucedió, no fue un mero acto, sino que fueron hábitos de compromiso, trabajo, pertenecer, crecer, compartir, de sentirlo como propio, una cantidad de cosas que se sumaron para que eso sea cierto con el extraordinario talento de la materia prima que fueron los jugadores y facilitó mucho las cosas”, dice el entrenador de cómo se forjó el éxito.

Además resaltó: “Eran jóvenes extremadamente comprometidos y eso me ha permitido a mí romper paradigmas, para seguir creciendo y eso pasa mucho por las metas que uno se va proponiendo”.

-¿Cómo siente la obtención de la medalla de oro con el paso del tiempo?

-Fue algo que con palabras no se puede describir, muy emocionante. Estar en la tarima y ver las tres banderas ahí (Argentina, Italia y Estados Unidos), pero la nuestra más arriba, increíble.

La corona, la medalla, los abrazos. La Generación Dorada fue una camada de basquetbolistas argentinos que en el lapso de más de 15 años consiguieron para la selección de básquetbol muchos logros y esto no te lo olvidás más, como el caso de la medalla olímpica de los Juegos en Atenas 2004.

Actualidad en Uruguay

“Estoy como entrenador en la preparación para el Repechaje Olímpico que jugamos en Canadá, tarea nada sencilla, pero vamos a ver qué sucede ahí y mi contrato es hasta el 2023”.

Además de ser el mánager general de la selección charrúa, Magnano también asesora a Hindú Club de la ciudad de Córdoba en un proyecto deportivo, socio-cultural y educativo. Sus ocupaciones comenzaron a partir del 1° de marzo.

Sobre su carrera como entrenador de básquet, expresó: “Hay muchas variables, pero la fundamental es la preparación: el respeto y el trabajo deben ser los puntales básicos de la construcción del éxito. Y también tener la fortuna de dirigir a grandísimos jugadores”.

Un ejemplo de humildad y grandeza. Magnano, un villamariense que llegó al Salón de la Fama, pero nunca dejó de ser.