En la Cámara del Crimen, José Miguel Benítez Franco, de 29 años, fue condenado a 3 años de prisión de cumplimiento efectivo, por ser el autor responsable del delito de robo calificado por el uso de arma de utilería.
Con respecto a los hechos es preciso decir que ocurrieron en mayo de 2017. En este sentido, en un local comercial ubicado por calle Arturo M. Bas, en barrio Las Playas, el hombre ingresó y pidió múltiples productos (pañales, lapiceras, lápices y desodorante, entre otros).
Luego, tras esperar que el local se vaciara, saltó el mostrador, extrajo una réplica de un arma y le apuntó en la cabeza al hombre que, cayó al suelo. Asimismo, una vez en el piso, le pateó las piernas.
Posteriormente le sustrajo 1500 pesos de la caja registradora y se dio a la fuga. Sin embargo, minutos después fue detenido en flagrancia.
El condenado
Benítez Franco es rosarino y vivía en concubinato con una joven. Además es padre de tres hijos y está esperando otro.
Por otra parte, cuando le tomaron sus datos personales, contó que previo a su aprehensión ejercía tareas vinculadas a la albañilería. También contó que hacía changas y que manejaba un camión para un conocido de su tío.
Cuando fue interrogado por el juez Félix Martínez acerca de si era adicto a algún tipo de estupefacientes, el imputado contó que hace siete meses que dejó la marihuana y que desde hace dos años no consume cocaína. Finalmente afirmó que no cuenta con antecedentes penales.
La última palabra
Cuando se le otorgó la oportunidad de la última palabra, Benítez Franco confesó los hechos, se mostró arrepentido y sostuvo que incurrió en el robo para festejarle el cumpleaños a uno de sus hijos.
De esta manera, y tras un breve cuarto intermedio, el Tribunal dictó la sentencia mencionada.
Es adecuado indicar que el juicio fue de carácter abreviado; es decir, se realizó un pacto de condena entre el fiscal Francisco Márquez y Silvina Muñoz, la asesora letrada del acusado.
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Luego, tras esperar que el local se vaciara, saltó el mostrador, extrajo una réplica de un arma y le apuntó en la cabeza al hombre que, cayó al suelo. Asimismo, una vez en el piso, le pateó las piernas.
Posteriormente le sustrajo 1500 pesos de la caja registradora y se dio a la fuga. Sin embargo, minutos después fue detenido en flagrancia.
El condenado
Benítez Franco es rosarino y vivía en concubinato con una joven. Además es padre de tres hijos y está esperando otro.
Por otra parte, cuando le tomaron sus datos personales, contó que previo a su aprehensión ejercía tareas vinculadas a la albañilería. También contó que hacía changas y que manejaba un camión para un conocido de su tío.
Cuando fue interrogado por el juez Félix Martínez acerca de si era adicto a algún tipo de estupefacientes, el imputado contó que hace siete meses que dejó la marihuana y que desde hace dos años no consume cocaína. Finalmente afirmó que no cuenta con antecedentes penales.
La última palabra
Cuando se le otorgó la oportunidad de la última palabra, Benítez Franco confesó los hechos, se mostró arrepentido y sostuvo que incurrió en el robo para festejarle el cumpleaños a uno de sus hijos.
De esta manera, y tras un breve cuarto intermedio, el Tribunal dictó la sentencia mencionada.
Es adecuado indicar que el juicio fue de carácter abreviado; es decir, se realizó un pacto de condena entre el fiscal Francisco Márquez y Silvina Muñoz, la asesora letrada del acusado.
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