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"Habituarnos sin llegar a la relajación"

Reano agradeció "el ingenio de los profesores Nicolás, Ariel, Evy, Facu, Nahuel, Matías, Gastón y Jeremías. Logran que los chicos disfruten"

Se va un grupo e ingresa el otro. Los padres respetan y acompañan en el horario indicado hasta la puerta, cada pibe llega con su bolsito y su barbijo. Se les pide distanciamiento, se les otorga un espacio delimitado por conos y tortuguitas en una de las 3 canchas.

Allí está David Reano para recibir a sus chicos, con alcohol en gel y rociando la indumentaria. Cada profesor se encarga de la distribución y del trabajo en cancha. Muy prolijo y con profesionales que se ocupan del cuidado y la práctica.

Reano insistió: “Miedos y dudas existen en todos. La gente tiene incertidumbre y a medida que nos habituemos no debemos llegar a la relajación”.

Destacó: “Nos sorprendió gratamente que los chicos tuvieran los hábitos de cuidados sanitarios incorporados. Pensamos que nos costaría más. Veo que respetan el distanciamiento social, cada uno llega con su barbijo, extienden sus manos y te piden usar el alcohol en gel. Vimos el impacto y ayudó para no tener contratiempos”.

Precisó: “No queremos manipular tantas cosas. Por ello, apostamos a hacer online la ficha de inscripción, la declaración jurada y la comunicación. No lleva más de un minuto vía online. Todos están tranquilos de que el chico no viene con síntomas. Los padres no tienen permitido el ingreso y hay que evitar el aglomeramiento en el ingreso y en la espera. Se les brinda el alcohol en gel y alcohol 70/30 para desinfectarse, cada uno entra en su turno y tiene su lugar”.

Remarcó: “Cada chico sabe que tiene que tener sus 7 u 8 conos, su pelota, su arco y al finalizar lo deja en su espacio, que llamamos su calle. Entre grupo y grupo, no mayores de 6 por cancha, los profesores desinfectan los materiales. Se sacan el barbijo para realizar la actividad y al finalizar se retiran con barbijo. Cada padre lleva sólo a su hijo y lo busca”.

Con respecto a las edades, dijo: “Tenemos un grupo los martes y viernes que se inicia con chicos de jardín y primer grado. Después segundo y tercer grado puros. Finalizamos con juveniles, que ya son de 12, 13 y 14 años. Los días lunes y jueves arrancan los de cuarto grado; luego, quinto y sexto; y, finalmente, fútbol femenino para niñas. Las más grandes tienen su día particular”.

Resaltó: “Por el momento estamos trabajando lunes y jueves un grupo y martes y viernes, el otro. Dejamos libre los miércoles. Tenemos que incorporar más chicos y grupos y veremos cómo modificamos al incorporar más chicos”.

Apuntó: “A las escuelitas las dividimos por grado escolar. Hoy no hay problemas porque son trabajos individuales. Pero en la normalidad también ubicamos los grupos por nivel competitivo”.

Para el que tenga miedo

Reano explicó: “Es totalmente entendible que los padres tengan miedo. A todos nos pasa. Todos tenemos incertidumbres y no hay certezas ni siquiera tomando recaudos, pero las actividades con protocolo minimizan el riesgo”.

Señaló: “Practicar actividades con protocolo otorga la tranquilidad de un orden. Es normal y entendible que alguien no quiera mandar al pibe. Otros tienen problemas económicos. A nosotros nos dejó tranquilos el acompañamiento de la familia y el respeto por cumplir los protocolos”.

Recalcó: “Tenemos que avanzar sin relajarnos. Si hay un pico o brote, se parará. Es algo nuevo y hay que entender los miedos”.

Recordó: “El fin de la pandemia llega con la vacuna y ponerle una fecha es un error. En todas las actividades, en un bar o en un trabajo, si cada uno toma los recaudos sanitarios, minimiza el riesgo”.

Subrayó: “Los síntomas y la responsabilidad de decir quién estuvo con alguien que se contagió es pensar en uno y en el otro. Cuando pase todo”.

Enfatizó: “Veíamos chicos jugando en las calles o andar en bici. Jugar en el campito, y contra pibes que no conocen, y tomaban la leche con pibes que no conocen. No hay cómo detenerlo si hay un brote. De esta forma hay un cuidado específico, están detectados los contactos estrechos con los que el pibe practicó y es muy difícil que se contagie con protocolo”.

Manifestó: “La prioridad es el cuidado y los hábitos de los chicos. Desde las próximas semanas nuestro desafío será cómo mantener la motivación del chico, que quiere jugar a la pelota. No se puede hacer aún y hay que mantenerles las ganas. Se avanzará en pases luego, pero no se puede planificar a futuro. Celebramos haber vuelto, disfrutando el día a día, y contener felices a todos estos chicos”.