La iniciativa, anunciada por el intendente Eduardo Accastello, representa una inversión municipal de 20 millones de pesos mensuales y beneficiará a jóvenes que inicien sus estudios en 2025, tanto en instituciones públicas como privadas.
El programa se destaca por su enfoque integral, ofreciendo tres líneas de apoyo fundamentales. Además del respaldo económico de $40.000 mensuales durante 10 meses, los beneficiarios recibirán asistencia educativa durante su primer año y acompañamiento humano para adaptarse a los desafíos de la vida universitaria.
La implementación del programa contará con el respaldo tecnológico de Bancor, que facilitará una plataforma digital para la gestión de los pagos. “En esta etapa, los bancos hemos dejado de ser bancos para ser empresas tecnológicas con servicios financieros”, destacó Osvaldo Levis, subgerente general de Inteligencia Comercial de la entidad.
Los interesados podrán inscribirse a través de la página web del Municipio desde el 4 de noviembre hasta el 10 de febrero de 2025. Los resultados se darán a conocer el 28 de febrero. “Vamos rumbo al objetivo de tener treinta mil jóvenes en la educación superior y universitaria”, enfatizó Accastello, reafirmando el compromiso de Villa María como hub educativo regional.
La iniciativa cuenta con el respaldo de 17 instituciones de educación superior de la ciudad, cuyos representantes celebraron esta apuesta por garantizar el acceso universal a la educación superior, especialmente en tiempos de crisis económica.
La educación como prioridad en tiempos de crisis
El contraste es notorio: mientras las universidades públicas ven reducido su poder adquisitivo en un contexto inflacionario y deben recortar servicios esenciales, el Municipio villamariense destina fondos significativos para garantizar el acceso a la educación superior. “En tiempos difíciles y de crisis, Villa María siempre potenció la educación”, destaca el mandatario, en lo que parece una respuesta directa a las políticas de ajuste nacionales.
La iniciativa de las 500 becas, que incluye no solo apoyo económico sino también acompañamiento integral, evidencia una política de Estado a nivel municipal que trasciende la coyuntura.
El programa no solo beneficia a la comunidad local sino que fortalece el rol de Villa María como centro educativo regional. En un momento en el que muchos jóvenes ven amenazada su continuidad educativa por la crisis económica, la ciudad se presenta como un faro de oportunidades, demostrando que es posible sostener y ampliar el acceso a la educación superior mediante políticas públicas activas y comprometidas.