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Carlos Coria ganó el segundo circuito del Campeonato Argentino en Bolívar

El villamariense se reencontró con su mejor nivel y obtuvo la victoria número 70 en torneos Master y de primera categoría. En su camino a la final derrotó al campeón mundial Alejandro Martinotti. Está segundo en el ranking



Y una noche de otoño, lejos de casa, volvió a aparecer en escena la mejor versión de Carlos Coria. El billarista villamariense, cinco veces campeón argentino y once veces campeón provincial, ganó en Bolívar, en la provincia de Buenos Aires, el segundo circuito del Campeonato Argentino de Billar en la especialidad de cinco quilles.

Coria, apoyado por el Ente de Deportes y Turismo a través del Programa “Cuento con mi ciudad”, recuperó en esta competencia su mejor nivel de juego eliminando a los mejores jugadores Masters del país y para llegar al título se anotó una victoria sobre el campeón mundial Alejandro Martinotti.

“Hay triunfos que llegan en el momento en el que más se los necesita. Este lo estuve esperando por varios meses, porque me permite saber que estoy en condiciones de jugar y ganar entre los mejores”

El torneo se realizó de viernes a domingo en las instalaciones del Club Alem de Bolívar y estos fueron los ocho mejores de un total de 180 jugadores participantes:

1-Carlos Coria (Master – Club Sarmiento de Villa María)

2-Marcelo Dellagáspera (Master -Provincial de Rosario)

3-Walter Ingenieri (Master -Social de Cañada de Gómez)

4-Gustavo Longo (Master -Social Zona Sur de Rosario)

5-Eduardo Cortez (Master – Club Lavalle de La Plata)

6-José Oliva (Master – ACV Córdoba)

7-Juan Demasi (primera – Huracán de Carlos Casares)

8-Gustavo Torregiani (Master – Club Leones de Leones).

El primer circuito de la temporada 2018 se realizó en el Club Social Zona Sur de Rosario y tuvo como vencedor a Marcelo Dellagáspera, siendo segundo Alejandro Martinotti.

El tercero tendrá lugar los días 13, 14 y 15 de julio en el Club Argentino de Marcos Juárez y el cuarto (y último) está programado para el 21, 22 y 23 de septiembre en Villa María.

Con este triunfo en Bolívar, Coria llegó a los 70 torneos ganados en la elite del billar argentino.

Cumplidos dos circuitos de los cuatro programados para determinar el campeón argentino de la temporada 2018, así está el ranking nacional: 

Pos - Jugador - Pts.

1 - Dellagáspera - 90

2 - Coria - 90

3 - Longo - 90

4 - Martinotti - 80

5 - Ingenieri - 75

6 - Dibella - 65

7 - Torregiani - 60

8 - Cortes - 60

Los cinco primeros del ranking argentino clasificarán para el Sudamericano de esta temporada y los ocho primeros se asegurarán un lugar en la delegación nacional que Campeonato Mundial por Equipos, programado para enero de 2019 en Suiza. 

La ley de los ojos, una fórmula infalible cuando su estatura apenas si alcanzaba las mesas

Setenta veces 1 (primero). Una cifra de triunfos en torneos de jerarquía reservada sólo para grandes maestros. Carlos Coria, el taco mayor de la ciudad, exhibe ese número en su carrera, que comprende cinco títulos argentinos y  once provinciales. 

Como todo tiene un génesis, el origen de este presente feliz pleno de éxitos haya que buscarlo en aquellos años de la niñez en la que acompañaba a su padre Aldo cuando realizaba tareas en el rubro gastronómico. El inolvidable “Poroto” se ganaba la vida como mozo y Carlitos lo acompañaba cada vez con más frecuencia. Era un niño, que apenas superaba con su estatura las mesas de los billares.  Y ahí comenzó todo. Mirando, aprendiendo. De mesa en mesa, aplicando una ley diferente de las tantas que luego vería pasar en fojas muchos años más tarde en su trabajo en tribunales: la ley de los ojos.  No pasó mucho tiempo de aquellas primeras veces en las que vio como jugaban que se animó a tomar un taco. Seguro que recibió más de una advertencia como eso no se toca que “dale, Carlitos, probá...” Atraído por las diagonales que dibujaban esas bolas amarillas, rojas y blancas en el paño verde siguió haciéndole caso dejándose llevar por la curiosidad.  Agudizó los sentidos y después de una etapa de aprendizaje básico, comenzó a “copiar” efectos y tiros a distintas bandas. Todo lo que llegó después fue por añadidura. El primer torneo, un festejo, dos, diez, setenta.

Por estas latitudes ganó todo y más lejos también. Es respetado en todos lados. Viene bien de abajo, de las raíces, conoce como pocos de este juego de las quillas y sigue tan entusiasmado con en aquellos días de pantaloncitos cortos.  Acaba de ganar un torneo trascendente. Lo esperaba porque las dudas comenzaban a perseguirlo. Está claro que muchas cosas se cuentan solas, sólo había que saber mirar. 

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