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Pensando en la biodiversidad urbana, harán un inventario del conglomerado

No sólo se realizará un registro de los espacios verdes que tienen las dos Villas, sino que además se buscará conocer el grado de información que tienen los vecinos. "Para paliar la crisis ambiental serán necesarios cambios profundos"

El Centro de Estudios de Ordenamiento Ambiental del Territorio, perteneciente a la Universidad Nacional, lleva adelante por estos tiempos un trabajo que consiste en la construcción de un “Inventario de Biodiversidad Urbana”, iniciativa que busca conocer la realidad de Villa María y Villa Nueva.

La intención de avanzar en la propuesta surgió como una necesidad para registrar los espacios verdes que tienen las ciudades, pero al mismo tiempo el grado de importancia para sus habitantes. A ello le suman el registro de especies autóctonas y exóticas que forman parte de la biodiversidad de ambas ciudades, como así también el grado de información que los ciudadanos poseen en relación con estos aspectos.

“Los cambios de uso del suelo han ido en detrimento de los ecosistemas naturales”, destacó el licenciado Fernando Gallego, uno de los impulsores de la propuesta y coordinador de la Licenciatura de Ambiente y Energías Renovables que se dicta en la casa de altos estudios local. Para el especialista, en el país la ecorregión Espinal “es una de las más afectadas, quedando sólo unos pocos relictos”.

Pero, además, entendiendo que provincia de Córdoba es una de las mayores productoras agrícolas del país, “hubo modificaciones de los ecosistemas naturales, perdiendo los servicios ambientales que estos proveen”. Esta realidad, según Gallego, sucede en las ciudades “de Villa María y Villa Nueva, especialmente en sus territorios urbano y periurbano. Junto con esto, la apreciación de los habitantes a los elementos naturales que los rodean ha ido decreciendo, perdiendo la riqueza que tiene la contemplación”.

Para amainar los efectos de la crisis ambiental, según el entrevistado serán necesarios “profundos cambios en los modelos de pensamiento, gestión y uso de los recursos”. De igual manera, consideró que “la toma de conciencia de la importancia del ambiente, del mantenimiento de la biodiversidad y de las consecuencias que implica no está totalmente consolidada en la sociedad actual”. En este aspecto, entendió que el camino de la concientización pasa a través de la comunidad educativa, ya que a su criterio “es el sector clave tanto por su responsabilidad en la formación de ciudadanos como en la influencia que tiene para el resto de la sociedad”.

Sobre el rol que cumplen las campañas de concientización para lograr un mayor compromiso de la sociedad en las cuestiones ambientales, Gallego consideró que todas las acciones en la materia son necesarias, “tanto en campañas de concientización como en relación al desarrollo de una propuesta integral y sostenida de educación ambiental, en todos los ámbitos de enseñanza”. Además, destacó la importancia de las acciones mancomunadas “con las personas que forman parte de las instancias de decisiones que puedan incidir, condicionar o potenciar todo aquello referido a lo ambiental. Entendemos que lo ambiental se encuentra atravesado por una amplia variedad de sistemas y de factores, por lo que demanda soluciones de múltiples perspectivas”.

Consultado sobre si en realidad la gente desconoce la crisis ambiental, o en realidad la ignora, para el entrevistado resulta imposible “ignorar la crisis ambiental”, ya que como sociedad “palpamos a diario las consecuencias de dicha crisis. La necesidad de cambiar esa realidad hoy en día se constituye en una de las principales consignas a defender por las generaciones más jóvenes”.

De igual manera, entendió que lo que sí se ignora, “incluso por parte de ciertos sectores de la propia comunidad académica, es el hecho de que lo ambiental es complejo y sistémico y su abordaje responde a una contienda marcadamente política, ya que depende de la conjunción de voluntades para su abordaje”. Al respecto, consideró que muchos debates “se han originado en torno a si lo ambiental amerita una atención inmediata o puede ser subrogado a la atención de cuestiones más ‘urgentes’; lo cierto es que la crisis ambiental tiene múltiples aristas y la pobreza y la desigualdades estructurales son partes constitutivas de la misma”.

Desde el sector político en algunos casos se admite preocupación por las cuestiones ambientales, aunque entienden que muchas de las soluciones implican inversiones que en algunos casos superar lo proyectado para el abordaje de determinada problemática. Para Gallego, justamente esas problemáticas no son prioridad desde lo político “porque no se termina de comprender la dimensión de la complejidad que abarcan;se la piensa como temas aislados y de resolución solamente técnica”.

“A nuestro entender no es que siempre se haga caso omiso sobre la importancia del cuidado ambiental, esa complejidad no es facil de comprender porque nos han formado para visualizar aspectos específicos y nos es muy difícil la mirada integrada”, cerró diciendo.