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Por el Covid-19, la cosecha de soja y maíz en Córdoba vale US$ 660 millones menos

La soja perdió US$ 246 millones, mientras que el maíz, US$ 414 millones. Hay media provincia con rentabilidad negativa

Si bien los precios de los granos venían volando bajo a nivel internacional por un buen volumen de oferta, conflictos comerciales que se mantenían latentes y retroceso en el valor del petróleo, la llegada del coronavirus a los mercados terminó profundizando esa situación y los commodities tuvieron una mayor depresión.

Si se comparan las expectativas de precios que había para julio de este año antes del Covid-19 y ahora, el impacto es contundente. Sólo tomando la provincia de Córdoba, la cosecha de soja y maíz perdió 660 millones de dólares de valor según la estimación que realizó la Bolsa de Cereales provincial.

La pandemia agravó el escenario y generó un impacto negativo para gran parte de la económica mundial, lo cual derivó en una caída de la producción en casi todos los sectores.

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“Con la actividad económica muy reducida, el mundo consume menos y demanda una menor cantidad de energías y recursos. Por esta razón, la demanda del petróleo, que es la principal fuente de energía, se vio fuertemente reducida al igual que su precio. A su vez, esta caída en el precio del petróleo tiene un impacto negativo en los precios de los granos debido a que genera menores incentivos a la producción de biocombustibles. Es importante aclarar que, el precio del combustible fósil se vio influenciado de manera negativa también por el conflicto que tuvieron Rusia y Arabia Saudita, donde ambos países protagonizaron una guerra de precios por acaparar distintos mercados, en especial, el europeo”, explicó el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba.

En enero, el precio FOB de exportación de soja se encontraba en US$ 362 por tonelada y se esperaba que, al momento de la cosecha, fuera de US$ 345. Hoy en día, el promedio del precio de exportación del mes de mayo es de US$ 325, US$ 20 por debajo de lo esperado a principio de año. Esta caída en el precio se debió no solo a los efectos de la pandemia, sino también a la preocupación por nuevas tensiones comerciales entre EE. UU. y China (mayor consumidor mundial de la oleaginosa).

Si se comparan las expectativas de precios que había para julio de este año antes del Covid-19 y ahora, el impacto es contundente. Sólo tomando la provincia de Córdoba, la cosecha de soja y maíz perdió 660 millones de dólares de valor según la estimación que realizó la Bolsa de Cereales provincial.

El efecto de la crisis es incluso mayor al analizar el precio de exportación del maíz. El 40% del maíz de Estados Unidos, principal productor del cereal a nivel global, se utiliza en la industria del etanol por lo que, al caer los precios del petróleo, disminuyeron los incentivos a la producción de energías alternativas haciendo que la producción de este biocombustible se desplomara. Por otro lado, se suma la menor demanda de combustibles como consecuencia de la menor actividad económica del país norteamericano.

De este modo, con una menor producción y demanda de etanol, hay mayor cantidad de maíz disponible que se traduce en menores precios.

En todos los meses el precio efectivamente observado es menor al que se esperaba a principio de año. Puntualmente, en enero el precio de exportación era de US$ 182 y se esperaba que para el mes de julio fuera de US$ 162. Hoy, el promedio de los precios de exportación para el mes de julio es de US$ 140, USD 22 menos que las expectativas en enero.