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Duro revés para Bolsonaro: tuvo que dar marcha atrás con la designación del jefe de la Federal

Un fallo de un juez de la Corte puso en suspenso el nombramiento de un comisario ligado a él por posible desvío de poder y manipulación

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sufrió ayer un duro revés legal luego de que un juez de la Corte Suprema suspendiera la designación del comisario y jefe de los servicios de inteligencia, Alexandre Ramagem, como director de la Policía Federal, por la sospecha de que podría interferir investigaciones a favor de la familia del jefe del Estado.

El traspié para Bolsonaro se da en medio de un escándalo por las responsabilidades políticas de la pandemia de coronavirus. Mientras gobernadores y alcaldes de las zonas más golpeadas acusan al mandatario de no ayudar, el Presidente, un negacionista que rechaza las recomendaciones científicas, los señaló a ellos como los responsables de las muertes y la crisis económica.

El jefe de Estado retiró el decreto para nombrar al comisario Ramagem, jefe de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y su jefe de seguridad desde que asumió, luego de que el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes frenara la designación por posible “desvío de poder” y manipulación de la Policía Federal.

Ramagem había sido designado en reemplazo de Mauricio Valeixo, cuya salida provocó el viernes la escandalosa renuncia del ministro de Justicia Sérgio Moro, quien abandonó el Gobierno acusando al Presidente de querer manipular a la Policía Federal para inmiscuirse en algunas de sus investigaciones.

“Fue una decisión monocrática de un juez de la Corte, espero que brevemente se concrete esta designación. Nuestra Policía no persigue a nadie, apenas a los delincuentes”, dijo Bolsonaro durante la asunción del reemplazante de Moro, el ahora exabogado general del gobierno André Mendonça.

Mendonça es un jurista de carrera en el Estado y pastor evangélico, condición que lo podría ayudar a ser el próximo candidato del oficialismo a la Corte Suprema.

”Un profeta”

Ayer, el flamante ministro describió a Bolsonaro como un “profeta” en el combate contra el delito “desde hace 15 años”.

Pese a las quejas presidenciales, el Supremo Tribunal Federal demostró ayer los límites que aún tiene Bolsonaro en medio de la pandemia.

Una situación similar se dio en marzo de 2016, cuando el juez de la Corte Gilmar Mendes, sobre la base de audios del entonces juez Moro, prohibió asumir como jefe de Gabiente de Dilma Rousseff al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En ese entonces, el caso se basaba sobre audios ilegalmente filtrados por Moro a la TV Globo, pero ahora es el propio Moro el “delator” que acusa a Bolsonaro, su antiguo jefe político, de querer manipular las investigaciones de la Policía Federal.

El recurso judicial para frenar la asunción del comisario Ramagem, un amigo personal de Carlos Bolsonaro, hijo del Presidente, había sido presentado por el Partido Democrático Laborista (PDT), del excandidato presidencial Ciro Gomes.

El juez Moraes, quien llegó a la Corte de la mano del expresidente Michel Temer y tras haber sido afiliado al Partido de la Social Democracia Brasileña, del gobernador paulista, Joao Doria, sostuvo que pudo haber ocurrido "desvío de finalidad" con la designación de Ramagem al frente de la Policía Federal.

Puso como ejemplo la declaración de Moro de que Bolsonaro quería tener acceso directo a expedientes de investigaciones pedidas por la Justicia a la Policía Federal.

Bolsonaro está bajo investigación de la Corte por las acusaciones hechas por Moro por delitos de obstrucción a la justicia y tiene casi 30 pedidos de juicio político en el Congreso.

Sus detractores necesitan dos tercios de los votos en el Congreso para sacarlo del cargo, algo que actualmente está lejos de ocurrir.

En medio de ese caos político, Bolsonaro insistió ayer en negar cualquier responsabilidad sobre las consecuencias de la pandemia y acusó a los gobernadores e intendentes de ser los responsables por las muertes por coronavirus y la crisis económica, ya que ellos instalaron las medidas de cuarentena y distanciamiento social.

"Las medidas restrictivas fueron obra de gobernadores e intendentes. La prensa tiene que preguntarles al gobernador de San Pablo, Joao Doria, y al intendente de San Pablo, Bruno Covas, por ejemplo, por qué hay más gente muriendo en su estado", dijo el presidente.

Bolsonaro los señaló luego de reunirse con diputados en el Palacio de la Alvorada y de acusar a la prensa de haber dado demasiada relevancia a su declaración de anteanoche sobre las masivas muertes en el país: "¿Y a mí qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga? Soy Mesías (su segundo nombre), pero no hago milagros".