La boxeadora del país galo Segolene Lefebvre la venció por puntos en el Hipódromo Municipal de Douai e impidió que se cumpliera el sueño de “La Profeta”, que dejó una saludable imagen en su primera experiencia en el exterior.
El desafío era de alto riesgo, ya que ganarle en Francia a una púgil de gran prestigio y mucha consideración en dicho país debía ser por nocaut, vía por la que nunca Lefebvre perdió en 20 combates profesionales, de los que ganó 19.
El entrenador Leo Rivera hizo un análisis contundente: “Estamos con mucha bronca. El primer round fue parejo, el segundo lo ganó Juliana, en el tercero le pegó mucho y en el cuarto muchísimo”.
Continuó señalando que “en el quinto round se produjo el choque de cabezas. Las dos se cortaron. El médico decide parar sin sentido la pelea. Creemos que lo hizo porque Juliana era muy superior”.
Acotó que “un jurado vio ganar a Juliana 49-46 y los otros dos nos robaron 46-48. Se demoraron porque Juliana ganó claramente”.
Se mostró “indignado, porque se peleaban y discutían entre los jurados, no sé si les hicieron cambiar las tarjetas. Muy desprolijo todo”.
Explicó que “la pelea fue nuestra. Por ser local podían darle el primer round a Lefebvre, pero Juliana ganó todos los rounds, y en el cuarto la tuvo para el nocaut. Estábamos muy cómodos en la pelea, y el médico debió fijarse en el corte de la francesa, no en el de Juliana, que estaba para seguir. Es un fallo injusto, sabíamos que podía pasar esto con los jurados, pero no que nos pararan y robaran así”.
Resaltó que “estamos muy amargados, dolidos. Juliana muy deprimida, pero estoy orgulloso por lo que hizo, porque el planteo de pelea resultó, fue superior en todos los rounds. Su pelea fue excelente. Juliana estuvo bárbara, fue muy superior a la francesa”.
Basualdo fue la cuarta argentina que cae en Francia. Yesica Marcos (en 2018), Laura Griffa (en 2019) y Débora Dionicius (en 2023) la sufrieron antes a Lefebvre.
“Majestic” como en Francia apodan a su campeona, debió trabajar ayer más de lo pensado, y sólo en las tarjetas venció a nuestra campeona, que fue capaz de escapar a la violencia de género y a las drogas, para dedicarse al boxeo. No paró de progresar y tras vencer a “Tuti” Bopp, fue capaz de obtener la corona latina, y la argentina.
“Me inicié en el boxeo como una terapia y por defensa personal (víctima de violencia de género)”. A los 33 años, la pupila y ahora también pareja de Leo Rivera se radicó en Villa María con sus 2 hijos: Tiago (15 años) y Emily (10), que “recuperarán” a su mamá, quien orgullosamente se preparó 60 días “al 150% para aprovechar la oportunidad. Voy a ganar más allá de lo que digan los jurados”, declaró.
La vieron perder, como era de esperar. Basualdo tiene ahora 12 peleas ganadas (2 por la vía rápida) y 6 perdidas. Sin embargo, sabe que la francesa Lefebvre (titular supergallo de la WBF en 2017, de la IBO en 2019, y de la OMB en 2021) la respeta tanto como a la inglesa Ellie Scotney, la única que la venció por puntos en sus 20 peleas.
Ante una gran campeona, Juliana Basualdo no perdió. “Sabe boxear, es alta, inteligente, tiempista, y maneja bien la distancia”, dijo. La atacó los 5 rounds, “para tratar de sacarla antes de la definición por las tarjetas, porque en Francia debo noquear”. Estuvo cerca.
La campeona argentina volverá sin el cinturón mundial, pero aún le quedarán varios capítulos para cumplir su profecía a “La Profeta”.
Ese será su desafío a partir de ahora arriba de un ring, donde aún es campeona argentina. Abajo de los cuadriláteros, es indudablemente una campeona de la vida.