En la Cámara del Crimen, en el quinto piso de Tribunales, un hombre de 27 años fue condenado a 3 años y 10 meses, en el marco de un juicio de carácter abreviado.
En la Cámara del Crimen, en el quinto piso de Tribunales, un hombre de 27 años fue condenado a 3 años y 10 meses, en el marco de un juicio de carácter abreviado.
En este sentido, Mayco Patricio Cardozo, oriundo de Villa María, deberá cumplir la pena de manera efectiva por ser considerado el autor responsable de los delitos de robo calificado por el uso de arma de fuego cuya operatividad no pudo acreditarse, amenazas calificadas, coacción, violación de domicilio, desobediencia a la autoridad y daños.
Con respecto a los hechos, cabe decir que fueron múltiples. En esta dirección, la secretaria Gabriela Sanz realizó la lectura de los hechos.
En noviembre de 2013, el sujeto, con fines furtivos, se dirigió en un vehículo Peugeot Partner e ingresó a un quiosco ubicado en calle Jujuy, en barrio Güemes. Allí pidió una etiqueta de cigarrillos, pagó y, cuando la mujer que lo atendió regresó con el cambio que le correspondía, el extrajo un arma de fuego, la amenazó y la víctima debió entregarle 380 pesos, dinero que tenía en la caja registradora.
Más adelante en el tiempo, el imputado se hizo presente en la vivienda de su expareja y también la amenazó. Asimismo le solicitó ver al hijo que tenían en común —quien tenía ocho meses en ese momento—. Posteriormente le arrebató al pequeño de sus brazos, la golpeó en el labio e ingresó a la casa en contra de la voluntad de la damnificada.
Por otra parte, en julio de 2016, junto a su padre, fue en un auto al hogar de la mujer con quien está casado, Julieta Banegas, —pero separado de hecho—, y que se encuentra en calle Corrientes, en barrio Lamadrid. En oportunidades anteriores el hombre ya había ido y la había amenazado y por ello le habían impuesto una orden de restricción,
Por tal motivo, esta vez, desobedeció tal medida, ingresó al lugar, discutió y la intimidó.
Una de las últimas veces que se acercó a la vivienda, violando así en repetidas ocasiones la orden de prohibición de acercamiento y comunicación, la amenazó —mientras simulaba tener un arma— y le dio puntapiés a la puerta, ocasionándole daños.
Por otra parte, en la localida de Bell Ville, en 2014, también fue partícipe de otro hecho. Allí, también en compañía de su padre y su hermano, se metió en otro domicilio donde amenazó y le robo dinero y celulares a las personas que se encontraban en el lugar. Incluso, el propietario de la vivienda resultó lesionado por los golpes que le propiciaron.
Luego fue el turno de los alegatos. Al haber, como se dijo, un juicio abreviado, el fiscal Francisco Márquez propuso una condena y la abogada defensora, Florencia Vottero adhirió. Ella, además, hizo hincapié en la importancia de la resocialización y contó que Cadozo hace ya un año y diez meses que está detenido en el establecimiento penitenciario.
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Con respecto a los hechos, cabe decir que fueron múltiples. En esta dirección, la secretaria Gabriela Sanz realizó la lectura de los hechos.
En noviembre de 2013, el sujeto, con fines furtivos, se dirigió en un vehículo Peugeot Partner e ingresó a un quiosco ubicado en calle Jujuy, en barrio Güemes. Allí pidió una etiqueta de cigarrillos, pagó y, cuando la mujer que lo atendió regresó con el cambio que le correspondía, el extrajo un arma de fuego, la amenazó y la víctima debió entregarle 380 pesos, dinero que tenía en la caja registradora.
Más adelante en el tiempo, el imputado se hizo presente en la vivienda de su expareja y también la amenazó. Asimismo le solicitó ver al hijo que tenían en común —quien tenía ocho meses en ese momento—. Posteriormente le arrebató al pequeño de sus brazos, la golpeó en el labio e ingresó a la casa en contra de la voluntad de la damnificada.
Por otra parte, en julio de 2016, junto a su padre, fue en un auto al hogar de la mujer con quien está casado, Julieta Banegas, —pero separado de hecho—, y que se encuentra en calle Corrientes, en barrio Lamadrid. En oportunidades anteriores el hombre ya había ido y la había amenazado y por ello le habían impuesto una orden de restricción,
Por tal motivo, esta vez, desobedeció tal medida, ingresó al lugar, discutió y la intimidó.
Una de las últimas veces que se acercó a la vivienda, violando así en repetidas ocasiones la orden de prohibición de acercamiento y comunicación, la amenazó —mientras simulaba tener un arma— y le dio puntapiés a la puerta, ocasionándole daños.
Por otra parte, en la localida de Bell Ville, en 2014, también fue partícipe de otro hecho. Allí, también en compañía de su padre y su hermano, se metió en otro domicilio donde amenazó y le robo dinero y celulares a las personas que se encontraban en el lugar. Incluso, el propietario de la vivienda resultó lesionado por los golpes que le propiciaron.
Luego fue el turno de los alegatos. Al haber, como se dijo, un juicio abreviado, el fiscal Francisco Márquez propuso una condena y la abogada defensora, Florencia Vottero adhirió. Ella, además, hizo hincapié en la importancia de la resocialización y contó que Cadozo hace ya un año y diez meses que está detenido en el establecimiento penitenciario.