El actual DT del campeón de la Liga, Pablo Suárez, confesó varios secretos que permiten que Atlético Ticino prolongue su reinado.
"Si había tercera final, se nos iba a complicar"
Suárez confesó que "Bettiol se desgarró, y Páez, Fassi y Bianchi llegaron con lo justo"
Quien fuera un elegante volante central que jugó profesionalmente en Ecuador, luego de quedar a un paso de debutar en Banfield, comentó que “siempre recordamos aquellos tiempos en la pensión, en reuniones que organiza ‘Mono’ Quiroga (ex-Belgrano). Vienen Cvitanich, Dátolo, Bilos, Barroso, ‘Corcho’ Romero, Quiroga, Salvatierra, Vega. De Villa María vamos con Leo Vázquez, ‘Chino’ Moyano, ‘Falucho’ Herrera, Martín Erregarena y Cristian Fernández”.
Afirma que “varios somos DT, y sirve intercambiar opiniones, más allá de estar o no a nivel profesional. Son vínculos eternos”.
Sobre los secretos de su primer título como DT en Atlético Ticino dijo: “Mi objetivo era entrar al vestuario para darles algo más, dentro de la idea que uno tiene. Pese a que habían ganado 2 de los últimos 3 campeonatos con Germán Vicario, tenía que transmitir sin incomodar, ni desacomodar. Si decía ‘vamos a hacer lo mismo’, no le iba a entrar nunca al jugador”.
Entiende que “no cambié mucho, pero impuse mi forma de trabajar y me involucré con el grupo. Abrí el diálogo y no dudé en tomar decisiones. Ingresaron los Becchero, Maldonado, los Favalli, Matías Bianchi. A Elías Acosta le dije que me haría falta, y en la final entró y fue figura. A ‘Manu’ Coria le dije que le faltaba ritmo, cuando se puso a punto, yo sé lo que juega”. Explicó que “las formas son las mismas que tenía el equipo con Germán (Vicario), más allá del esquema. Yo no apelé nunca a jugar con línea de 4 defensores”.
Agradeció “haberme topado con un grupo de grandes personas. En 2 años no tuve problemas, y soy muy exigente con los horarios, y en la concentración para entrenar y para jugar. El grupo está consolidado. Tiene un líder en Juan Bianchi que pensaba despedirse y fue el que más minutos jugó. Y tiene a Páez que es el mejor jugador de la Liga, y un crack como persona”.
Agregó que “como grupo funciona a la perfección. Diferencias de pensamientos habrá, pero no conflictos. Siempre fui de frente, y mi prioridad es ser buena gente”.
Los abrazos de corazón
Suárez consideró “clave la presencia de Laureano (Romero), a quien siempre le digo: ‘¿Podés pensar igual que yo alguna vez?’. Y me contesta: ‘Yo estoy para hacerte dudar’. Y así debe ser”.
Se fundió en un abrazo con todo su cuerpo técnico al terminar el partido en Tío Pujio. “A Laureano lo conocía, pero su compañía y la del profesor Claudio Filippa fue un sostén muy importante para mí”.
Estimó que “los 3 siempre coincidimos en priorizar a la persona. El físico fue clave en la final, porque tras 10 partidos en 40 días, el plantel llegó con lo justo, pero sentó supremacía física, pese a que hubo lesionados. Si había tercer partido con Yrigoyen, se nos iba a complicar mucho ganar el título”.
“Fue superpositivo sumar a Vicario”
Sorprendió a muchos que sumara al cuerpo técnico para el torneo Federal a Germán Vicario. “Tengo que ser sincero y decir que yo estaba convencido de que era lo mejor para el equipo. No tengo dudas de que fue un gran acierto, y un reconocimiento a quien guió al equipo a los títulos que permitieron jugar un torneo nacional”.
Dijo que “casi todo el mundo me decía que era una equivocación, pero a mí me recomendó Germán Vicario. Le agradecí por su humildad para agregarse al cuerpo técnico y sumar siempre. Me ayudó mucho, opinó, y tuvo los roles claros. Fue superpositivo contar con Germán, aprendí de él, intercambiamos mucho, y se lo agradecí”.
Del bicampeonato dijo: “En 2020 dirigí 1 partido. Le ganamos 2-0 a Española sin Páez (lesionado). Volvimos en 2021, sin los Silva, Coria, Rodríguez y Domínguez. Se sumó Jacobi y se veía que podíamos. Pero me advirtió Juan Bianchi que en los play off se vería al equipo. Hicimos 21 goles y recibimos 2 en 8 partidos. Tenía razón Bianchi”.