Una familia necesita $ 60.874 para no caer en la pobreza
La canasta básica total subió 5 por ciento en marzo y la que mide la indigencia, 4,5%
En tanto, la canasta alimentaria (CBA) aumentó 4,5% con respecto a febrero y su costo fue de $ 25.685.
En un año la canasta alimentaria acumuló un alza del 48%, mientras que la total subió 45%, de acuerdo con los datos oficiales.
El costo de la canasta total aumentó 12,3% en el primer trimestre del año, y la alimentaria 13,2%, en el mismo período, casi en línea con la inflación que se ubicó en el 13% en el mismo período.
En marzo respecto del mes anterior la canasta total se ubicó levemente por encima del alza del costo de vida del 4,8%, mientras que la canasta alimentaria estuvo tres décimas por debajo de ese valor.
Lo triplica
El costo de la canasta básica esencial para una familia tipo de cuatro miembros, que no paga alquiler, triplica el monto del actual salario mínimo de $ 20.587, valor que el Gobierno busca actualizar con la convocatoria al Consejo del Salario.
También triplica el de un haber básico jubilatorio, que se ubica en $ 20.571 y cuadruplica a la asignación de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (Puam) que se ubica actualmente en $ 16.457, sin incluir los bonos que otorgó el Gobierno.
Para no caer en situación de pobreza, una familia formada por dos adultos y dos menores, que no paga alquiler, debió tener ingresos diarios por alrededor de $ 2.029.
El Indec informó que para una familia de tres miembros, propietarios de la vivienda que ocupan, el costo de la canasta total llegó en marzo a $ 48.462 y la alimentaria a $ 20.448.
El organismo de estadísticas señaló que para una familia de cinco miembros los ingresos mensuales necesarios para cubrir el costo de la CBT fueron de $ 64.025 y el de la CBA de $ 27.015.
Para una persona adulta, en marzo pasado el costo de la canasta básica total se ubicó en $ 19.700 y el de la alimentaria en $ 8.312.
Según el Indec, la canasta básica alimentaria tiene en cuenta los requerimientos calóricos y proteicos imprescindibles para que una persona adulta cubra durante un mes sus necesidades, mientras que la básica total incluye otros artículos y el gasto en servicios públicos.
La semana pasada el Indec oficializó que la inflación general de marzo se aceleró al 4,8%, la cifra mensual más elevada desde septiembre de 2019. Los mayores aumentos de precios fueron explicados, por un lado, por factores estacionales vinculados al inicio de clases y al cambio de temporada en la vestimenta.
Sin embargo, la inflación núcleo, que no tiene en cuenta factores estacionales ni los precios regulados por el Gobierno, fue del 4,5%, lo cual reflejó la inercia que vienen exhibiendo las subas de precios, fundamentalmente a partir del último trimestre del año pasado.
La división de alimentos y bebidas no alcohólicas, la de mayor ponderación en el índice de precios al consumidor que mide el Indec, exhibió un incremento mensual del 4,6%. El mismo fue traccionado principalmente por las subas en lácteos y algunas verduras.
En este caso la inercia se alimentó de varios factores, entre ellos el ritmo de ajuste del tipo de cambio observado hasta enero pasado, el alza en el valor de los commodities y el aumento en los combustibles.