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Creó una cámara de germinación que tiene una efectividad superior al 95%

El proyecto de Tomás Godino fue pensado como algo artesanal, pero puede ser utilizado en producciones hortícolas locales y regionales. La propuesta puede albergar desde 300 hasta 1.000 plantas, dependiendo del tamaño.

Un joven estudiante de Ingeniería Electrónica de la Facultad local de la UTN creó una máquina germinadora que tiene una efectividad superior al 95% y que podría ser utilizada en producciones hortícolas a un costo muchísimo más bajo que las que existen en el mercado, y con mayores prestaciones. El proyecto surgió en el marco de la cátedra Informática, que dicta el ingeniero Ariel Toia, y fue realizado por Tomás Godino.

“Mi abuelo fue siempre de hacer quinta, de gustarle mucho las plantas, y hoy por su edad no se puede dedicar a eso. Entonces averigüé sobre la hidroponía, que es tener plantas en agua con sustratos, y que es un método tecnologizado y más tranquilo a nivel de actividad física”, destacó el estudiante en la charla con este medio.

Sin lugar a dudas que el inicio de todo es la germinación de la planta, aunque muchas veces surgen inconvenientes “porque el clima no es propicio. Hay plantas que en verano germinan bien y en invierno mal. Entonces la idea fue hacer algo que permitiera controlar esas condiciones para lograr siempre la germinación deseada”, destacó. De esta manera, con el germinador, Godino puede controlar “humedad, temperatura e iluminación, que son los tres parámetros esenciales para el desarrollo de la planta”. Todo está controlado a partir de un software, con recopilación de datos.

“El proyecto fue más grande de lo que hubiese querido. Con poder germinar 30 o 40 plantas sobraba, pero ahora tiene una capacidad de unas 300 plantas grandes como pimientos o tomates, y las más chicas como lechugas, achicoria, o acelga se pueden llegar hasta 1000 semillas para germinar”, destacó, y explicó que el proceso se realiza en bandejas estandarizadas, por lo que el germinador puede soportar esas bandejas transformando la iniciativa en viable para una producción de invernadero pequeño o mediano.

El control del germinador ofrece dos formas de funcionalidad: una autónoma que se enchufa sin necesidad de estar cerca, y otra que tiene que ver con un software que se controla a través de una computadora. El control del germinador ofrece dos formas de funcionalidad: una autónoma que se enchufa sin necesidad de estar cerca, y otra que tiene que ver con un software que se controla a través de una computadora.

Alta efectividad de germinación

Godino explicó que el proyecto lo culminó hace tres semanas aproximadamente y desde entonces viene realizando pruebas y mediciones. Consultado al respecto, dijo que el porcentaje de germinación está por encima del 95%, y que incluso en algunas bandejas llega al 100%. “Eso da una ventaja económica importante si se habla de producción, porque no hay desperdicio de semillas. Muchas veces se ponen varias semillas a la vez porque se saben que no van a germinar, situación que con esto se evitaría”, destacó.

Pero además, el beneficio también pasaría por el tiempo que se ahorra porque de una manera tradicional “si se ponen 100 plantas y germinan 60, tienen un costo económico y de tiempo que con este equipamiento se evita”.

Godino remarcó que lo que más frena a la germinación es el impacto que genera la temperatura. Puso como ejemplos que bajo el sistema tradicional “en verano la acelga no germina, porque lo hace a 15 grados. Pero el pimiento o algunas plantas de zonas tropicales es imposible germinarlas en invierno, por lo que con este sistema sí se puede hacer. Entonces, un invernadero puede asegurar producción de plantas todo el año, que de otra forma no se podría”.

Si bien el proyecto surgió como una iniciativa a baja escala, el estudiante no descarta en un futuro extender la propuesta para ser insertada en el sector productivo local y regional, o desde donde se requiera. “En este momento está descartado por una cuestión de tiempo, aunque el proyecto está hecho y terminado, aunque hay cuestiones que se deberían modificar”, sostuvo, con la intención de ampliar las prestaciones.

La parte del control del germinador posee dos formas de funcionalidad, “una autónoma que se enchufa sin necesidad de estar cerca, y otra que es por donde iba la cátedra, que tiene que ver con un software que se controla a través de una computadora. De esta manera se puede acceder y programar las condiciones de humedad, temperatura, iluminación, y también hay otras opciones como ver qué plantas hay, qué días se introdujeron y qué día se deben retirar. Es una base de datos, que informando qué pusiste adentro va arrojando resultados”.

Sobre los desafíos a futuro o de mejora del actual germinador, el joven destacó que pretende continuar perfeccionando la parte del software: “El controlador del sistema tiene la posibilidad de conexión wi-fi, aunque hoy no se utiliza. Me gustaría en un futuro hacer la otra parte del sistema hidropónico, que es lo soporte para el resto de los días de la planta, y que a través de wi-fi se pueda efectuar un monitoreo”. De esta manera, se amplían las prestaciones del equipamiento.

Godino recordó: “Antes de iniciar el proyecto leí mucho sobre el tema; incluso descubrí que hay una empresa que produce este tipo de máquinas, que son más complejas pero también costosas. Su costo arranca en los 300 mil o 400 mil pesos, cuando estas se podrían comercializar a 60 mil o 70 mil pesos. La diferencia es económica y el alcance es mucho mayor”, destacó el estudiante.