A sólo un día del ataque a tiros contra el supermercado del suegro de Lionel Messi en la ciudad de Rosario, las cárceles de Rawson, Marcos Paz y Ezeiza fueron allanadas por efectivos de la Policía Federal en búsqueda de narcos que seguirían operando desde esos establecimientos de máxima seguridad, entre los que se encuentra el líder de la banda "Los Monos", Ariel Máximo "Guille" Cantero.
La celda que ocupa Cantero en el Pabellón 7 de la Unidad Residencial 2 del Complejo Penitenciario Federal 2 de Marcos Paz fue allanada por investigadores que buscaban teléfonos celulares, otros aparatos tecnológicos y la lista de las comunicaciones que realizó en estos últimos meses.
El allanamiento en la celda de Cantero fue solicitado en el marco de tres causas penales distintas: una, de la Justicia Federal de Rosario; otra, de la Justicia ordinaria de esa ciudad; y la restante, de la Justicia Federal de Morón. Todas ellas, en colaboración con el fiscal Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).
¿Casualidad?
Aunque fuentes judiciales señalaron que la fecha de los procedimientos no está relacionada con la balacera que sufrió el jueves el supermercado que pertenece al suegro de Lionel Messi, sino que estaban programados desde la semana pasada, para otros observadores la coincidencia resulta demasiado sugestiva para considerarla casual.
La sospecha de los investigadores es que las balaceras, el narcomenudeo principalmente en barrios conflictivos de Rosario y al menos un homicidio ocurrido en febrero en esa ciudad fueron organizados desde la cárcel por estos presos.
En uno de los dictámenes firmados por la fiscal federal 2 de Rosario, Paula Moretti, y por el fiscal Iglesias, se solicitó que se secuestraran en formato "físico o digital" los "registros de los números de abonados con los que se comunicó el interno Cantero desde la línea telefónica emplazada en el Pabellón 7 y los titulares de dichos abonados, al menos desde el mes de marzo de 2022 a la fecha".
Los pesquisas apuntan a dos líneas investigativas: la primera, vinculada a la posible comisión de Guille Cantero de conductas vinculadas al tráfico de sustancias estupefacientes y otros delitos organizados desde su lugar de alojamiento; y la segunda, referida a la posible complicidad estructural de las autoridades del Servicio Penitenciario Federal que permitió que Cantero cuente con dispositivos expresamente prohibidos.
Además, solicitaron que se cumplan una serie de medidas con Guille Cantero; entre ellas, que se lo ubique en otro sector de la cárcel de Marcos Paz donde no tenga contacto con otros detenidos vinculados al narcotráfico, que se disponga un control estricto de las comunicaciones que realice y que se someta a requisas cada 15 días a la celda en la que esté alojado.
Balas contra la cárcel
En otra causa que lleva la fiscal federal 1 de Morón, Mariela Labozzeta, junto con el fiscal Iglesias, se ordenó el allanamiento de la misma celda de Guille Cantero por una balacera contra el frente del Complejo Penitenciario de Marcos Paz en noviembre del 2022.
En esa causa, también se allanaron las celdas de otros cinco colaboradores de Cantero: dos de ellos, alojados en Ezeiza y los tres restantes, en Rawson.
En todos los casos, los investigadores buscan teléfonos celulares y aparatos de tecnología mediante los cuales se sospecha que los presos siguen organizando hechos de violencia y manejando sus respectivas bandas desde la cárcel.
En una de las celdas de la cárcel de Rawson, los policías hallaron un boquete a través del cual los presos lograban pasarse los teléfonos celulares con el fin de evitar ser descubiertos durante las requisas, dijeron a Télam las fuentes judiciales consultadas.
Otra de las causas que se les imputan a estos presos es el crimen de Lorenzo Altamirano, de 28 años, quien fue asesinado el 2 de febrero en la avenida Intendente Morcillo al 2800, de la ciudad de Rosario, en lo que se presume fue una interna de la barra brava de Newell's.