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El Censo mostró que comemos menos carne

Al arrojar un dato de mayor población que la estimada en la previa, la estadística de consumo se ajustó a la baja

Pocas horas después de finalizado el censo del 18 de mayo, el Indec arrojó el primer gran dato: en la Argentina hay 47.327.407 habitantes. La cifra sorprendió porque fue mayor a la esperada, pero además hizo que se revisaran muchas estadísticas a partir de allí.

Y una que inmediatamente la cadena de la carne vacuna miró fue la del consumo en el mercado interno. Es que el total de toneladas volcadas en el país se dividían por una cifra de habitantes que se creía de poco más de 46 millones. La primera conclusión fue entonces que comemos menos carnes por habitante al año de lo que se creía. Pero adicionalmente, se veía un consumo muy deprimido y en baja, que se ubicaba en torno a los 47,4 kilos por habitante al año, el menor que se recuerde. Pero el dato del censo mostró que podía ser peor.

Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), indicó que esta información cambia cada una de las estimaciones que se venían haciendo en materia de consumo de alimentos, en especial la de la carne.

“Las estimaciones del INDEC, con la que trabajamos, indicaba que éramos 46.230.000 personas. Hoy somos un millón de personas más, por lo tanto el consumo per cápita de carne se reduce”, aseguró el directivo.

De esta forma, explicó que el consumo de los últimos 12 meses fue de 46,5 kilos de carne bovina por habitante por año. Los datos anteriores arrojaban 47,4 kilos.

Por último mencionó que lo mismo ocurre con el consumo de las otras carnes como el pollo y el cerdo. En conclusión, cada argentino, por año, pasó de consumir de 108,6 kilos a 106,5 kilos de carne de distinta categoría.

Exportaciones

Por otra parte, un informe reciente de Ciccra mostró que durante el 2021 las exportaciones de carne vacuna alcanzaron las 571.200 toneladas peso producto, mientras que si no hubiese habido restricciones el volumen habría ascendido a 645.000 toneladas peso producto. Mientras tanto, el precio promedio de la carne en el mundo pasó de 4.164 dólares por tonelada a 5.568 dólares por tonelada.

Según el cálculo de Ciccra, si el país no hubiera dejado de embarcar esas 74.500 toneladas de carne las divisas aportadas por el sector se hubieran ubicado en 3.190 millones de dólares en 2021, pero llegaron a 2.788,6 millones de dólares, 401,4 millones menos.

En tanto, según se deduce del último informe de exportaciones de carne del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el frenazo a los embarques, más allá de haberse flexibilizado, sigue teniendo un efecto perjudicial en el volumen exportado.

Así, en los primeros tres meses de 2022, las exportaciones de carne vacuna argentina se redujeron en cerca de 11.000 toneladas respecto del primer trimestre de 2021, previo a la intervención, lo que representa un descenso del orden del 7,4 por ciento. De todas maneras, el valor total aumentó debido a una importante suba en el precio internacional de la carne.

En tanto, cuando el Gobierno decidió suspender las exportaciones de carne la inflación anual rondaba el 47% anual. Doce meses después, la inflación general anualizada en abril de 2022 fue del 58% y el precio promedio de la carne en el mercado local aumentó un 67,9%.

Es que, contrario a lo que buscaba el Gobierno, el cepo no generó mayor oferta de carne en el mercado local sino todo lo contrario.