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El circo que por la pandemia ya lleva un año varado en Carnerillo

Llegaron el 13 de marzo del 2020 y se instalaron en un predio a la vera de la ruta 158. A la semana se decretó la cuarentena. Se cumplió ya un año y los integrantes de la familia de "Milenium" siguen esperando brindar la primera función

El 13 de marzo de 2020 el circo Milenium llegaba con sus carromatos a Carnerillo. Esperaban estar en la localidad algunas semanas brindando sus espectáculos para luego seguir la hoja de ruta. Una semana después se declaró la cuarentena por el Covid-19.

Ya transcurrió un año desde que quedaron varados en el acceso norte de Carnerillo, en un predio del ferrocarril y a la vera de la ruta nacional N° 158. Sin poder realizar funciones, debieron buscar otras alternativas para subsistir.

José Salvador es el propietario y abuelo de toda esta familia circense que, obligada por la pandemia, debió reinventarse para poder subsistir, mientras esperan en algún momento poder volver a rodar por el país llevando su espectáculo.

“Hace un año que estamos en Carnerillo. Llegamos el 13 de marzo de 2020. Nosotros somos de Buenos Aires, de la ciudad de Merlo, y estamos recorriendo el país, pasando por todas las provincias”, comienza a contar Salvador.

Son alrededor de 10 personas las que conviven entre los carromatos y casillas. Todos, familiares. “No estamos autorizados a hacer funciones, no se puede acá en Córdoba. Acá no han permitido que sigamos con las funciones, hasta ahora. Nos reinventamos con algunas cosas que estamos haciendo. Arreglamos lonas, hacemos algunos trabajos que nos dan en el Municipio”, admite el hombre.

Igual situación ocurrió con otro gran circo que estuvo por largos meses en Río Cuarto, pero ya partió. En el caso de este grupo que se encuentra en Carnerillo, por el momento no encuentran otra salida más que permanecer y más aún cuando el país enfrenta una nueva ola de coronavirus.

“Con el circo no podemos hacer nada”. Y mientras habla señala detrás de él donde se encuentra el taxi loco, los camiones donde van las cargas y las casas rodantes.

Salvador agradece el apoyo de la Municipalidad de Carnerillo, que les brindó asistencia con mercadería cuando la primera cuarentena los sorprendió.

“Al principio de la pandemia nos han ayudado con mercaderías cuando comenzó la cuarentena,que estábamos aislados y no podíamos hacer nada afuera, y en todo momento el Municipio nos asistió”.

Al tiempo que recalca que ninguno de los integrantes de la familia se contagió de Covid.

Todos son artistas

En el grupo hay mujeres, niños y jóvenes. Salvador detalla que uno de sus hijos hace malabarismo y también es el payaso. “Tengo otro chico que es equilibrista; las nueras son trapecistas y las nietas, también”. El mayor del grupo es el encargado del espectáculo de tiro de puñales.

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José Salvador es la quinta generación de una familia de artistas de circo.

José Salvador es la quinta generación de una familia de artistas de circo.

En cuanto a la posibilidad de trabajo, las mujeres se anotaron en la selección del maní, una tarea que es requerida en las industrias radicadas en el pueblo. Aunque el deseo de esta familia es seguir viaje y poder realizar su trabajo, aseguran que, tras averiguaciones, la actividad circense está prohibida en todo el país.

Es la quinta generación de una familia de circo y es esta la actividad que por años les permitió subsistir. Pero la pandemia los atravesó. Aun así, no desisten y pretenden que el circo siga teniendo vida.

Con 70 años, Salvador quiere dejarles a sus hijos y nietos el legado circense.

Sobrevivir en la adversidad

“En un año ha pasado de todo. Nos vimos obligados a inventar cosas para salir de esta situación, para poder comer”, expone José Salvador. Así, y en parte favorecidos por el movimiento de transportes que trasladan la producción de la zona, realizan arreglos de las lonas de los camiones. Una actividad que parecen tener en común con el circo.

Con algo de nostalgia, el hombre relata cómo era la función. “Arrancaba con malabarismos, después venían las chicas del trapecio, el payaso, después venía yo con los puñales y el taxi loco es el número final. Nosotros entramos a la pista y lo hacíamos con ganas. Nos ha tocado trabajar con 8 personas, con menos y teníamos que trabajar igual”, remarca.

Y asegura que la tarea del circo no es sólo para ganar dinero, sino que es una pasión. “El circo del cual venimos se llamaba ‘Circo Europeo’. Ese andaba por Santa Fe y no pasó nunca por esta zona de Córdoba. ‘Milenium’ tiene 10 años. No sabemos y no nos imaginamos cómo serán los próximos meses”, puntualiza.

“Nunca nos imaginamos pasar por esta situación. Como esto, nunca hemos tenido una situación complicada. A veces uno pasaba un temporal de una semana, pero pasaba y a la otra semana uno siguió trabajando. Como este parate no hemos tenido nunca”, precisa.

Salvador estima que este 2021 los retendrá en Carnerillo. “Y en el 2022 vemos lo que pasa. Tenemos pendiente la función de Carnerillo. La gente está esperando hace un año la función”, finaliza