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Apenas el 13% de los casos de abril corresponde al grupo de edad escolar

Se trata de menores de 18 años. Desde los establecimientos escolares destacan no sólo el trabajo que se hace en cada burbuja sino también el cumplimiento de protocolos. En promedio, la cifra es menor con relación a marzo

Apenas el 13% de los casos registrados en lo que va del mes corresponde a menores de 18 años. Esto quiere decir que de los 1.253 positivos que fueron confirmados en los 21 primeros días del mes, 173 corresponden a niños y adolescentes.

Se trata de la franja etaria que cursa edad escolar en sus diferentes niveles, lo que permite ratificar que el mayor contagio no se da en los establecimientos, “y que la escuela sigue siendo un lugar seguro”, según destacan los propios docentes.

La secretaría de Salud municipal actualiza de manera diaria los casos confirmados en la ciudad, haciendo además una discriminación por barrios, y también por edad. Para ello estableció cuatro grupos: menores de 18 años; jóvenes de entre 18 y 40 años; el tercer trayecto que comprende a vecinos de entre 40 y 60 años y el último reservado para los mayores de 60 años.

La carga de datos se realiza de manera periódica y el corte se efectúa a las 14. A la tarde de este miércoles habían sido confirmados 1.253 contagios en los primeros 21 días del mes, de los cuales 173 corresponden a menores de 18 años. Allí se puede establecer que apenas el 13% corresponde a esa franja etaria.

Igualmente, el desglose de datos permite identificar que la mayor positividad se da entre los jóvenes de 18 y 40 años de edad, donde la cifra (644) llega al 51% de los casos totales. La cantidad menor se da en los adultos mayores, con apenas 141 casos (11%); mientras que el grupo comprendido entre lo 40 y 60 años tiene 295 confirmados.

La voz de los docentes

Este medio consultó a docentes de establecimientos escolares, uno de nivel medio y el restante de primario, con la intención de conocer cómo trabajan en el ámbito público las escuelas y qué nivel de contagios perciben.

MarceloCoppari, del Ipem 147 ManuelAnselmo Ocampo, sostuvo que el establecimiento cuenta con 59 burbujas, y que en los últimos días “hubo cursos con dos chicos que dieron positivo, aunque esa burbuja no viene esta semana. De igual manera, se efectuó todo el protocolo con docentes y demás. Hubo una especie de revolución, pero hasta ahora ha sido baja la cantidad de contagios”.

En la entidad de calle Catamarca, como en la mayoría de los establecimientos, se aplica un esquema bimodal, con una semana presencial y a la siguiente virtualidad.

Para ello, “dividimos burbujas A, B y hasta C. Segundo, cuarto, quinto y sexto año tenemos tres grupos por curso para respetar los 15 alumnos por burbuja, entonces de esta manera existe un control”.

Destacó que en la actualidad existe “un contacto mucho más fluido” con los responsables de la mesa de control de Covid en la ciudad, tras la disolución del COE Regional. “Fuimos el sábado a hacer los PCR y se hizo todo como corresponde”, mencionó.

Sostuvo que para el cumplimiento de los protocolos los alumnos no se cambian de burbuja y si bien cada uno tiene su grupo, “hay espacios de rotación. La biblioteca tiene una pantalla grande para los docentes que están en dispensa. También está la sala de informática y hay computadoras en el primer y segundo piso. Los chicos entran y salen, pero al retirarse se satinizan y luego recién ingresa otro grupo”.

Ratificó que se trabaja intensamente y que la incidencia de casos “no es intra-escuela, sino todas cuestiones exportadas”.

Por su parte, Jorge Banegas, responsable de la escuela José Bianco, mencionó que el regreso a las aulas tiene como premisa el cuidado paulatino, “de acuerdo al avance de la pandemia. Para iniciar fue necesario disponer de todos los elementos de higiene, y tener la escuela preparada”, dijo.

Si bien admitió que hubo “activaciones de protocolos”, dijo que fueron casos “que se van dando en función del progreso de la misma pandemia. Si hay afuera, la escuela es una caja de resonancia”.

“Coincidimos en que la escuela sigue siendo un lugar seguro para los estudiantes, atendiendo un montón de cuestiones, como por ejemplo la aplicación de protocolos elaborados por profesionales de salud y con gente vinculada al área de trabajo social”, ratificó.

Sobre la aplicación de protocolos en el nivel primario, dijo que se trata de llegar al máximo cumplimiento, “lo que nos da la posibilidad de hacer escuela, como se dice”.

“Todas las situaciones se informan, tanto a nivel local como superioridad”. Al igual que el resto de los establecimientos, la entidad de calle Mendoza funciona con bimodalidad:“una semana los chicos hacen presencial y la otra con un fuerte contenido de trayectos y experiencias que el estudiante debe trabajar desde un autoaprendizaje, con el apoyo de la familia, y siempre con una comunicación del docente para que los chicos puedan volver a la presencialidad y que ese tiempo no sea de pérdida sino de apoyo”.