Las precipitaciones de febrero estuvieron por encima del promedio histórico en casi todos los departamentos de la provincia y contribuyeron a aliviar el estrés hídrico y térmico que los cultivos sufrieron durante fines de enero y comienzos de febrero durante la ola de calor. Según los registros pluviométricos, los departamentos que recibieron mayores acumulados de lluvia fueron Santa María, San Justo, Río Primero y Colón.
En términos generales, eso permitió revertir cierto deterioro observado en los lotes en la primera mitad de febrero. En la segunda quincena, el escenario cambió y para bien.
Según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, sobre la base de información de sus colaboradores en todo el territorio, “mejoran las condiciones de los cultivos estivales durante la segunda quincena de febrero”.
Y allí se observa con claridad que mientras en el inicio de febrero casi el 25% de los lotes de maíz presentaban condiciones entre “regulares y malas”, en el cierre del mes ese porcentaje descendió bruscamente al 11%.De acuerdo al informe, el 26% estaba en condiciones “excelentes” y el 39% en un “muy buen” estado. Un 24%, fue considerado “bueno”, sobre un total de 3.196.000 hectáreas ocupadas con el cereal.
No es muy diferente la situación de la soja, que pasó de contar con el 30% entre “regular y malo”, a sólo el 12% en el cierre del mes pasado. Todo a partir de las lluvias y la baja de las temperaturas extremas. Los colaboradores de la Bolsa determinaron que el 25% de la oleaginosa en Córdoba está en condiciones “excelentes” y un 41%, muy buena. Además, el 22% de las 4.140.000 hectáreas obtuvieron una calificación “buena”.
Tal vez el de mayor cambio en su estado general sea el del maní. Según la Bolsa, en la primera quincena de febrero, ese cultivo, que representa la economía regional más importante de la provincia, mostraba un acumulado entre “malo y regular” del 19%. En el cierre del mes ya no hay lotes en un estado extremo de deterioro y apenas queda un 2% en situación “regular”. El resto tiene luz verde: 35% se encuentra en categoría “excelente”; 52%, en “muy bueno” y un 11%, “bueno”, sobre un total de 250.800 hectáreas ocupadas en la provincia.
En el otro extremo, el que menos reaccionó a las mejores condiciones climáticas fue el sorgo. En el arranque de febrero el 27% de los lotes estaba en regulares o malas condiciones, mientras que cerró ese mismo mes con un 23% (20% regular y 3% malo). En calificación de “excelente” se encontró el 12% de los lotes y un 38%, en “muy bueno”. Un 27% fue calificado como “bueno” por los colaboradores de la Bolsa, sobre un total implantado de 76.300 hectáreas.
En el caso del girasol se sembraron 95.400 hectáreas y allí tampoco hubo demasiado mejoras. A comienzos de febrero, por la ola de calor y la falta de lluvias, había un 15% en estado “malo o regular”, y al cierre del mes, llegó al 11% esa sumatoria.
En el caso de esta oleaginosa, el 19% se reportó en “excelente” estado al finalizar el mes; un 37% como “muy bueno” y un 32%, “bueno”. En el caso del girasol, además, se espera una producción de 208 mil toneladas -siempre según la Bolsa- volumen 7% superior al alcanzado en la campaña pasada.
El club de los seis que sumaron más de 200 milímetros de lluvia
Durante febrero, un mes que resultó “muy llovedor” en toda la provincia, hubo seis departamentos que superaron en promedio los 200 milímetros de lluvia: Calamuchita (234), Colón (229), Río Primero (216), San Justo y SantaMaría (214), y Unión (203).
En términos porcentuales, los que superaron con más holgura sus promedios históricos fueron Calamuchita (93% más), Tulumba (87), Totoral (84%) y San Justo (80%).