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"Está vivo y crece por su gente"

Leonardo Negrini, flamante presidente del "aurinegro", afirmó: "Superamos los 500 deportistas y en los próximos días presentaremos el nuevo acceso, el nuevo gimnasio techado y el nuevo quincho"

Leonardo Negrini nació hace 45 años en una casa a pocos metros del Club Unión Central, que hoy celebra su 113° Aniversario.

Es el flamante presidente de la entidad, a la que representó como futbolista y como basquetbolista, al igual que dos de sus cuatro hermanos Guillermo e Ignacio. Es hijo de Rogelio, histórico dirigente del “aurinegro”, y afirma que “no podemos festejar con toda la familia del club, ni con los más de 500 deportistas que representan a la entidad, pero lo haremos pronto. Sólo les deseo que disfruten y amen a Unión Central, como lo he hecho yo en estos 45 años”.

Una de las entidades deportivas más antiguas de la ciudad, fundada por ferroviarios que unieron dos pasiones (Rawson y Central Juniors) detrás de un gran club pintado a puro sentimiento de negro y amarillo, se apresta a “inaugurar el nuevo gimnasio techado, el nuevo quincho y el ingreso”.

Son obras “soñadas, que contaron con el apoyo de todos los hinchas, deportistas y padres, que con sus aportes alimentaron un subsidio de ‘Clubes en Obras’ de la Nación. Pequeñas campañas de recaudación, como la que incluyó los $2 mil por metro cuadrado, bajo el lema: ‘Sé parte de la historia del club’. Unión está vivo por su gente, y crece por su gente, que tiene otro espacio para disfrutar”.

El doble ingreso era un sueño que parecía imposible. Al “Gigante de Calle Rucci”, ahora se puede acceder por calle Estados Unidos, y disfrutar de otro gimnasio con medidas reglamentarias (600 metros cuadrados). Allí se ubicó el vóley, la nueva disciplina que se practica en el club. “Al fútbol y al básquetbol se les sumó hace años la gimnasia de la mano del profesor Daniel Barrientos y sus hijos. Ahora, el vóley también llegó para quedarse”.

Acotó que “varios colegios nos piden el gimnasio, el convenio con el Profesorado de Educación Física de las Rosarinas ya es histórico, y la UNVM lo ha utilizado. El gran problema era que no teníamos margen horario para todos, ni siquiera para nuestras categorías. Ahora el básquetbol y el vóley tienen 2 espacios físicos en la sede”.

Remarcó que “no descarto sumar más disciplinas, pero primero tendremos que inaugurar estas obras, sumar tableros, aros, piso. Adaptarnos y seguir avanzando con nuevos vestuarios, asador, cocina y dormis para concentración”.

“Un club para la gente”

Consideró que “Oscar Gattario me propuso que lo reemplace en la presidencia. Es vicepresidente. Su gestión fue brillante, con gente que seguimos a su lado, como el arquitecto Ariel Ortega, que es el gestor de las obras, muchos históricos y muchos nuevos”.

Estimó que “aún no me siento dirigente. Entro al club y comparto con gente que conozco desde chico. Soy uno más, igual que todos los hinchas de Unión. Amo a este club, que está cada vez más vivo y crece gracias a su gente”.

Comentó que “superamos los 500 deportistas. La esencia del club es la misma de siempre: un club para la gente, con deportes y formador de deportistas. El crecimiento en obras es increíble, pero lo más valioso es la gente de Unión”.

Afirma que “más allá de la cuota social y la que aportan los chicos en sus respectivos deportes, queremos brindarles algo. Sumamos un quincho para 70 personas, para festejar cumpleaños con asadores y un espacio verde”.

Señala que “lanzaremos una campaña de socios para ampliar el padrón. Mucha gente quiere asociarse y vamos a implementar la figura del socio cadete, para que cada deportista del club sea socio”.

Recalcó que “cada jugador con la cuota al día tendrá acceso a los quinchos”.

“Para sentirse orgulloso”

Asegura que “me siento orgulloso de formar parte de la familia de un club que creció y se hizo muy grande. Quedó en el casco centro de la ciudad. Necesitábamos dos ingresos, dos gimnasios, más baños, mejores vestuarios e iluminación, iremos por asadores y después la sala de concentración y cocina. Todo se edifica de a poco”.

Muestra una foto de un equipo que integró de minibásquetbol. “Estaba la pista de los grandes bailes, el viejo palco, escenario donde subían las bandas, y la cancha de básquetbol al aire libre. Ya le habían agregado los mosaicos, que están debajo del nuevo parqué”.

Destaca que “los dos gimnasios techados e iluminados se iniciaron comprando las torres”.

Añadió que “la gente lo hizo grande a Unión Central. Quisiera que toda esa gente sienta y encuentre lo mismo que yo en el club”.

Destaca que “estos lugares son los que permiten desarrollarse como deportistas y como personas. Los que llegamos hace 40 años y los que llegaron hace 1 mes deben sentir como propio a este club”.

Insiste: “No hay mejor contención para un niño que un club. Mucha gente me cuenta que se conoció en los bailes del club con su pareja, y ya son abuelos. Muchos profesionales se formaron acá. Me produce tanto orgullo como ver a nuestros grandes deportistas. Ojalá todos se enamoren del club como yo”.

“Sueño con la cancha de fútbol”

Leonardo Negrini dijo que “así como creció la infraestructura del básquetbol, quiero un espacio propio del club para el fútbol. Estamos agradecidos a Central Argentino, que nos alquila su cancha, pero soñamos con nuestra propia cancha”.

Consideró que “estamos abiertos al crecimiento de la ciudad y a la necesidad de nuestros deportistas y aunque faltan detalles para terminar las obras del nuevo gimnasio, el quincho y el ingreso por calle Estados Unidos, también el progreso se logra dando pasitos firmes, sin perder la esencia, pero jerarquizando con proyectos superadores”.

Mencionó que “el convenio con Ameghino es superador. Porque el club no varía su espíritu formador, y al deportista le otorga proyección. Sin descartar un crecimiento deportivo de Unión Central hacia el ámbito nacional, hoy los 2 clubes tienen su propio desarrollo”.

Afirma que “el acuerdo es superador. Nosotros queremos formar, que el chico se supere y desarrolle, y si aspira a crecer, que lo haga a nivel nacional con Ameghino”.

Comentó que “crecemos todos, mejora el deportista de la ciudad, y los clubes sólo tienen un convenio de voluntades, que es superador”.

Insistió en que “el club está vivo. La gente quiere volver pese a las restricciones en esta pandemia. Cada vez que habilitan para entrenar, el deportista vuelve al club. Unión Central no sobrevive, sino que está vivo, con mucha gente que se suma, y sigue creciendo”.

Indicó que “se nos había ocurrido inaugurar las obras para este aniversario, pero debimos suspender todas las actividades, y sólo el bar sigue funcionando. Pronto vamos a celebrar este acontecimiento”.

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