El incremento de casos por Covid-19 en la región y la inminente saturación del sistema sanitario empujaron al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) Regional Villa María a restringir -desde hoy- las actividades comerciales, administrativas, culturales, gastronómicas, deportivas y recreativas en un único horario: de 8 a 20 horas.
Aerca fue la primera institución en pegar el grito en el cielo. En horas de la tarde del sábado, la asociación que nuclea a empresarios de la región expresó a través de un comunicado que “bajo ningún punto de vista es necesario que las empresas que componen el sector productivo de la ciudad -industrias, comercios y empresas de servicio- vuelvan de fase”.
“Se ha evidenciado en muchas oportunidades que no es allí donde se producen los focos de transmisión y contagio del virus Covid-19”, reflejaron al respecto.
La posición de Aerca fue respaldada por los gastronómicos de la ciudad, quienes, no conformes con la restricción horaria, llamaron a movilizarse hoy a las 9.
“Movilización gastronómica y de trabajadores afectados por la nueva restricción horaria impuesta por el COE”, señala la invitación y agrega: “Exigimos alguna solución para poder trabajar en el horario nocturno de comida, como único sustento económico de muchas familias”.
El comunicado que lleva la firma de la Cámara de Empresarios Gastronómicos del Centro del País sostiene: “Decimos basta al atropello en contra de nuestro sector y pedimos más medidas que ayuden a controlar las verdaderas vías de contagios: incumplimiento de protocolos, sobre todo en horarios nocturnos y reuniones sociales en espacios públicos y fiestas clandestinas”.
La convocatoria será frente a la Municipalidad a las 9. El frente de protesta tiene previsto marchar al Centro Cultural Leonardo Favio, lugar donde se emplaza el COE Regional.
Se manifiestan otra vez
La convocatoria de los gastronómicos tiene un precedente cercano. El mismo ocurrió en la jornada del jueves 6 de agosto, cuando trabajadores del rubro se manifestaron en el centro y en el Concejo Deliberante.
Las congregaciones tuvieron como eje principal el cierre de bares y restoranes. La presión ejercida en ese entonces por los gastronómicos dejó en segundo plano lo dispuesto por el COE Central.
En aquella oportunidad, algunos comercios del sector optaron por abrir. Otros, en cambio, decidieron no hacerlo. Días después, el COE habilitó el regreso y las aguas se calmaron.