En la Cámara del Crimen, en el quinto piso de Tribunales, Daniel Ángel Agüero de 23 años y oriundo de Villa María, fue condenado a dos años de prisión de cumplimiento efectivo por ser el autor responsable de los delitos de lesiones leves calificadas y amenazas contra su expareja. Asimismo es preciso decir que el hombre se abstuvo de declarar.
Los hechos
En consonancia con el procedimiento judicial, la actuaria Gabriela Sanz, una vez iniciado el debate, leyó los acontecimientos.
En este sentido es preciso decir que el primero de ellos tuvo lugar en octubre de 2016. En ese momento, tras una discusión con quien era su pareja, la amenazó y le dijo: “Te voy a matar”.
Por otra parte, en septiembre de 2017, en determinado momento la mujer manifestó que quería ir a la plaza a jugar con su hijo —al que tenía en brazos— y, de repente, el hombre la llevó a la habitación, la tiró en la cama y le dio golpes de puño en la cabeza.
Luego la arrastró por la cocina, la amenazó y la tomó por el cuello. Fue allí cuando ella se defendió y le dio un puntapié. De esta manera, eso le dio tiempo para buscar a su hijo e intentar escapar.
Sin embargo, él la siguió, la alcanzó y la golpeó nuevamente en la cabeza.
En tanto, tras el episodio, llegó a la vivienda personal policial y médico, y efectivos del cuerpo de Bomberos. Una vez en el domicilio, la mujer se desmayó y sufrió tres convulsiones, por lo que debió ser trasladada al Hospital Regional Pasteur para su asistencia.
El condenado
Respecto a Agüero es preciso decir que vivió en concubinato junto a la damnificada, con quien tiene un hijo en común, durante aproximadamente 7 meses.
Además contó que, previo a su aprehensión, se desempeñaba como vendedor ambulante. Por otro lado señaló que no posee antecedentes.
Finalmente, cuando el juez Félix Martínez le preguntó si consumía estupefacientes, el acusado confesó que fumó marihuana hasta que ingresó a prisión.
Los alegatos
Entre sus argumentos, el fiscal Francisco Márquez presentó aquellos vinculados a la relación “conflictiva, enfermiza y con hechos de violencia”, según consta en el expediente y que, a la vez, tienen correspondencia con algunas de las declaraciones de familiares de la víctima, como la madre, la tía y la abuela. En esta dirección, a la vez, agregó que ella no lo quiso denunciar —por otros casos anteriores— por miedo.
Por último añadió que Agüero la “cosificó”, vulnerándola y dejándola en una situación de “injusticia”, y pidió que el sujeto sea condenado a 2 años de prisión efectiva por lesiones leves calificadas y amenazas.
Por otro lado, Javier Domingo Quiroga, el abogado del individuo, señaló que “no hay elementos directos y serios que lo incriminen” a su defendido. También dijo que de acuerdo con el relato de la víctima, ella “supuestamente sufrió lesiones en todo el cuerpo”, mientras que en el certificado médico sólo consta que tiene heridas en uno de sus brazos.
Seguidamente se refirió a las convulsiones y, en este sentido, expresó que la damnificada tiene una enfermedad neurológica y que, en el hecho, los episodios sufridos por ella se vincularon a que no tomaba la medicación y a que consumía drogas.
De este modo, Quiroga solicitó que la pena sea de ejecución condicional y que, por ende, Agüero sea puesto, inmediatamente, en libertad.
Finalmente, y como se mencionó, el Tribunal se inclinó por lo planteado por Márquez minutos antes.
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En consonancia con el procedimiento judicial, la actuaria Gabriela Sanz, una vez iniciado el debate, leyó los acontecimientos.
En este sentido es preciso decir que el primero de ellos tuvo lugar en octubre de 2016. En ese momento, tras una discusión con quien era su pareja, la amenazó y le dijo: “Te voy a matar”.
Por otra parte, en septiembre de 2017, en determinado momento la mujer manifestó que quería ir a la plaza a jugar con su hijo —al que tenía en brazos— y, de repente, el hombre la llevó a la habitación, la tiró en la cama y le dio golpes de puño en la cabeza.
Luego la arrastró por la cocina, la amenazó y la tomó por el cuello. Fue allí cuando ella se defendió y le dio un puntapié. De esta manera, eso le dio tiempo para buscar a su hijo e intentar escapar.
Sin embargo, él la siguió, la alcanzó y la golpeó nuevamente en la cabeza.
En tanto, tras el episodio, llegó a la vivienda personal policial y médico, y efectivos del cuerpo de Bomberos. Una vez en el domicilio, la mujer se desmayó y sufrió tres convulsiones, por lo que debió ser trasladada al Hospital Regional Pasteur para su asistencia.
El condenado
Respecto a Agüero es preciso decir que vivió en concubinato junto a la damnificada, con quien tiene un hijo en común, durante aproximadamente 7 meses.
Además contó que, previo a su aprehensión, se desempeñaba como vendedor ambulante. Por otro lado señaló que no posee antecedentes.
Finalmente, cuando el juez Félix Martínez le preguntó si consumía estupefacientes, el acusado confesó que fumó marihuana hasta que ingresó a prisión.
Los alegatos
Entre sus argumentos, el fiscal Francisco Márquez presentó aquellos vinculados a la relación “conflictiva, enfermiza y con hechos de violencia”, según consta en el expediente y que, a la vez, tienen correspondencia con algunas de las declaraciones de familiares de la víctima, como la madre, la tía y la abuela. En esta dirección, a la vez, agregó que ella no lo quiso denunciar —por otros casos anteriores— por miedo.
También, el representante del Ministerio Público Fiscal hizo hincapié en los “traumas psíquicos físicos” que genera la violencia de género.En el último hecho, ocurrido en 2017, Agüero agredió físicamente a la damnificada y le generó lesiones en distintas partes de su cuerpo.
Por último añadió que Agüero la “cosificó”, vulnerándola y dejándola en una situación de “injusticia”, y pidió que el sujeto sea condenado a 2 años de prisión efectiva por lesiones leves calificadas y amenazas.
Por otro lado, Javier Domingo Quiroga, el abogado del individuo, señaló que “no hay elementos directos y serios que lo incriminen” a su defendido. También dijo que de acuerdo con el relato de la víctima, ella “supuestamente sufrió lesiones en todo el cuerpo”, mientras que en el certificado médico sólo consta que tiene heridas en uno de sus brazos.
Seguidamente se refirió a las convulsiones y, en este sentido, expresó que la damnificada tiene una enfermedad neurológica y que, en el hecho, los episodios sufridos por ella se vincularon a que no tomaba la medicación y a que consumía drogas.
De este modo, Quiroga solicitó que la pena sea de ejecución condicional y que, por ende, Agüero sea puesto, inmediatamente, en libertad.
Finalmente, y como se mencionó, el Tribunal se inclinó por lo planteado por Márquez minutos antes.
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