A propósito de los últimos eventos que nos remiten a la época de la dictadura militar en la Argentina, tratamos de reflexionar junto a Enrique Andriotti Romanin, investigador del Conicet y especialista en derechos humanos y procesos judiciales. La película ‘Argentina 1985’ puso nuevamente el tema en agenda, sobre todo entre las nuevas generaciones; transitamos el pasado viernes un aniversario más del Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia en el año del 40° aniversario de la llegada de la democracia en nuestro país.

“Tenemos que buscar la tarea de pensar a futuro cuál es la agenda que necesitamos para que la sociedad argentina finalmente empiece a tener mayor capacidad de satisfacer a muchos de los que la habitan que hoy empiezan a encontrarse bastante desencantados”, dijo Andriotti Romanin para Rostros & Rastros.

¿Cómo ves el impacto de la película ‘Argentina 1985’?

Para mí es algo positivo, hay muchas posiciones divergentes, pero encontrarnos con una película como ‘Argentina 1985’ que ha circulado, ha sido de taquilla, ha puesto en el tapete un tema importante para la sociedad argentina como fue el juicio a las Juntas, es algo positivo per sé.

¿Por qué?

Básicamente por tres motivos, el primero porque nos pone en el lugar de pensarnos a cerca de qué fue este juicio y cómo se proyectó en el tiempo en nuestra sociedad. Sabemos que fue el primer juicio que se hizo de este tipo, no solo en Argentina sino a nivel mundial, que permitió que se juzgara y condenara a persona que cometieron crímenes con normativa nacional y eso me parece que es bueno mirarlo con todo el tiempo que pasó. En Argentina ha sido muy bueno este juzgamiento a la fuerza militar, pero también algunos civiles y eso está bueno que hoy se pueda revisar. Segundo, me parece importante porque pone en tema algo que para muchas generaciones de jóvenes es desconocido, muchos no conocen que esto que se hizo en Argentina tiene una historia, tiene un pasado. Muchos jóvenes cuando ven la película les parece de ciencia ficción. Finalmente en tercer lugar, me parece importante porque se da en un momento donde se discute mucho qué efectividad ha tenido la democracia y tiene aún. Por esos tres motivos me parece positivo que esta película esté, que circule, que se difunda y abra un debate en la sociedad argentina en estos 40 años de democracia, que creo que es una tarea urgente.

La frase ‘Nunca Más’ trascendió el juicio a las juntas…

Sí claro. Si bien era algo que circulaba, cuando se formula (la frase) en la sentencia, empieza a estar disponible más allá del ámbito judicial, se convierte en un vector en donde la sociedad argentina empieza a decir ‘Nunca Más’ a la violencia policial, a la represión y comienza a transformarse, a mi criterio, en algo que empodera y otorga a ciertos sectores de la sociedad ciertos derechos. Nunca más vivir lo que se vivió implica que hay que ir hacia un nuevo piso de derechos en donde el derecho a la vida, el derecho a la democracia, a la libertad de expresión, es algo que se tiene que respetar. En ese plano, creo que la frase excedió ampliamente el juicio a Las Juntas y aun hoy se proyecta con mucha legitimidad y es tomada por genera que ni siquiera saben de dónde viene. Hemos escuchado a jóvenes de corta edad, que hablan de nunca más el atropello de la policía a la salida de recitales, o a la violencia en boliches, cosas raras que hablan de la apropiación de la sociedad argentina de un símbolo que sigue siendo muy potente.

Esta película muestra a otros países lo que no les sucedió a ellos con historias similares…

Exactamente, funciona como un espejo invertido, si uno mira España en donde aún hoy no pueden resolver cómo lidiar con los crímenes cometidos por el franquismo, nos da a entender que somos un modelo posible para eso, y recordarlo no está mal. Lo mismo pasa en América Latina, hay muchas atrocidades que no han podido ser saldadas. Brasil todavía no pudo avanzar en resolver que ha ocurrido en su última dictadora, que fue distinta a la nuestra, pero que aún hay crimines impunes. Y ‘… 1985’ funciona como un vehículo de memoria que interpela a otras sociedades y eso vale muchísimo.

¿Qué debates tenemos que tener por este #24M?

Yo creo que una de las cosas a tener presente es esto que ocurrió en Argentina: la idea de conmemorar pero también juzgar y trabajar en la memoria de lo que fue el pasado es algo que no debe darse por sentado. Esto es el resultado de una lucha de muchos años, hoy aún hay mucha gente que sigue marcando la importancia de no olvidar y hay que seguir enfatizando esto. Lo que tenemos hoy como posibilidades de democracia es poder expresarnos, poder tener diferencias y que esto no suponga más que eso, es el resultado de una construcción muy fuerte de una idea de demacración y por eso hay que conmemorar lo que ocurrió para que no vuelva a ocurrir, esa es la tarea que tenemos.

¿Qué pasa con lo que nos falta lograr?

Lo que podemos hacer, es más allá del juzgamiento, es ver qué otras deudas tenemos como democracia que no hemos podido resolver. La democracia es un régimen que nos permite a nosotros mejorar, tenemos que buscar la tarea de pensar a futuro cuál es la agenda que necesitamos para que la sociedad argentina finalmente empiece a tener mayor capacidad de satisfacer a muchos de los que la habitan que hoy empiezan a encontrarse bastante desencantados. A mí personalmente me preocupa mucho cómo aparecen discursos que menosprecian a la democracia, que se desvaloriza la política y se niegan los crímenes cometidos en el pasado, y esas son las tareas que tenemos por delante: trabajar por una democracia en la todos los hombres y mujeres del país se sientan parte.

Por Fernanda Bireni