Las escasas lluvias de mayo fueron determinantes en Córdoba para que los productores decidan en muchos casos abandonar la idea de apostar por el trigo, mientras que otros recortaron el área de siembra. En cualquiera de los dos casos incidieron en una tendencia negativa para la fina de este año en la provincia.
Sobre las cuestiones meteorológicas se suma además cierta incertidumbre sobre reglas de juego, las medidas del Banco Central sobre el tipo de cambio el viernes pasado que agregó dudas, y hasta nuevos rumores de alza las retenciones.
En ese contexto, la Bolsa de Cereales de Córdoba realizó la segunda estimación de siembra de trigo y allí advirtió que la provincia irá a contrapelo de lo que ocurre en otras grandes productoras como Santa Fe y Buenos Aires, que esperan estirar fronteras este invierno.
Lo cierto es que los cálculos de la Bolsa hablan de una caída del 13% en la superficie a sembrar y de una merma del 26% en la producción.
Con estos valores la producción de trigo 2020/21 en Córdoba podría ser de 3.420.000 toneladas, lo que equivaldría al 26% menos que la campaña 2019/20 pero que sería un 21% superior al promedio histórico de producción (2007-2020).
“En esta segunda estimación de intención de siembra de trigo en Córdoba para la campaña 2020/21, la Bolsa de Cereales de Córdoba a través de sus colaboradores distribuidos en más de 220 localidades estima que la superficie sufriría un recorte del 13% respecto a la campaña pasada, alcanzando las 1.425.400 hectáreas”, señala el informe.
En términos absolutos, se dejarían de sembrar 210.000 hectáreas de trigo, siendo la causa principal la baja disponibilidad de agua en suelo. En este sentido, la tendencia de Córdoba se contrapone al resto de las principales provincias productoras, en las cuales se incrementaría la superficie.
A nivel nacional las hectáreas de trigo 2020/21 se estiman en 7.000.000, incrementando en un 1,4% la superficie 2019/20.
“Todos los colaboradores coinciden en que existían muchas ganas de sembrar trigo, pero las lluvias no acompañaron y tuvieron que disminuir la superficie. A finales del mes de mayo, el avance de siembra era muy bajo. Sólo se había sembrado en los lotes con humedad superficial que permita la germinación de las semillas. Si bien hay localidades puntuales donde la disminución del área sembrada es muy importante, en el orden del 60% al 80%, estas no son tradicionalmente zonas trigueras”, enfatizó el informe.
Por otra parte, y en lo que respecta al valor esperado del trigo, los contratos de futuro marcan valores cercanos a los US$ 163 para la posición de diciembre 2020, de acuerdo al informe de la Bolsa de Cereales provincial.
Dicho valor es inferior al precio de la campaña anterior por US$ 5 y se encontraría levemente por debajo del precio promedio del trigo a cosecha para las últimas once campañas, representando un cambio de escenario respecto de lo que se esperaba en abril de este mismo año.