El arrastre de la situación de sequía de la última campaña agrícola planteó serias dificultades desde el minuto cero para la campaña triguera en la provincia de Córdoba. Con una superficie sembrada de apenas 782 mil hectáreas, muchos lotes atravesaron un largo período de falta de lluvias que sumado a las consecuencias vigentes de La Niña hizo que no sólo sea escasa la superficie destinada a ese cereal, sino que luego su rendimiento no fuera el óptimo.
Por eso, el resultado final, que comenzará a verse a partir de ahora cuando las cosechadoras empiecen a realizar su trabajo, será la peor cosecha triguera en 14 años.
Así lo consideró el Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba en su último trabajo que puso la lupa sobre la campaña fina en la provincia.
El informe plantea que “durante el primer semestre del 2023 el ‘El Niño’ no se hizo presente y, con él, tampoco las esperadas lluvias. Partiendo de la condición hídrica heredada de la campaña previa y, sumando lo anterior, durante la ventana de siembra los suelos presentaban escasez de humedad en gran parte del territorio cordobés. Esta situación provocó una caída en el área sembrada de trigo, esperando futuras lluvias para ser aprovechadas por los cultivos estivales. En línea a lo anterior, el área sembrada para el cereal en la campaña 2023/24 se ubican en aproximadamente 782.000 hectáreas, disminuyendo un 24% interanual”, puntualizó.
Pero además, agregó que sumado a la caída en la superficie sembrada, el área cosechable sería de 599.600 hectáreas (77% del área sembrada) y el rendimiento promedio provincial se estima en 16 quintales por hectárea (medio quintal más comparado con el año previo). De esta manera, el volumen producido durante esta campaña sería de poco más de 957.400 toneladas. Este valor es el más bajo de las últimas catorce y en comparación al ciclo previo, se observaría una disminución en 86.800 toneladas, lo cual implicaría una caída del 8%. A su vez, sería la única campaña desde la 2010/11 que no llegaría al millón de toneladas producidas.
En relación con la industrialización del cereal, Córdoba transforma, en promedio, 1,3 millones de toneladas de trigo. Generalmente, la provincia cosecha un volumen superior del que industrializa, llegando a producir hasta cinco veces el trigo molido en una campaña. Sin embargo, para el ciclo en curso, se espera una producción de poco más de 957.400 toneladas la cual no llegaría a cubrir la necesidad de los molineros como ha ocurrido en pocas ocasiones, pero esa vez será en dos consecutivas, ya que en la 2022/23 se logró apenas el millón de toneladas. De esta manera, nuevamente Córdoba tendría que importar trigo de provincias vecinas o industrializar un menor volumen.
La provincia cuenta con molinos distribuidos a lo largo y ancho de su territorio donde la mayor concentración se observa en la zona centro y sureste de Córdoba.
Los departamentos del centro provincial serían los más afectados, ya que es donde se encontrarían los menores volúmenes de producción, contrariamente al este y sudeste donde la cosecha presentaría mejores valores.
A diferencia de la campaña anterior, que en términos productivos tampoco fue buena, los elevados precios esperados a cosecha permitían compensar, en cierta medida, la merma productiva. “Para este ciclo 2023/24 la situación cambiaría, el precio de exportación (FOB) a diciembre de 2023 se estima en US$ 255 por tonelada, una disminución del 35% respecto la campaña previa, y US$ 8 por tonelada debajo del promedio de US$ 263 la tonelada”, explicó el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
El precio disponible también presentaría un descenso del 28% respecto a la campaña previa, situándose en los US$ 235 por tonelada, pero en comparación al promedio de US$ 190 la tonelada, se posiciona US$ 45 por tonelada por encima del mismo.
Con estos precios para el cereal, el valor bruto estimado para la producción 2023/24 sería de US$ 244 millones, el valor más bajo considerando la serie histórica de la Bolsa. Este valor se obtiene multiplicando la producción por el precio de exportación, y representa los ingresos totales para todos los actores de la cadena, incluido los derechos de exportación. Comparando con las campañas previas, el valor bruto de la producción sería US$ 420 millones menor al promedio histórico y US$ 169 millones más bajo que el de la campaña anterior.
Por otro lado, si ahora se valúa la cosecha al precio disponible se obtiene el ingreso bruto de los productores, que sería la porción del ingreso total que mantendrían aquellos agentes que participaron en la producción, comercialización y transporte al puerto del cereal. Este valor sería de US$ 225 millones, US$ 117 millones más bajo que la campaña 2022/23, y así, el valor más bajo en doce campañas.
Considerando un escenario de partida con rindes históricos promedios (2007-2022), si se cosechara la totalidad del área sembrada, la producción sería de aproximadamente 2,03 millones de toneladas. Dicho volumen, valuado al precio de exportación (FOB) a diciembre de 2023, presentaría un valor bruto de la producción de US$ 517 millones. Sin embargo, con una cosecha estimada en 957.400 toneladas, el valor alcanzaría US$ 244 millones, lo cual implica una pérdida respecto al potencial de US$ 273 millones. En el caso del ingreso bruto de los productores, las perdidas respecto al potencial ascenderían a US$ 252 millones.
Por otra parte, el trabajo establece la conveniencia o no de cosechar el cereal en los departamentos de la provincia: “En este escenario, el productor cordobés que sembró trigo deberá evaluar si le conviene cosecharlo o no. Para aquellos que decidan hacerlo, el margen bruto indica si el productor llega a cubrir sus costos directos y gastos comerciales”, explica la Bolsa.
Y continúa: “Para un planteo promedio provincial, se observa que la situación para el productor empeoraría respecto a la campaña 2022/23. El margen bruto continuaría en niveles negativos, pero incrementándose la pérdida en US$ 34 hectárea, alcanzando los US$ 86 por hectárea”.
A nivel departamental, el mejor resultado se daría en el departamento Juárez Celman con un margen bruto de US$ 129 por hectárea, seguido por Marcos Juárez (US$ 67) y en tercer lugar Roque Sáenz Peña (US$ 45). Los tres mencionados se muestran como excepción a la regla ya que los departamentos restantes presentarían márgenes brutos negativos.