En ronda de prensa, el abogado de un buen número de damnificados por Generación Zoe, Eduardo “Tati” Rodríguez, indicó este miércoles que desde la organización “nunca hubo voluntad de pago”.
Para el asesor letrado, Cositorto tuvo tiempo suficiente para cumplir con aquellas personas que se sintieron estafadas. “Ha tenido de febrero hasta hace unos días para efectuar algún pago”, indicó.
Rodríguez sostuvo que la conducta omisiva del líder de Zoe lo coloca como sospechoso de los delitos de asociación ilícita y estafa.
“Es evidente que ha habido un ardid que ha hecho caer en engaño a quienes aportaron en Zoe”, reconoció el abogado, quien a su vez se desempeña como secretario de Gobierno de la Municipalidad de Villa María.
Rodríguez reconoció que en su estudio recibieron a una veintena de personas que fueron engañadas con el esquema piramidal. “Como damnificados, a cada persona le cabe el derecho de constituirse como querellante particular o como actor civil. Hemos asesorado más o menos a unas 20 personas en la constitución como querellantes particulares. Ahora, estamos evaluando la constitución o no en actores civiles para realizar un reclamo indemnizatorio por el daño producido por el delito y no por el contrato que según Cositorto se ha incumplido o demorado en el pago”, afirmó.
Del mismo modo, comentó que cuando se trata de delitos de acción pública, como lo es la estafa y la asociación ilícita, figuras aplicadas por la doctora Juliana Companys, no es necesario que la víctima formule una denuncia. “Todos aquellos que popularmente tratamos como denunciantes en realidad son damnificados que han ido a brindar su testimonio de qué es lo que les ha ocurrido en su relación con Zoe”, expuso.
El abogado reconoció que detrás de las casi 20 personas que asesora hay muchas más. “Cada caso es como un racimo de uvas. El damnificado, a los fines de obtener beneficios, hacía segundos, terceros y cuartos aportes a nombre del padre, de la madre, del primo o del tío, lo que ha generado una pluralidad de víctimas, donde a lo mejor hay un integrante del grupo familiar que es el que se constituye como querellante en defensa del patrimonio propio, a veces usado con nombres ajenos”, aseveró.
Cuentas en criptomonedas
Rodríguez señaló que el grueso del dinero que la gente aportaba en efectivo, ya sea en dólares o en pesos, Zoe lo iba transformando en criptomonedas.
“Hoy no existen medidas cautelares que permitan actuar sobre esas cuentas en criptomonedas. Ahora bien, si el titular de esa cuenta resuelve transformar mediante el mecanismo que corresponde esas criptomonedas en dinero en efectivo y devolverlo a los damnificados, ahí estaríamos sí en la versión originaria de Cositorto de que esto ha sido un atraso. Obviamente, si esa voluntad no se demuestra, la intención de quienes han participado de esta maniobra no ha sido otra que estafar”, concluyó.