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Cerró Suschen, una de las empresas golosineras más grandes de la Argentina

Fabricante de la tradicional Mielcita, abrió sus puertas en 1976 y tenía su planta en La Matanza. Más de cien trabajadores quedaron en la calle

La empresa Suschen, una de las mayores productoras de golosinas de la Argentina, cerró ayer la fábrica que tenía en la localidad bonaerense de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza, donde elaboraba la tradicional "Mielcita".

Más de 100 trabajadores, en su mayoría mujeres, se quedaron sin empleo y, al menos por ahora, tampoco cobrarán las indemnizaciones, dado que la compañía informó que no cuenta con el dinero para hacer frente a esa obligación legal.

En la planta ubicada en Estrada 245 de esa ciudad del oeste del Gran Buenos Aires se producían desde 1976 golosinas como la tradicional "Mielcita" y los populares alfajores "Suschen" y "Loquillo".

José Luis Ledesma, delegado de la comisión interna gremial de la planta, lamentó el cierre de la fábrica y dijo que los operarios habían hecho "todo lo posible" para evitar llegar a esta instancia, pero no pudieron impedirlo.

La empresa tiene deudas millonarias y, en un contexto de fuerte caída de ventas por la crisis económica, tampoco puede hacer frente a las tarifas de energía eléctrica, gas natural y agua potable, dijo Ledesma.

"Nos sentimos muy mal. Hay compañeras que tienen chicos discapacitados. Hicimos todo lo posible para que esto no ocurra. Pero por los malos manejos estamos pasando esta situación", lamentó el delegado en declaraciones a Radio 10.

Y agregó: "Hemos cubierto lo que los empresarios no pudieron cubrir. Se llevaron el activo fijo y se burlaron de todos. No somos locos ni suicidas, vamos a buscar una posición y continuidad de trabajo".

También dijo que más de 100 operarios han quedado en la calle debido al cierre de la fábrica.

Suschen, compañía fundada en 1976, llegó a ser una de las diez mayores productoras de golosinas en la Argentina.

Ledesma contó que la firma había desarrollado un sistema de comercialización de llegada directa a canales mayoristas de golosinas, comestibles, supermercados e hipermercados, y distribuidores directos.

Pero a pesar de esa compleja ingeniería de logística no pudo sobreponerse a la fuerte caída de ventas debido a la depresión del consumo que configuró la crisis económica. "El gremio nos apoyó mucho, hemos recorrido todos los canales legales para evitar el cierre. Hubo un mal manejo de la empresa (por parte de sus dueños), pero también están las tarifas del gas, la luz y el agua por las nubes. Esto se ha hecho realmente imposible", admitió el delegado.

Ledesma contó que la comisión interna gremial que representa a los 150 operarios venía manteniendo reuniones con los directivos de la empresa en el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, pero el jueves comunicaron su decisión de cerrar la empresa.

“Es tremendo”

"Nos dijeron en la reunión: hasta acá llegamos. Es tremendo. Fue en el mismo Ministerio de Trabajo. Y ahora nosotros nos tenemos que abocar a ver qué hacemos. La gente durmió en la fábrica para resguardar las máquinas, para que no se las lleven", afirmó Ledesma.

El dirigente sindical agregó también que los directivos de la compañía dijeron que no van a pagar las indemnizaciones porque no tienen dinero, la firma está "muy endeudada" y tiene "varios juicios".

Tía Maruca, al borde del concurso de acreedores

Una crítica situación financiera por la que atraviesa la fábrica de galletitas "Tía Maruca" puso a esa empresa al borde del concurso de acreedores, que se suma a un serio conflicto salarial con sus 400 empleados.

La compañía, ubicada en la localidad de Albardón, provincia de San Juan, tiene una deuda bancaria de poco más de 133,7 millones de pesos, de los cuales el 12% está "con problemas/riesgo moderado" y el 4% "con alto riesgo de insolvencia/riesgo alto", según el Banco Central.

También registró más de 500 cheques rechazados por un total de 127,8 millones de pesos.

El subsecretario de Trabajo de San Juan, Roberto Correa Esbry, comentó que "la firma está con dificultades financieras y trata de solucionar esos problemas".

Según dijo el funcionario en declaraciones a una radio local, el problema es que "Tía Maruca" vende su producción y cuando reinvierte para volver a producir, los costos de la materia prima son más altos, por la inflación.

A esta situación se suma que, desde principios de este año, está en conflicto con sus empleados, a quienes paga los salarios en cuotas e, incluso, todavía no abonó el medio aguinaldo.

Correa Esbry señaló que "no hay denuncia laboral todavía, pero estamos al tanto de la situación de conflicto que hay con el atraso en el pago de los sueldos".

"Tía Maruca" fue fundada en 1998 y tenía una planta en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires.

Varios años después, en marzo de 2017, compró la fábrica que pertenecía a Dilexis, una empresa del grupo Pepsico, ubicada en San Juan.

Para ese año, la compañía controlaba alrededor del 5% del mercado local de galletitas, liderado por Bagley y Mondelez (ex Terrabusi).

Según datos de la industria, el mercado de galletitas mueve unos 45.000 millones de pesos anuales.

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