El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra, denunció ayer la suspensión de alrededor de 1.000 operarios en yacimientos de Vaca Muerta por el parate en las perforaciones.
Denunciaron la suspensión de mil operarios en Vaca Muerta
Aseguran que la menor actividad obedece al congelamiento de precios del petróleo
Pereyra informó que las empresas San Antonio, Schlumberger, Baker Hughes y Calfrac paralizaron los equipos de perforación y que "no quedó ni un set de fractura".
Dijo que el gremio busca ahora que el sector empresarial garantice el pago de sueldos y no aplique despidos.
El gremialista señaló que "al bajar un equipo todo lo que se mueve alrededor tiene serios problemas y hay empresas que bajaron su actividad como consecuencia de la finalización de contratos".
En declaraciones a AM 530, agregó que la decisión también es consecuencia de "las medidas del gobierno nacional, que con el decreto 566 congeló el precio y los inversores han bajado las inversiones".
El sindicalista y actual senador nacional precisó que el gremio se mantiene en estado de alerta y movilización y que la decisión empresarial "genera desconfianza y viola la seguridad jurídica".
"Estamos complicados, tenemos a 1.000 compañeros en suspensiones rotativas para evitar los despidos", recalcó el secretario general.
El Gobierno congeló el precio del barril de crudo en 59 dólares, mientras en el mundo el petróleo Brent –de referencia en la Argentina- sigue por arriba de US$ 60 y las productoras lo entregan a las refinadoras a US$ 42, lo que provoca un corte en la comercialización, la cadena de pagos, el abastecimiento de insumos y freno en la perforación petrolera.
Pereyra afirmó que el gobierno nacional “ha perjudicado a toda la actividad” y adelantó: “El próximo año no vamos a tener el crecimiento con 20 o 25 equipos trabajando”.
El sindicalista se mostró confiado en que un cambio de administración empiece a "generar la confianza que se perdió con este Gobierno para traer nuevas inversiones".
Empresa textil en problemas
En otro orden, los trabajadores de la textil Iberoamericana, ubicada en la ciudad bonaerense de Ramos Mejía, se manifestaron en la puerta de la empresa para reclamar el pago de salarios adeudados y expresaron su temor por el cierre de la planta de producción.
Se trata de la empresa pionera en el rubro textil del tejido plano en la Argentina situada en el partido de La Matanza desde el año 1943, donde actualmente opera una planta de producción de 18.000 metros cuadrados.
Según datos de la Asociación Obrera Textil, esta industria perdió casi 9.000 puestos de trabajo en todo el país en los últimos tres años como consecuencia del cierre de plantas de producción y de la reducción de personal por la caída de la demanda en el mercado interno y el ingreso de productos importados.
Textil Iberoamericana es la única compañía que produce corderoy rígido y elastizado en la Argentina y además se dedica a la elaboración de gabardina -tela fuerte y tupida de lana o algodón, trama en diagonal y diferentes grosores- y denim, un tejido empleado en la confección de ropa de trabajo.
La planta tiene tradición algodonera y elabora mezclas con fibras sintéticas y elastoméricas; además, realiza procesos de preparación de hilado, tejeduría, tintorería y acabado de telas, según su página web.
La compañía cuenta con trabajadores mensualizados afiliados al Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) y quincenales, representados por la Asociación Obrera Textil (AOT), y con todos tiene deudas.
A los afiliados a la AOT la firma les debe tres quincenas y el medio aguinaldo completo, mientras que a los representados por el Setia les adeuda una parte del salario de julio, el total de agosto y el 50 por ciento del medio aguinaldo.
"La fábrica no está cerrada. Estamos todos, pero no hay materia prima para trabajar. Los clientes retiraron mercadería que había que procesar", detalló una empleada.
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Dijo que el gremio busca ahora que el sector empresarial garantice el pago de sueldos y no aplique despidos.
El gremialista señaló que "al bajar un equipo todo lo que se mueve alrededor tiene serios problemas y hay empresas que bajaron su actividad como consecuencia de la finalización de contratos".
En declaraciones a AM 530, agregó que la decisión también es consecuencia de "las medidas del gobierno nacional, que con el decreto 566 congeló el precio y los inversores han bajado las inversiones".
El sindicalista y actual senador nacional precisó que el gremio se mantiene en estado de alerta y movilización y que la decisión empresarial "genera desconfianza y viola la seguridad jurídica".
"Estamos complicados, tenemos a 1.000 compañeros en suspensiones rotativas para evitar los despidos", recalcó el secretario general.
El Gobierno congeló el precio del barril de crudo en 59 dólares, mientras en el mundo el petróleo Brent –de referencia en la Argentina- sigue por arriba de US$ 60 y las productoras lo entregan a las refinadoras a US$ 42, lo que provoca un corte en la comercialización, la cadena de pagos, el abastecimiento de insumos y freno en la perforación petrolera.
Pereyra afirmó que el gobierno nacional “ha perjudicado a toda la actividad” y adelantó: “El próximo año no vamos a tener el crecimiento con 20 o 25 equipos trabajando”.
El sindicalista se mostró confiado en que un cambio de administración empiece a "generar la confianza que se perdió con este Gobierno para traer nuevas inversiones".
Empresa textil en problemas
En otro orden, los trabajadores de la textil Iberoamericana, ubicada en la ciudad bonaerense de Ramos Mejía, se manifestaron en la puerta de la empresa para reclamar el pago de salarios adeudados y expresaron su temor por el cierre de la planta de producción.
Se trata de la empresa pionera en el rubro textil del tejido plano en la Argentina situada en el partido de La Matanza desde el año 1943, donde actualmente opera una planta de producción de 18.000 metros cuadrados.
Según datos de la Asociación Obrera Textil, esta industria perdió casi 9.000 puestos de trabajo en todo el país en los últimos tres años como consecuencia del cierre de plantas de producción y de la reducción de personal por la caída de la demanda en el mercado interno y el ingreso de productos importados.
Textil Iberoamericana es la única compañía que produce corderoy rígido y elastizado en la Argentina y además se dedica a la elaboración de gabardina -tela fuerte y tupida de lana o algodón, trama en diagonal y diferentes grosores- y denim, un tejido empleado en la confección de ropa de trabajo.
La planta tiene tradición algodonera y elabora mezclas con fibras sintéticas y elastoméricas; además, realiza procesos de preparación de hilado, tejeduría, tintorería y acabado de telas, según su página web.
La compañía cuenta con trabajadores mensualizados afiliados al Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) y quincenales, representados por la Asociación Obrera Textil (AOT), y con todos tiene deudas.
A los afiliados a la AOT la firma les debe tres quincenas y el medio aguinaldo completo, mientras que a los representados por el Setia les adeuda una parte del salario de julio, el total de agosto y el 50 por ciento del medio aguinaldo.
"La fábrica no está cerrada. Estamos todos, pero no hay materia prima para trabajar. Los clientes retiraron mercadería que había que procesar", detalló una empleada.