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El país cae en un "default blando", pero sigue negociando hasta el 2 de junio

Hoy se cumple el plazo para cancelar un vencimiento por 503 millones de dólares correspondiente a tres bonos y la Argentina incurrirá en un incumplimiento, pero todavía hay posibilidades de alcanzar un acuerdo

Un día antes de la fecha clave para la reestructuración de la deuda, el Gobierno prorrogó hasta el 2 de junio la negociación para seguir dialogando con los bonistas. Hoy se cumple el plazo para cancelar US$ 503 millones correspondientes a tres bonos. Esto implica en los hechos que Argentina entraría en default, esto entendido como un incumplimiento de pago.

Sin embargo, este evento de default está acompañado por un compromiso de seguir negociando con los tenedores de estos títulos, por lo que los acreedores no presentarían acciones legales contra el país. Es lo que se conoce, entonces, como un "default blando".

"La República Argentina anunció hoy (por ayer) que extendió por un período adicional el vencimiento de la invitación que hizo a los tenedores de ciertos bonos elegibles" para ser canjeados por otros títulos", informó en un comunicado el Ministerio de Economía.

Aclara que el período de negociación llegará al 2 de junio, "salvo que se extienda por un período adicional o que se finalice en forma anticipada".

"La República continúa recibiendo opiniones y sugerencias de inversores acerca de diferentes caminos para mejorar el valor de recupero", indicó.

Aseguró que "se halla analizando estas sugerencias para maximizar el apoyo de los inversores, preservando al mismo tiempo sus objetivos de sostenibilidad de la deuda".

"Argentina cree firmemente que una reestructuración de deuda exitosa contribuirá a estabilizar la condición económica actual, aliviando las restricciones a mediano y largo plazo sobre la economía de la Argentina devenidas de la actual carga de deuda", sostuvo.

La noticia se conoce luego de que el vocero del Fondo Monetario Internacional, Gerry Rice, apoyara el diálogo entre el Gobierno y los bonistas. "No quisiera especular con el resultado de esas negociaciones, lo que quiero decir es que estamos alentados por la voluntad de ambas partes de seguir negociando para alcanzar un acuerdo", sostuvo (ver aparte).

Menos pretensiones

Asimismo, el fondo BlackRock -que no es el fondo individual con más tenencia de títulos argentinos, pero sí el que tiene mayor peso de negociación- había dejado trascender en las últimas horas la baja en las pretensiones de la contrapropuesta original.

Argentina había hecho una oferta hace un mes para canjear su deuda en moneda extranjera emitida bajo legislación extranjera. Luego de 15 días de negociación la oferta fue rechazada por la amplia mayoría de los bonistas y se abrió una nueva ventana de negociación cuyo vencimiento se cumple hoy.

Los títulos de deuda que vencen son AA21, AA26 y AA46, que el gobierno de Mauricio Macri emitió en abril de 2016 para pagarle a los holdouts que no habían entrado a los canjes de 2005 y 2010.

El Gobierno, a través de Alberto Fernández, venía insistiendo en sus declaraciones en la necesidad de no entrar en default. A principios de mayo decía precisamente: "Nosotros no queremos estar en default. Hemos hecho una propuesta muy sostenible a los acreedores. Y los acreedores no están perdiendo con nuestra propuesta, sólo están ganando menos".

El ministro Martín Guzmán había presentado el 16 de abril los detalles de la propuesta, que incluía tres años de gracia y una quita del 62% en los intereses. Con aquella propuesta recién empezaría a pagar en 2023 una tasa de interés de 0,5 por ciento y esas tasas irían creciendo, "pero hasta niveles sostenibles". Esta fue la propuesta rechazada originalmente por la mayoría de los acreedores.

Según se estimaba, el valor de los ingresos que recibiría alguien que tome uno de los bonos del plan BlackRock -la contrapropuesta original- equivaldría a un promedio de casi US$ 60 por cada US$ 100 (descontados a una tasa de 10%). El Gobierno había ofrecido alrededor US$ 40 (descontando al 10%).

¿Qué significa "descontando al 10%"? Es lo que se conoce en finanzas como la exit yield, es decir, el cálculo de la tasa a la que ese bono se va a negociar una vez que se reestructure.

Así, se llega a hoy con una prórroga para seguir negociando y previendo que un posible acuerdo sería un punto intermedio entre los US$ 40 del Gobierno y los US$ 60 de BlackRock.