El juicio por el asesinato de Miguel Alexander “Nano” Martínez, hecho que conmovió a la ciudad en mayo de 2020 y por el cual están imputados dos jóvenes rugbiers, Joaquín Munárriz y Tomas Cánova, tuvo este martes su segundo capítulo en el hall de Tribunales de Villa María.
Durante el segundo día, fueron invitados a participar del juicio cinco testigos: por un lado, la defensa de los imputados llamó a tres personas; por otro lado, el fiscal de Cámara solicitó la presencia de otras dos.
La jornada de ayer también quedó marcada por el dolor de la madre de Nano Martínez, Mirta, quien en un momento de la tarde noche rompió en llanto, motivo por el cual debió abandonar la sala.
Los testigos
La defensa de Munárriz y Cánova, que sumó a sus filas a un experimentado abogado en materia de derecho penal, el exfiscal Darío Vezzaro, propuso tres testigos para la fecha. En primer término, declaró la abogada Analía Nícoli, la primera defensora de Munárriz. En segundo término, fue convodada a participar de la audiencia la novia del mismo Joaquín Munárriz, quien se abstuvo de declarar. En tercer término, se presentó como testigo una oficial de la alcaidía, perteneciente a la fuerza de seguridad provincial.
Por su parte, el Ministerio Público Fiscal (MPF), representado por el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, llamó a un sargento de la Policía de Córdoba, quien estuvo a cargo de las investigaciones desde el minuto uno, y a un subcomisario de la misma fuerza que participó del hallazgo del cuerpo del joven.
La madre de Nano Martínez no soportó los dichos de este último policía y lloró desconsoladamente desde el asiento que ocupaba dentro de la sala. Por su bien, fue invitada a dejar el espacio.
Martínez fue asesinado el sábado 23 de mayo de 2020 y su cuerpo fue encontrado semienterrado casi una semana después en un monte de la zona rural de Arroyo Algodón, a 10 kilómetros de dicha localidad. A cargo de la investigación del caso estuvo la fiscal de Instrucción de Segundo Turno, Juliana Companys.
Cabe señalar que la defensa de Munárriz fue asumida por el abogado Marcelo Martín Silvano, quien es asesorado por su hijo, Alfonso Martín, y por el exfiscal Vezzaro, quien a su vez es acompañado por Ezequiel Elettore. En tanto, el abogado querellante de la familia de Nano es Manuel Argüello.