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Esperaron más de un año y la Justicia les autorizó una gestación subrogada

Lucho Renaudo y su pareja Andrés Zapata quieren ser padres y habían presentado la demanda en febrero del año pasado. Ahora resta que sus obras sociales cubran el tratamiento de fertilización que puede llegar a costar 10 mil dólares

“El 4 de febrero de 2019 hicimos la presentación de la demanda para que se nos autorizara a subrogar el vientre de una amiga que tenemos de toda la vida. Y esta mañana salió la sentencia en la que el juez nos autorizó a llevar a cabo el proceso”. Eso es lo primero que dice Lucho Renaudo, ayer, poco antes de las seis de la tarde, en una comunicación telefónica con PUNTAL VILLA MARÍA. Él y su pareja, Andrés Zapata, quieren ser padres y este, dice Renaudo, es el “primer gran paso”.

No recuerda con precisión, pero entre 2013 y 2014 comenzaron con los intentos. Para hablar del recorrido, no dice que fue largo, ni cansador o agobiante. Dice que fue arduo: elige la palabra, la separa de entre tantas.

“Hubo muchos altibajos porque esto es una conquista de derechos. Muchas veces uno, cuando está dentro de la norma que la sociedad espera, no se da cuenta de todos los derechos que tiene. Nosotros estamos fuera de esa norma y nos dábamos cuenta de que no teníamos el derecho de tener un hijo como cualquier persona”, señaló.

Por aquellos años, probaron con la adopción, pero eran dos varones y lo percibieron: tuvieron entrevistas en los Tribunales locales (no más de dos encuentros) y desistieron.

“Nos dimos cuenta de que había como una submirada sobre nosotros”, indicó.

Hubo muchos altibajos porque esto es una conquista de derechos. Muchas veces uno, cuando está dentro de la norma que la sociedad espera, no se da cuenta de todos los derechos que tiene. Nosotros estamos fuera de esa norma y nos dábamos cuenta de que no teníamos el derecho de tener un hijo como cualquier persona Hubo muchos altibajos porque esto es una conquista de derechos. Muchas veces uno, cuando está dentro de la norma que la sociedad espera, no se da cuenta de todos los derechos que tiene. Nosotros estamos fuera de esa norma y nos dábamos cuenta de que no teníamos el derecho de tener un hijo como cualquier persona

Entonces investigaron: visitaron portales digitales, revisaron redes sociales y vieron que otras parejas habían podido. La posibilidad de la gestación subrogada, a pesar de que no está legislada en la Argentina, existía y se basaba en un principio: en que todo lo que no está prohibido está permitido.

Ese principio, de legalidad, lo refiere el artículo 19 de la Constitución Nacional cuando, entre otras cosas, detalla: “Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”.

“Por eso optamos por esta nueva manera que en Argentina tiene tres fundamentos esenciales: tiene que ser un acto solidario (no se recibe nada a cambio), no debe haber ningún contacto genético entre la gestante y el bebé que está por nacer y, por sobre todo, debe ser un acto en el que la persona que va ser gestante ya debe tener hijos”, precisó.

Pasó más de un año y ayer por la mañana recibieron la noticia.

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“Fue muy loco”. Eso dice. Renaudo hace un programa de televisión en Canal 20 y las novedades llegaron mientras trabajaba.

“Estaba en el medio de una entrevista y me empezó a sonar el teléfono. Estaba entrevistando a alguien, la cámara me dejó de tomar a mí y puso una imagen. Yo veo que es la abogada, compartiendo una videollamada. Veo que está llorando junto a otra amiga. Estaban ahí juntos. Entonces corto inmediatamente, sigo con la entrevista, me manda un mensaje y me dice: 'Llamame cuando puedas'. Yo le digo: 'No me digas que salió'. Manda una foto de la sentencia y fue un momento de muchísima emoción. Me costó mucho terminar el programa”, contó.

Después vienen los llamados: se comunica con su pareja, con sus amigos, con la familia.

“Hasta que llegué a mi casa al mediodía y nos fusionamos en un abrazo de esos que te dan descanso. Nos abrazamos y dijimos: 'Bueno, logramos este gran primer paso”, comentó.

Sigue, ahora, que las obras sociales Ospia y Parque Salud les cubran el tratamiento de fertilización que, en el país, es muy costoso: puede ir desde los 5 mil hasta los 10 mil dólares.

“La obra social tiene la obligación de cubrirles el tratamiento a todas las parejas; sean hétero o sean homo, o a personas que estén solas también”, agregó.

Por eso presentarán en los Tribunales de Villa María un amparo para realizar el tratamiento en una clínica de la capital cordobesa.

“Lo más importante es que no hicimos la demanda para nosotros dos. Lo hicimos para que ese niño o niña por nacer tenga el derecho a la identidad. Porque como bien lo dijo el juez en su sentencia, este niño tiene que tener el derecho a llevar el nombre de sus padres que somos mi pareja y yo”, declaró.

El juez es Sebastián Monjo, del Juzgado en lo Civil, Comercial y de Familia de 2° Nominación, y Reanudo resalta la “humanidad” que reflejó con la sentencia y hace hincapié en que, de esta manera, sentaron jurisprudencia en la provincia de Córdoba. Renaudo agradece la labor de la abogada Nailé Prandi, que lo asistió junto con su pareja. Renaudo habla de que es un acto solidario porque son muchas las personas que atraviesan situaciones similares.

“Tener un hijo tiene que ser un derecho de todas las personas”. Eso es lo último que dice.