Ariel Rodríguez Murúa, el único delincuente que se encontraba prófugo por el trágico tiroteo ocurrido en Nueva Córdoba durante un asalto, el pasado 16 de febrero, fue capturado este viernes en Villa Gobernador Galvez, en un operativo en conjunto realizado por fuerzas policiales de las provincias de Córdoba y Santa Fe.
La aprehensión se produjo en una vivienda de calle México al 2400 de esa ciudad del Gran Rosario, y de esta manera el caso tiene a todos los sospechosos en prisión (dos fallecieron durante el atraco).
El fiscal Rubén Caro, a cargo de la investigación, celebró la detención y confió que con esta actuación “la banda quedó desarticulada”. En diálogo con Cadena 3, el funcionario judicial detalló que para concretar la detención “habíamos mandado a una comisión policial desde Córdoba hace 48 horas, y gracias a Dios se lo detuvo. Estamos muy felices”.
Tras insistir en que Murúa es un “peligroso delincuente”, indicó que “puede haber algún familiar o amigo u otra banda que hayan prestado colaboración logística al detenido, pero vamos a terminar con lo que tenemos. Igualmente, sobre la participación activa de esta peligrosa banda está todo esclarecido”.
Como se recordará, a la detención de Rodríguez Murúa se le suma la de Ariel Eduardo Gramajo, concretada días atrás en Buenos Aires. Al respecto, Caro consideró que lo actuado “fue un trabajo en equipo donde participaron las más altas autoridades de Policía de la Provincia”, para ventilar también que durante la investigación “recibimos mucha información que la descartamos porque pretendían embarrar la cancha”.
Sin recompensa
El magistrado entendió que no habrá que pagar recompensa por la captura de Rodríguez Murúa “porque se llegó a base de Inteligencia. No fue fruto de que una persona nos dio dato certeros, pero igualmente lo deberá evaluar el Ministerio de Seguridad”.
Sobre cómo se logró establecer que el prófugo podría encontrarse en la vecina provincia, Caro sostuvo que “hace días teníamos el sector. Tuvimos que apurar algunas medidas porque corría riesgo de perderse todo lo que se había hecho. En el curso de la mañana, con la comisión de Rosario y de Córdoba achicamos el sector y logramos detenerlo. Otros detalles no los puedo compartir”.
Consultado sobre la existencia de familiares en cercanías de donde se lo detuvo, confirmó que había algunos, aunque destacó del detenido la facultad de ser “una persona muy hábil, no se quedaba fijo en un lugar y no hablaba del mismo celular siempre. Incluso manejaba muy bien algunas cuestiones técnicas que hace más grande el trabajo realizado por la policía”.
Murúa Rodríguez junto a Gramajo eran dos de los integrantes de una peligrosa banda que también comandaban Rolando Ricardo Serravale y Ricardo Hidalgo, fallecidos en el feroz tiroteo que se cobró la vida del joven policía Franco Ferraro.
“Era una banda experimentada, con muchos hechos violentos y que durante varios años estuvieron detenidos en el mismo pabellón. Incluso participaron del famoso motín (sangriento y fatal concretado en la cárcel San Martín en el año 2005). Gente con mucha experiencia, muy armada, preparada y con apoyo logístico de otras bandas, con antecedentes de cometer hechos contra la propiedad y robos calificados”, insistió Caro.
La detención de Rodríguez Murúa se concretó a 100 días de perpetrado el violento asalto. Al respecto, el fiscal reconoció que “se tuvo que elegir el momento oportuno para actuar. Podríamos haber apurado algunos procedimientos, pero se decidió tener la tranquilidad para no contar con ninguna otra víctima o lesionado”.
Comentá esta nota
El fiscal Rubén Caro, a cargo de la investigación, celebró la detención y confió que con esta actuación “la banda quedó desarticulada”. En diálogo con Cadena 3, el funcionario judicial detalló que para concretar la detención “habíamos mandado a una comisión policial desde Córdoba hace 48 horas, y gracias a Dios se lo detuvo. Estamos muy felices”.
Tras insistir en que Murúa es un “peligroso delincuente”, indicó que “puede haber algún familiar o amigo u otra banda que hayan prestado colaboración logística al detenido, pero vamos a terminar con lo que tenemos. Igualmente, sobre la participación activa de esta peligrosa banda está todo esclarecido”.
Como se recordará, a la detención de Rodríguez Murúa se le suma la de Ariel Eduardo Gramajo, concretada días atrás en Buenos Aires. Al respecto, Caro consideró que lo actuado “fue un trabajo en equipo donde participaron las más altas autoridades de Policía de la Provincia”, para ventilar también que durante la investigación “recibimos mucha información que la descartamos porque pretendían embarrar la cancha”.
Sin recompensa
El magistrado entendió que no habrá que pagar recompensa por la captura de Rodríguez Murúa “porque se llegó a base de Inteligencia. No fue fruto de que una persona nos dio dato certeros, pero igualmente lo deberá evaluar el Ministerio de Seguridad”.
Sobre cómo se logró establecer que el prófugo podría encontrarse en la vecina provincia, Caro sostuvo que “hace días teníamos el sector. Tuvimos que apurar algunas medidas porque corría riesgo de perderse todo lo que se había hecho. En el curso de la mañana, con la comisión de Rosario y de Córdoba achicamos el sector y logramos detenerlo. Otros detalles no los puedo compartir”.
Consultado sobre la existencia de familiares en cercanías de donde se lo detuvo, confirmó que había algunos, aunque destacó del detenido la facultad de ser “una persona muy hábil, no se quedaba fijo en un lugar y no hablaba del mismo celular siempre. Incluso manejaba muy bien algunas cuestiones técnicas que hace más grande el trabajo realizado por la policía”.
Murúa Rodríguez junto a Gramajo eran dos de los integrantes de una peligrosa banda que también comandaban Rolando Ricardo Serravale y Ricardo Hidalgo, fallecidos en el feroz tiroteo que se cobró la vida del joven policía Franco Ferraro.
“Era una banda experimentada, con muchos hechos violentos y que durante varios años estuvieron detenidos en el mismo pabellón. Incluso participaron del famoso motín (sangriento y fatal concretado en la cárcel San Martín en el año 2005). Gente con mucha experiencia, muy armada, preparada y con apoyo logístico de otras bandas, con antecedentes de cometer hechos contra la propiedad y robos calificados”, insistió Caro.
La detención de Rodríguez Murúa se concretó a 100 días de perpetrado el violento asalto. Al respecto, el fiscal reconoció que “se tuvo que elegir el momento oportuno para actuar. Podríamos haber apurado algunos procedimientos, pero se decidió tener la tranquilidad para no contar con ninguna otra víctima o lesionado”.
Noticias Relacionadas
Lo que se lee ahora
Policiales