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Familiares de Andrés Barbón se constituirán como querellantes

Lo harán para acompañar la investigación por la muerte del hombre que fue hallado sin vida en su domicilio de barrio Lamadrid, el domingo 26 del mes pasado. Sus allegados son asesorados por la abogada Analía Nicoli

Es el domingo 26 de abril. Los allegados de Andrés Jorge Barbón, 42 años y trabajador de una aseguradora, se preocupan porque él, que frecuentemente responde su celular, hace unas 24 horas que no lo hace. No contesta. Al mediodía, dos amigos llegan a su casa en Tucumán 2080, en barrio Lamadrid. Lo encuentran, en su habitación, muerto.

Llega la Policía y se avisa a la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno, a cargo de Silvia Maldonado. Trabaja en el domicilio Policía Científica. Se determina que su deceso no está relacionado con una muerte violenta. Se activa el protocolo dispuesto en el marco de la pandemia y toma intervención Centro de Operaciones de Emergencias (COE) regional, encabezado por Sergio Arroyo (además director del Hospital Regional Pasteur). Finalmente, se aísla a los amigos de manera preventiva.

Ese domingo, por la tardenoche, se viraliza una serie de audios que corresponde a los días previos. Andrés Jorge Barbón, en esos mensajes, dice que tuvo un poco de fiebre y tos. Dice que llamó al 0-800 (número para atención de consultas por síntomas relacionados con coronavirus), al 107 (SIMED) y a su mutual (AMMA Salud). Dice, también, que no pudo moverse de la cama. Dice que se levantaba y mareaba. Dice que se mareaba hasta en la ducha. Y dice que lo visitaron médicos: que fueron dos, que le preguntaron si había mantenido contacto con personas que hubieran regresado del exterior, que no le hicieron el testeo porque no era Covid-19, que al fin y al cabo eran placas y que le diagnosticaron antibióticos (uno que lo “noqueaba”) y baños de vapor. Dice, luego, que se sintió un poco mejor.

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El martes 28 de abril, el COE regional confirma que el resultado del hisopado es negativo. La información coincide, así, con lo que se conoce ya el lunes 27 cuando Arroyo sostiene que el caso de Barbón había sido descartado por los médicos que estuvieron con él porque establecieron que no existía nexo epidemiológico.

Ese martes, a media mañana, se exhuma el cuerpo en el cementerio Parque La Naturaleza y se lo traslada a la morgue (funciona en el Pasteur), por orden la Justicia, para practicarle la autopsia y determinar la causa eficiente de muerte. El viernes primero de mayo, el trabajo del forense Gustavo Rodríguez define que el deceso fue producto de una insuficiencia respiratoria aguda por tromboembolismo pulmonar agudo.

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La causa continúa: se encuentra en situación de investigación formal. Los familiares de Barbón decidieron constituirse en querellantes particulares para acompañar la investigación. Si bien aún no está la resolución que lo constata, el escrito formal ya fue enviado a los Tribunales y la abogada Analía Nicoli los asistirá en el proceso.

La letrada, en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, señaló que los allegados propondrán “todo lo que sea necesario para el descubrimiento de la verdad”.

“Tenemos una muerte y su causal pero hay cuestiones que investigar previamente”, agregó. De esta forma, a partir de todos los datos que se recolecten en torno al suceso, la familia optará por enviar, o no, el material al Comité de mala praxis “para ver efectivamente si la muerte de Andrés se podría haber evitado”.

Nicoli, además, mencionó que la familia necesita saber “por qué se produjo la muerte intempestivamente, sin saber en el transcurso de tres días qué es lo que la desencadenó”.

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Alicia es sobrina de Andrés Jorge Barbón y vive en Córdoba capital. Ella también conversó con este matutino y contó que la última vez que lo vio fue en circunstancias del fallecimiento de otro familiar, en febrero. “Después pasó todo lo de la cuarentena”, expresó.

A pesar de que durante los últimos meses no se vieron, Alicia lo recordó con cariño: “Hablábamos siempre. Siempre un mensaje: 'Hola querida, ¿cómo estás?'. Aunque sea una vez a la semana nos mandábamos un mensaje”.

Al mismo tiempo, resaltó el vínculo que tenía Andrés con su hermana (madre de Alicia). “Eran ellos dos nada más. Siempre fue una relación muy fuerte. Siempre hablando, contándose cosas, llamándose”, apuntó.

Porque para Andrés, según cuenta, lo primero era la familia: tiene dos hijos: un varón de 11 y una nena de 8. “Era un padre híperpresente”, dijo Alicia.

Y sus amigos también eran lo primero: dos de ellos, como se precisó, lo encontraron.

El viernes a la tarde se mandó un par de mensajes con mi mamá y ya el sábado no le contesta más. Mi mamá lo primero que piensa es que si está tomando un medicamento que lo dopa mucho, lo más probable es que esté durmiendo

Uno de sus amigos, por ejemplo, fue el que le dijo que lo llevaba a un centro de salud. Alicia, en este sentido, manifestó que Andrés prefirió no salir “por el mensaje que te daban de quedate en casa”.

Pero a Andrés Jorge Barbón, precisó Alicia, no le gustaba ir al médico. “Él no vio la gravedad hasta que se empezó a sentir mal como lo dice en los audios, que realmente no se puede levantar de la cama. Ahí creo que fue donde se preocupó y decidió contactarse con el médico”, dijo. Y añadió: “Si ha llamado a tres números distintos es porque se ha sentido muy mal”.

Respecto de lo que ocurrió, brindó algunos detalles. Por ejemplo, detalló que durante los días en los que estuvo enfermo se comunicó principalmente con su hermana: a ella fue quien le dijo que uno de los medicamentos lo dopaba.

“El viernes a la tarde se mandó un par de mensajes con mi mamá y ya el sábado no le contesta más. Mi mamá lo primero que piensa es que si está tomando un medicamento que lo dopa mucho, lo más probable es que esté durmiendo”, describió Alicia.

Los amigos, inclusive, fueron hasta la casa por la tarde. Vieron que la llave estaba puesta y se quedaron tranquilos: pensaron lo mismo.

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Alicia, por otro lado, analizó lo sucedido y dijo: “Realmente lo que creemos es que ha habido un abandono de persona. Según los resultados de la autopsia fue una embolia pulmonar. Creo que eso puede haber sido detectado si se hubieran realizado los análisis o estudios pertinentes. Le detectaron solamente placas. Y si tenés placas no te mareás. Creemos que no se tomaron las medidas correspondientes para determinar qué es lo que estaba pasando. Estoy muy segura que si a mi tío lo hubieran cargado en una ambulancia y llevado al hospital, esto no hubiera pasado”, relató.

Finalmente, lamentó que haya personas diciendo que la familia abandonó a Andrés. “Sus amigos me llamaron llorando desesperados. Uno de ellos se arrepintió tanto por no haberlo cargado en la camioneta. Sus hijos son muy chiquitos. Están muy afectados. Ya hacía varios días que no veían al papá por la cuarentena y porque cada uno vive con su mamá. Nosotros queremos que la gente deje de decir esas cosas. Siempre estuvimos ahí. No es justo”, concluyó.

Mientras, esperan la resolución. Esperan que las pruebas permitan esclarecer por qué no se detectó el tromboembolismo pulmonar a tiempo. Esperan saber, entre otras cosas, el porqué.