Tiene miles de anécdotas que impactan, y algunas dejan en claro que hay que tener suerte en el fútbol, pero hay que acompañarla. “La gente de Belgrano me quería, porque yo la rompí la noche que quedamos con el ‘Perro’ (Arbarello). Nos habíamos ido a probar a Talleres y no quedamos. Ya nos volvíamos, pero nos invitaron a ir a ver un amistoso de Belgrano contra Las Palmas”.
“Nos invitan a entrenar con los suplentes, pero a los 5’ pega una patada el ‘Pampa’ Rosané, y Victorio Cocco saca a los titulares y nos pone a los que estábamos a prueba: Nieto, Flores, Arbarello, Primo, yo. Jugué con medias rojas, y dijo “a ese de medias rojas dejalo en el club”. Le pagaron 50 mil dólares a Alumni, pero con documentos que nunca cobraron”.
También en Juniors mostró todo su talento para quedar marcado en su historia más importante. “Jugaba en San Martín de Monte Buey, y ya no pensaba volver al fútbol profesional. Me llama el profesor Gustavo D’Ambrosio (lejos el mejor profe que tuve) y me pide que me presente en Córdoba. Hablé, arreglé y a los pocos días se sumó el ‘Palomo’ Usuriaga. Me preparé como nunca, y se formó un equipo bárbaro, de jugadores de la Liga Cordobesa como ‘Pelado’ Módica, Cuello, Bozoletti, Osorio, Sabir, Amaya. Fue muy duro el torneo, pero salimos campeones y ascendimos en Pergamino”.
“El capitán era Brandán, que era un histórico en Juniors al igual que Panero. Un partido nos estaban puteando y casi nos fuimos a las manos. Hablé con Pablo Comelles (ex Talleres y River Plate), que era el DT y me terminó dando la cinta. Hubo cambios, y no paramos más hasta ascender a la B Nacional. Fue un orgullo llevar la cinta. Fui capitán en 12 equipos. Un buen líder”.
“Del ‘Rojo’ me volví por loco”
También reconoció que “después de 20 años volví un día a Independiente, porque quería que mi hijo Franco conociera. Estaba ‘Pepé’ Santoro y le dijo: ‘Su papá era un crack. Era el sucesor de Bochini, pero estaba muy loco. Se fue...”.
“Mirá que pasaron jugadores por Independiente, y ‘Pepé’ se seguía acordando de mí”, contó.
Contó una intimidad. “Me vivía peleando con el profesor Díaz. Me quería obligar a cosas que por las buenas las hubiese hecho, pero por las malas no. Era un maltratador, te amenazaba con mandarte a tu casa, y yo le contestaba: ‘Dame el pasaje’. No me rajaron porque ‘Pepé’ me amaba, pero un día no estuvo Santoro, y me costó caro”.
“Ya había jugado en reserva con edad de quinta división. Jugué con Claudio Arzeno, que hizo una carrera bárbara. Después de un amistoso, quería ir a la pretemporada y firmar contrato. Me enfermé, tos convulsa, y volví a Villa María. Y cuando volví estaba el profesor Díaz a cargo. Pedí el pase, y le dijeron a Alamo que no me daban el pase. Se lo dieron porque vine a Alumni, que fue y será mi casa”.
“Alamo era muy querido y respetado en Independiente. Llevó a Gabriel ‘Cachula’ Márquez, ‘Chopo’ Morales, Diego Valle y muchos pibes de Villa María y Bell Ville”.
Recordó: “Antes fui a Ferro, pero un día les dije ‘ya vengo’, y me volví a Villa María. No fui más. Jugaba con Esnaider”.
El DT quiere volver a casa
Agregó: “Quiero dirigir. Me gustan desafíos fuertes. Soy competitivo, y como DT fui campeón con Rivadavia, Unión Central y Los Zorros, donde volví después de 10 años que no participaba, y pelear la clasificación no estuvo mal”.
Resaltó que “en Alumni me tocó dirigir a un equipo de pibes, que querían jugar el torneo Argentino. Les agradezco, pero con todo lo que hice me merezco algo mejor. Algunas alegrías les regalé”.