Los economistas Federico Furiase, Rodrigo Álvarez y Aldo Abram evaluaron el impacto de las medidas en la población y las consideraron un paliativo, pero son “tardías” e insuficientes”, en medio de la incertidumbre de los mercados ante el futuro político.

Furiase, director de la consultora Eco Go, consideró que el anuncio de Macri “llega tarde como para tener impacto político” de cara a octubre y “pierde efecto por la inestabilidad política-financiera, la aceleración de la inflación y la licuación de los salarios y ahorros”.

Además, evaluó: “No hay financiamiento ni confianza en el peso, con lo cual el aumento en el déficit fiscal generado por estas medidas conlleva el riesgo de hacer más inestable el equilibrio”.

Furiase describió un escenario con un “un Presidente que no tiene el poder y un candidato que tiene el poder. El presidente Macri, con el rol de candidato antes que de jefe de Estado, con medidas de corte populistas que llegan tarde y en un contexto de inestabilidad, y Alberto Fernández sin incentivos a dar señales de certidumbre al mercado porque no es el presidente, y esperando a que la crisis le explote al Macri; en el medio, el BCRA pierde reservas”.

En este sentido, el economista precisó que el llamado entre el Presidente y Alberto Fernández, si bien no alcanza, “es la señal en el camino correcto”.

“Debería haber una señal política contundente de Macri y Fernández, en términos de tener una transición ordenada y dando certidumbre de cómo sigue el programa económico después del 10 de diciembre”, concluyó.

Para Rodrigo Álvarez, economista, CEO de la Consultora Analytica, “los anuncios del Presidente muestran una evolución respecto de la crisis del salto del tipo de cambio. Hay un reconocimiento de que esto va a generar una crisis inflacionaria importante y que hay que generar mecanismos de contención”.

Sin embargo, manifestó que las medidas si bien “ayudan porque son paliativas” no compensan el impacto de la aceleración inflacionaria, ni son “tan masivas como para cambiar la expectativa del votante, pero eso lo tendremos que ver en octubre”.

Además, explicó que a causa de la aceleración inflacionaria “el salario va a perder cinco puntos del poder adquisitivo, que ponderados por la participación del salario en el PBI, el impacto negativo en términos de masa salarial es aproximadamente de 2,5 puntos del PBI. En tanto, con las medidas que anunció el Gobierno se recuperaría entre 0,3 y 0,5 puntos, con lo cual el impacto neto sigue siendo negativo”.

Asimismo, también evaluó como “positiva para el mundo financiero” la conversación entre Macri y Fernández.

“La clave es tratar de despejar la incertidumbre respecto del escenario del 10 de diciembre. La lectura de los mercados es que el Gobierno o el equipo económico que asuma el 10 de diciembre todavía no ha dado una muestra del conjunto de políticas que va a tomar. Es necesario avanzar y lograr acuerdos básicos mínimos para comenzar a despejar la incertidumbre”, concluyó.

Por su parte, Aldo Abram, economista y director ejecutivo de Libertad y Progreso, explicó que “las medidas son una respuesta a lo que el Gobierno piensa que son un reclamo de los votantes”.

Sin embargo, también consideró que estas medidas son insuficientes. “Para poder llenarle el bolsillo a la gente –como dicen algunos políticos- en realidad lo que hay que hacer es darle confianza a los argentinos y extranjeros que tienen inversiones en el país y que ahora las están sacando. Porque en realidad cuando ellos sacan sus ahorros por temor a lo que viene en el futuro, en realidad lo que están haciendo es sacarnos capacidad de gasto e inversión a los argentinos, nos están desfinanciando”, explicó.

En este sentido, indicó que la responsabilidad de llevar tranquilidad a los inversores tiene que recaer en la fórmula Fernández-Fernández, ya que “Macri ya no tiene medidas a su alcance para llevar calma a los mercados, porque los que tienen ahorros en la Argentina hoy están mirando qué es lo que va a hacer el próximo gobierno”.

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