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La "U" no aprendió la lección

Sarmiento de Leones derrotó 2-0 a Universitario con goles de Lucas Piedra y Maximiliano Gutiérrez. El Demonio ganó la zona 9 de la Región Centro. Atlético Ticino clasificó al vencer 2-1 a Defensores, con goles de Coria y Monje

El fútbol no sabe de justicia, pero tampoco de casualidades. Al final de una etapa, casi siempre sucede que conformarse con poco no alcanza para abrazarse a la gloria.

Ayer Sarmiento de Leones se impuso 2-0 a Universitario en Plaza Ocampo, donde le terminó haciendo precio, eliminándolo y adjudicándose la zona 9 de la Región Centro del Torneo Regional Federal Amateur (Ticino lo escoltó).

La “U” no aprendió la lección de las dos participaciones anteriores y se quedó afuera. Especuló con el empate y perdió. No son torneos para especuladores.

Joselito Bernadó lo manifestó en la conferencia de prensa de presentación de esta tercera participación: “El objetivo es clasificar. No se puede especular. Tengo un plantel largo, pero me hubiese gustado tener más tiempo para trabajarlo”.

Ayer Universitario perdió porque se conformó con poco. Sabía que el empate le podía servir, pero no le otorgaba ninguna garantía de clasificación, salvo que Atlético Ticino no ganara en San Antonio de Litín, donde ganó 2-1 y clasificó a la siguiente fase.

No salió a ganar. El plantel largo no le alcanzó a la “Uni” para cumplir su objetivo de mínima. Es muy pobre participar para pasar sólo 1 fase y creer que se puede especular para lograrlo es más pobre aún, porque especular nunca es fórmula de éxito en el fútbol.

La “Uni” fue superado de principio a fin por un Sarmiento que ganó la zona por los 6 puntos que obtuvo como visitante ante los dos equipos de nuestra Liga, más los 4 que les ganó en su casa. Sólo sumó 1 punto ante el último Defensores.

Le ganó con autoridad a un Universitario que no aprendió ninguna lección de sus anteriores presentaciones.

Cometió el mismo pecado original: perder en el debut ante Atlético Ticino. Le ganó los 6 puntos al más débil porque lo atacó. Pero no se animó a hacerlo en Leones y Ticino, donde especulando rescató empates que le sirvieron.

Pero en casa debía hacerse fuerte y salir a ganar. Perdió 6 de los 9 puntos que jugó. No salió a buscar el triunfo. Una línea de 4 defensores, más dos volantes externos que se transformaron en dos laterales (Peñaloza y Tejeda), más un volante central de corte como Kranevitter, que necesitó la ayuda de dos creativos como Monetto y Tóffolo, que dejaron muy solo, desconectado y desabastecido a Pratti.

Ese planteo que permitió sumar 1 punto de oro en Leones, no le otorgó ayer ninguna sensación de triunfo, que era lo que necesitaba.

No aprendió la lección. En casa hay que ganar para clasificar.

El sello del éxito de la “Uni” en la Liga no es especular y contragolpear. Fue campeón cuando supo defender, pero también atacar, con equipos que fueron los mejores, más allá de la suerte, que sólo acompaña a los que juegan bien.

Ayer jugó muy mal. Regaló la pelota innecesariamente a un rival abatido, que estaba para el cachetazo tras perder la semifinal de su Liga ante Bell, que sólo había ganado 1 partido en Leones, y que le “encontró la vuelta” al torneo porque le regalaron la pelota, el dominio total del partido, y los 3 puntos que requería para clasificar.

Hasta aquí llegó

Sin la pelota, con línea de 6 defensores y 2 volantes ofensivos corriendo rivales al lado de Kranevitter (el mejor de la U), la visita no encontró los huecos para herir, pero fue protagonista.

Le faltaba paciencia, pero movía bien la pelota, hasta que la filtraba mal. Pero la “U” se la devolvía.

Despreciar la pelota en el fútbol es pagar el precio a ser dominado. Rifarla con pelotazos sin rumbo es firmar contrato y condenarse a ser peloteado, porque vuelve como boomerang.

Mientras la visita no acertara, Mellano no fallara (anticipó a los 10’ a Gutiérrez) y los 9 defensores que tenía adelante de su área la despejaran, la “U” sostendría el 0-0.

A eso apostó la “U” en el primer tiempo. Sólo llegó con una jugada personal de Tóffolo, que pasó a 3 rivales, pero el “1” no tuvo problemas en quedarse con el balón.

Iban 26’. Apenas 6’ después, Berterame tardó en despejar una pelota que le quitó y le devolvió a Abecasis (de gran partido), que envió un centro que despejó Antonino, pero le quedó a Illanes, que la volvió a meter en el área, y aunque la despejaron, volvió como un boomerang impulsada por la zurda de Lucas Piedra. Tras reventar el travesaño ingresó ante un Mellano, que nada pudo hacer. 1-0.

Hasta allí llegó Universitario en este torneo. No tuvo respuestas y no le funcionó el plan B.

Cuando se le ardieron los libros, Antonino salvó en el área chica un centro de Abecasis (36’) y Luna falló ante Mellano (37’). Sólo Tóffolo se conectó con Tejeda, pero el centro le rebotó a Pratti y cayó en las manos de Torres (47’).

La “U” tenía 45’. Bernadó le gritó al árbitro Chiaraviglio: “Somos locales”, pero su equipo no fue local.

Cuando soltó a los dos volantes externos para que atacaran, en 4’ le entraron dos veces a su defensa de 4 hombres, que hizo agua por los dos lados. Mellano lo salvó a los 2’, cuando le tapó a Abecasis, pero a los 4’ un gran cambio de frente de Abecasis le permitió encarar a Maximiliano Gutiérrez por izquierda. Con un misil cruzado hizo estallar Plaza Ocampo, donde el local era Sarmiento, y ganaba 2-0.

El Demonio jugó como un equipo local. Fue al frente, llenó su tribuna, se atrevió a jugar aún cuando iba ganando 2-0 y no hizo el tercero porque Mellano atajó muy bien (como en Leones) y le tapó a Gutiérrez (21’), a Almada (26’) y a Ocampo (47’).

Sin brújula, Universitario fue, pero no llegó nunca. Padeció jugar con 3 defensores. Salió Pratti, pero Barengo tampoco recibió. Entró Bolatti, pero no manejó la pelota. Aguirre recibió el premio de terminar en cancha, pero también Moyano pedía pista para rezar por un milagroso cabezazo que jamás llegaría. No aprobó y lo bocharon.

Sarmiento llegó a la Plaza por un milagro y Universitario se lo obsequió. Uno quiso ganar. El otro especuló y se le ardieron los libros.

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