Autoridades judiciales confirmaron este viernes el arresto de Lucas Ezequiel Unzeta (18), el joven que está imputado por el homicidio de su excuñado, Eduardo Ferreyra (35), ocurrido hace poco más de un año en barrio Botta.
Según le contaron a este matutino, Unzeta no fue apresado por el crimen -por el cual se encuentra en libertad y a la espera del juicio- sino por un presunto hecho de robo que no llegó a concretar en una finca rural de esta ciudad.
El procedimiento que finalizó con su arresto fue encabezado por efectivos de la Patrulla Preventiva, y estuvo supervisado por la Fiscalía que tiene a su cargo Silvia Maldonado.
El hecho, concretamente, se produjo este miércoles 15 de octubre, alrededor de las 18 horas, en un predio rural ubicado detrás del Campus de la UNVM.
Según la denuncia del propietario, Unzeta habría intentado sustraer cables, baterías, grifería y un grupo electrógeno, pero fue descubierto en pleno accionar delictivo.
Personal policial fue convocado al lugar y aprehendió al sospechoso, quien antes de ser esposado opuso resistencia.
Finalmente, la fiscal Maldonado lo imputó por robo en grado de tentativa, desobediencia y resistencia a la autoridad, delitos que se suman a una causa más grave que ya pesaba sobre él.
Un grave antecedente
Lucas Ezequiel Unzeta está acusado por el homicidio de Eduardo Ferreyra, ocurrido en abril de 2024 en barrio Botta, cuando el presunto autor tenía apenas 17 años.
En aquel momento, la causa fue tramitada por el Juzgado de Menores, que dispuso su traslado al Complejo Esperanza.
Sin embargo, semanas después fue liberado, lo que generó indignación en la familia de la víctima, que reclamó reiteradamente su detención.
Las hermanas de Ferreyra aportaron videos del ataque, en los que se observa cómo el agresor intercepta a la víctima y lo apuñala por la espalda.
“Eduardo era un excelente hermano, hijo y padre, un chico trabajador que nunca tuvo problemas con la Justicia”, manifestaron desde su entorno familiar.
Cabe señalar que semanas antes de su nueva detención, Unzeta había declarado como testigo en el juicio por el asesinato de su padre, Darío Unzeta, también ocurrido en barrio Felipe Botta, pero en mayo de 2024.
Por ese hecho, la Justicia condenó a Benjamín Walter Cativelli (20) a 10 años y 8 meses de prisión tras hallarlo culpable del delito de homicidio simple con uso de arma de fuego.
Durante el juicio, se comprobó que Cativelli disparó entre cuatro y cinco veces contra Darío Unzeta, impactándolo en dos oportunidades, una de ellas fatal.
El suceso se produjo frente a la vivienda de la víctima, luego de una discusión que terminó de manera violenta.
Con antecedentes de violencia y reincidencia delictiva, el joven permanece bajo custodia policial mientras se define su situación procesal.
Las autoridades judiciales evalúan además si su reciente accionar podría revocar la libertad concedida en la causa por homicidio.

