El jugador, de 23 años, surgido de Universitario de Villa María, fue convocado por Lionel Scaloni para enfrentar a Paraguay y Perú
El fútbol villamariense podrá jactarse y sentirse orgulloso de sumar otro jugador a la selección argentina.
Enzo Barrenechea, cordobés de nacimiento, pero villamariense por adopción, se formó desde niño como futbolista en El Santo y Sarmiento en la Liga Villamariense de Baby Fútbol, donde mostró sus condiciones naturales en el juego.
Universitario fue su primer club en canchas grandes, donde trasladó su talento innato para sobresalir en la Liga Villamariense de Fútbol, donde hacían cola para llevárselo los buscadores de talento.
En “El Campus” creció rodeado de los profesores del proyecto encabezado por Joselito Bernadó, donde partió rápidamente a Newell’s apadrinado por Mauro Beltrami, actual titular de la “U”.
Hoy los medios nacionales hablan de los problemas que tuvo su padre con la ley, pero aquel pibe, su madre y sus hermanos supieron sacar adelante a la familia y agradecer a quienes los contuvieron.
El fútbol se encargó de “salvar” al niño, que con su magia corrió detrás de la pelota mientras sufría dolorosos momentos que padecía su familia. Logró gambetear su suerte y ser certero a la hora de definir: quería ser futbolista.
Precisamente, el club del que surgió Lionel Messi le abrió las puertas y allí se terminó de formar. La primera convocatoria a la selección argentina juvenil, ser sparring de la mayor, formar parte del elenco que jugó el Torneo de L’Alcudia en 2018, dirigido por Scaloni (tenía 17 años y era un certamen Sub-20) hasta firmar contrato.
Todos los sueños se le cumplían, pero, antes de debutar en Newell’s, la Juventus irrumpió en su vida y se llevó su impronta con una escala en Sion de Suiza por 3 millones de euros en 2019. No tardó en convencer a la “Vecchia Signora” para debutar con la casaca bianconeri en 2022, precisamente ante un PSG plagado de figuras en la Champions League; entre ellos, Lionel Messi.
Demasiados sueños para un pibe que se rompió los ligamentos, pero no perdió la técnica. Su estatura física siempre lo ayudó a marcar diferencia. Despejó sus dudas y se fue a sumar minutos a Frosinone, donde descendió, pero fue figura.
Aston Villa lo compró por 8 millones de euros y lo cedió a Valencia, donde anotó ante Getafe.
Enzo Alan Tomás Barrenechea es el pibe que gambeteó todos los obstáculos de la vida y del fútbol. Es nuestro orgullo y un ejemplo para los pibes llenos de sueños de nuestro fútbol villamariense. Un crack.
