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"Se deben defender los derechos humanos contra el abuso de los poderosos"

El lingüista norteamericano dialogó con Puntal sobre el conflicto en Ucrania, las pujas entre Estados Unidos y Rusia, y los límites de sus intervenciones en otros países. Del mismo modo, se refirió al mundo tras la pandemia y los nuevos excluidos

El pensador norteamericano Noam Chomsky es uno de los lingüistas más importantes del mundo y por su trabajo en torno al papel que tiene su país en las políticas internacionales ha sido muy crítico del rol de Estados Unidos en el mapa mundial.

Como profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) fue invitado a participar en el "Seminario Internacional sobre Resolución de Conflictos en el marco del Derecho Internacional ante la invasión de Ucrania", organizado semanas atrás por la Universidad Carlos III de Madrid. Allí brindó interesantes conceptos sobre lo que es el actual conflicto en Ucrania, con la invasión rusa y la lucha de poderes con Estados Unidos.

Puntal tuvo la oportunidad de dialogar con el lingüista sobre la temática, las violaciones a los derechos humanos y las pujas de poderes entre las potencias del mundo. Del mismo modo, se refirió a la realidad tras la pandemia del Covid-19 y los nuevos excluidos en los sistemas de la virtualidad.

“Un comentario que debería ser superfluo, pero que desafortunadamente no lo es, afecta a uno de los principios morales más elementales: habría que centrar la energía y la atención en lo que más sirve para el hacer bien. Con respecto a los asuntos internacionales, significaría fijarse en lo que hace tu propio Estado, sobre todo en sociedades más o menos democráticas en las que los ciudadanos tienen alguna posibilidad de influir en los resultados finales. Decir que lo que ocurre no responde a ese principio elemental sería quedarse muy corto”, dijo Chomsky en la disertación de la academia española que puede verse en las redes, con interesantes contenidos del análisis del pensador. Y agregó: “El Estado más importante es, irrefutablemente, Estados Unidos, que lleva dominando la sociedad mundial desde la Segunda guerra mundial, reemplazando al Reino Unido y Francia. Como cabe esperar, ha adoptado las políticas de sus antecesores: desdén absoluto por el derecho internacional, tanto de palabra como de hecho, combinado con alabanzas a su propia nobleza”.

“Durante 30 años, todas las partes involucradas han entendido que el ingreso de Ucrania y Georgia en la OTAN es una línea roja que probablemente ningún gobierno ruso tolere. Lo que ocurre con Moldavia, en tanto, es diferente, es un problema menor”, sostuvo el lingüista Noam Chomsky en diálogo con Puntal. “Durante 30 años, todas las partes involucradas han entendido que el ingreso de Ucrania y Georgia en la OTAN es una línea roja que probablemente ningún gobierno ruso tolere. Lo que ocurre con Moldavia, en tanto, es diferente, es un problema menor”, sostuvo el lingüista Noam Chomsky en diálogo con Puntal.

- La invasión de Rusia nos hace pensar en lo que sucede con los Estados en todo el mundo, ¿qué valor cree que tienen los derechos individuales frente a los abusos por parte de los intereses de las potencias?

- Por supuesto que los derechos humanos deben ser defendidos contra los abusos de los poderosos. Creo que puede haber un mundo que supere estas pujas. Incluso hay muchos abusos que han sido tolerados en el pasado pero ya no lo son en la actualidad. Sin embargo, está claro que el proceso puede continuar.

- Estados Unidos y Rusia intervienen en las políticas de otros países bajo la bandera de la defensa de los derechos humanos. ¿Cuáles son los límites que deben respetar?

- El problema es que estos países en realidad no intervienen para proteger los derechos humanos. Por lo tanto, no se plantean una cuestión de límites.

- En "Estados Fallidos" (2006) ya habló de ese lugar de Estados Unidos como árbitro del mundo, ¿hasta dónde pueden llegar con esa licencia?

- Lo que sucede es que Estados Unidos no cuenta con esa licencia. De hecho, no la tiene ni ningún otro poder.

En otro fragmento de su charla, Chomsky aseguraba en la Universidad Carlos III: “Estados Unidos tiene una Constitución que se supone que deberíamos venerar todos. El Artículo VI declara que todos los tratados válidos son la "ley suprema del país". Aquí se incluye la Carta de Naciones Unidas, pilar del derecho internacional moderno. La Carta prohíbe la "amenaza o el uso de la fuerza", excepto en condiciones que casi nunca se dan. Cada presidente de los EE.UU. vulnera alegremente la Constitución. Lo he mencionado alguna vez en facultades de Derecho. A nadie le importa”.

Intereses globales

“Un elemento central en un programa constructivo es la neutralidad, que de hecho ya ofreció Zelensky y no lo respaldó Estados Unidos. Es sabido que no se puede saber si funcionará la diplomacia si no se la intenta. Por ahora los Estados Unidos, con el apoyo de sus aliados, se niegan a hacerlo condenando a los ucranianos a un destino sombrío. Solamente se puede especular sobre los motivos para ello, pero es importante reconocer que Putin le ha dado a Washington un regalo maravilloso. Metió a Europa hasta el fondo del bolsillo de Washington. Y este ha sido un tema de primer orden en los asuntos globales desde la Segunda Guerra Mundial”, aseguró Chomsky en su conferencia para la universidad.

- ¿Cree que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) dejaron sola a Ucrania en el conflicto? ¿Puede pasar lo mismo con otros países como Georgia o Moldavia?

- Durante 30 años, todas las partes involucradas han entendido que el ingreso de Ucrania y Georgia en la OTAN es una línea roja que probablemente ningún gobierno ruso tolere. Lo que ocurre con Moldavia, en tanto, es diferente, es un problema menor.

-Algo relacionado con el tema, aunque desde otro ángulo, la cancelación que se ha dado de todo lo que tiene origen ruso, ¿es una nueva sanción desde lo simbólico? ¿Qué alcance tiene eso? ¿Es justificable?

- En esta cuestión es necesario analizar cada uno de los casos de manera separada. De todas formas, muchas de las cancelaciones son escandalosas.

Chomsky comentó en otro fragmento de su conferencia: “Aparte de los horrores que se muestran cada día en las portadas y que se visibilizan bien cuando el enemigo es el responsable, hay sucesos en camino mucho más macabros. Algunos ya están ocurriendo, otros están demasiado cerca para que estemos tranquilos. Ya se siente el agudo retroceso en los intentos de reducir el uso de combustibles fósiles, lo que constituye prácticamente una sentencia de muerte. La euforia en las sedes de las petroleras es incluso mayor que la alegría desatada en las oficinas de los fabricantes de armas. Las petroleras exigen que se les reconozca como salvadores de la civilización mientras se los autoriza a dedicar cada vez más esfuerzos en destruir el futuro de la vida humana en la Tierra. Por no hablar de la ingente cantidad de especies que estamos destrozando desenfrenadamente”.

- En otro eje de temas, ¿cree que se observa un mundo nuevo después de la pandemia?

- Totalmente, pero no sólo por la pandemia. Si no repensamos nuestra relación con la naturaleza, y actuamos en consecuencia con ello, sabemos que el calentamiento global, por ejemplo, será catastrófico.

- Las comunicaciones obviamente han cambiado en este tiempo con la virtualidad, ¿cree que hay un nuevo sistema de relación?

- Sí, sin dudas estamos ante algo que es nuevo.

- ¿Qué pasa con quienes no tienen acceso a estas herramientas para llegar a la virtualidad?

- Bueno, estas personas se encuentran marginadas y excluidas de partes que resultan sustanciales de la vida social.

Finalmente, en el extenso análisis de Chomsky que compartió junto a los catedráticos españoles, el lingüista plantea: “Según las encuestas, más de un tercio de los estadounidenses están a favor de "tomar medidas militares (en Ucrania) aunque esté en juego la guerra nuclear con Rusia". Eso significa que más de un tercio de los estadounidenses obviamente no tienen la menor idea de lo que significa un conflicto nuclear y escuchan proclamas heroicas en el Congreso y los medios sobre crear una zona de exclusión aérea, algo que hasta ahora está evitando el Pentágono porque entiende que eso requeriría destruir instalaciones antiaéreas en Rusia y, probablemente, pasar a una guerra nuclear”.

Y completa: “Dejando de lado esta locura, resulta obvio para cualquiera que tenga un cerebro funcionando que, nos guste o no, habrá que ofrecer a Putin algún tipo de salida, al menos si nos preocupa algo el destino de los ucranianos y del mundo. Desafortunadamente, parece que los atrevidos y descerebrados imitadores de Winston Churchill son más atractivos que preocuparse por las víctimas de Ucrania y más allá. ¿Qué podemos hacer? La única opción es trabajar con fuerzo educando, organizando y realizando acciones que consigan comunicar las amenazas que enfrentamos y movilizar al conjunto. No es una tarea sencilla. Pero es necesaria para sobrevivir”.