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“La conducción de Fabricaciones Militares está dominada por errores”

Axel Enet fue el último despedido de la planta local. Habló por primera vez y aseguró que las autoridades de la empresa estatal “tienen una visión política muy definida que se traduce en un plan que tiende al desguace”

Axel Enet fue el último despedido de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María. Su cesantía ocurrió a finales de junio (junto con otros dos operarios de Río Tercero) y por primera vez habló con un medio de comunicación de la ciudad. Cuestionó duramente a las autoridades de Fabricaciones Militares y describió el difícil panorama que atraviesa el complejo fabril estatal.

Enet es biólogo y fue nombrado en el año 2013 como jefe de medioambiente de la Dirección General de Fabricaciones Militares. En ese momento, tuvo a su cargo el desempeño ambiental de las cinco fábricas del país. 

En julio de 2015, lo designaron como jefe de medioambiente de la Fábrica Militar de Villa María y en julio de 2016 como jefe de la planta de Explosivos de Jáchal (en la provincia de San Juan).

“Creo que la actual conducción de Fabricaciones Militares tiene una visión política muy definida que se traduce en un plan que tiende al desguace de la empresa o bien a que sólo juegue un rol meramente de proveedor de insumos para las fuerzas de seguridad, reducida a su mínima expresión”, le dijo Enet a PUNTAL VILLA MARÍA.

El profesional entendió que ese plan se apoyó en algunas acciones concretas como, por ejemplo, “minar su capacidad productiva”.

Allí mencionó la reducción de personal y el desfinanciamiento  que “tiene impactos en la infraestructura y el mantenimiento, lo que trajo aparejado caídas en las producciones de las fábricas en más del 30% respecto del 2015, dependiendo los productos”.

“La disminución del personal fue brutal, de tal manera que la producción ha llegado al techo de su capacidad instalada y la única forma de aumentarla es incorporando personal. Para cubrir este déficit se tuvo que recurrir a la ‘polifuncionalidad’ que no es más ni menos que un eufemismo de precarización laboral y de las condiciones de seguridad. Esto significa que una misma persona debe llevar adelante tareas simultáneas con las consecuencias que ello acarrea”, graficó. 

Enet contó que al igual que la fábrica de Azul, en Jáchal (“fábrica modelo y responsable de un importante caudal de facturación”) hubo amenazas de cierre desde el primer día de esta conducción. 

“Allí evaluaron varias opciones: cerrarla, entregarla a administración privada, cederla al gobierno de San Juan, etcétera. La fábrica ha resistido su cierre gracias a las gestiones políticas del gobierno de San Juan y los posibles impactos políticos de esa decisión”.

En este sentido, concluyó que la desinversión es notoria. “No se ha realizado ningún aporte de capital en procesos productivos, infraestructura o en mantenimiento. Las fábricas se mantienen más o menos en funcionamiento gracias a la rapiña de Azul que sirvió para suplir la falta de compra de insumos y repuestos. Así es que procesos productivos, máquinas o vehículos que se rompen quedan fuera de servicio”.

Pérdida de mercados

Otro de los aspectos negativos que identificó -y que impactan en el ‘desguace’, tal como mencionó- fue la pérdida de mercados y ventas.

“En menos de 4 años de esta gestión, las ventas han caído tanto en precios constantes como en volumen de productos vendidos. Como muestra del sinrazón, el área de comercialización tuvo en este período al menos seis cambios de conducción. Una con resultados peores que el anterior. La incapacidad de gestionar la comercialización hizo que Fabricaciones prácticamente desaparezca del mercado relegándoselo a otras empresas”.

Y añadió: “No existen desarrollos de productos o servicios en aquellos mercados de punta tales como la minería o el petróleo. Demás está decir respecto a la suerte que corrieron las demás producciones tales como radares, trenes, ácidos, etcétera”.

Por último, habló de incapacidad y negligencia en la conducción de Fabricaciones.

“La conducción política está dominada por los errores y la causa es la falta de cuadros dirigenciales capacitados para llevar adelante la empresa. La alta dirección ha estado a cargo de jubilados, licenciados en recursos humanos, expolicías. Tan es así, que un área clave como lo es la Dirección de Producción estuvo encabezada por una persona que como única experiencia fue haber trabajado en empresas de transporte. Las áreas abastecimiento de insumos, compras, ventas, seguridad y ambiente no estuvieron exentas de ello.  Estos permanentes tropiezos y acciones negligentes han puesto a Fabricaciones Militares en una situación muy vulnerable. Perdió contratos mientras que otros estuvieron peligrando por las negligencias en la compra y abastecimiento de insumos”.

En este marco, Enet denunció además amenazas de las autoridades hacia los trabajadores. “Muchos terminan aceptando condiciones precarizadas y/o inseguras por temor a perder el trabajo”, remató.



Martín Alanis.  Redacción Puntal Villa María

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