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Trabajadores apuntaron contra el bloque opositor por los 42 despidos

El cuerpo aprobó un proyecto que declara de interés la planta y una resolución que exige la reincorporación de los cesanteados. Se vivió la sesión más tensa del año, con fuertes reproches a los ediles de Juntos por Villa María

El Concejo Deliberante tuvo la sesión más tensa del año, tal vez la más caliente que vaya a tener todo el periodo legislativo 2015-2019. Los trabajadores de Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos no escatimaron críticas, reproches e insultos contra los concejales opositores de “Juntos por Villa María”, bloque que responde a Cambiemos a nivel nacional y provincial.

El motivo de la sesión extraordinaria, la segunda en apenas 4 días, luego de lo que significó el despido de 42 operarios, fue declarar de interés municipal la Fábrica Militar y también aprobar un proyecto de resolución para exigir al Gobierno nacional que deje sin efecto las cesantías.

Sin embargo, la sesión tuvo momentos de máxima tensión, antes y durante las alocuciones. Al finalizar, el histórico dirigente de ATE José “Pocho” Gorozo calmaría las aguas con un discurso emotivo y muy contundente (ver página 4).

La historia del día

Los trabajadores llegaron a las 10 de la mañana al recinto legislativo para participar de la sesión extraordinaria. La oposición no participó de la primera, el pasado viernes, y había dudas sobre si bajaría para dar el debate y apoyar el reclamo.

Finalmente, el bloque minoritario bajó y recibió una ola de insultos y críticas por parte de los trabajadores de la Fábrica Militar, que colmaron las gradas. Se escucharon palabras muy duras como “traidores”, “vendepatria”, “mentirosos”. El primero en hablar fue el oficialista Carlos De Falco, quien propuso crear una multisectorial para abordar la problemática. “Hay una afectación directa a toda la comunidad”, expresó.

Pero el momento más esperado de la mañana era, sin dudas, la palabra de la oposición. El oficialismo ya lo había hecho el viernes. La presidenta de la bancada, Gisele Machicado, dijo que no estuvieron presentes en esa sesión “porque no fuimos convocados”. Y agregó que les llegó un mensaje “a las 19.58”. Allí se escuchó la primera explosión de los trabajadores, que cuestionaron esta justificación. Luego dijo que acompañarían el proyecto y no habló más.

Acto seguido tomó la palabra la edil macrista Karina Bruno, la más insultada por los trabajadores junto al radical Gustavo Bustamante. Recordó que ella también fue despedida por el Gobierno de Angeloz de la administración pública provincial y luego disparó una frase provocadora, que enardeció a los presentes: “Soy de Cambiemos y banco cada una de las decisiones del Gobierno”.

En ese instante, el secretario general de ATE, Fernando Mercado, que estaba en las escaleras, bajó a las bancas y cara a cara, apuntándola con el dedo, le reprochó las palabras. Ese fue el momento de máxima tensión. Otros trabajadores y De Falco lo calmaron.

Bruno dijo luego que no negaría su lugar de pertenencia política y que no estaba en la banca “para decir lo que ustedes quieren escuchar”. Argumentó que las declaraciones del Concejo Deliberante “no cambian nada” y denunció “utilización política” de los despedidos. Incluso criticó a su compañera de banca, Nora Landart, que no estaba en la sesión, por participar de la sesión extraordinaria del pasado viernes, la única opositora que se sentó en la banca.

Bruno también habló de “farsa y un circo” porque -en aquella sesión- “no se nos permitió estar presentes”. Además cuestionó al director de la planta local por no anunciar él los despidos y dejar la noticia en manos de los propios trabajadores.

Luego mencionó problemas en la gestión de Fabricaciones Militares durante el Gobierno anterior como el déficit de 2.200 millones de pesos o el rechazo de vender armas a la Policía Bonaerense. Por supuesto, en toda la exposición hubo insultos, críticas y abucheos de todos los trabajadores de la Fábrica Militar, y de gremialistas de otros sectores que acompañaron la movilización de ATE hacia el Concejo Deliberante.

La concejal además planteó que la planta local deberá “refuncionalizarse” para la producción bélica,  no sostener “un monoproducto” y defendió la creación de una Sociedad del Estado, que los trabajadores rechazan de plano con el temor de que se privatice la actividad.

Al finalizar la sesión, De Falco le respondió a Bruno y le dijo que no compartía la acusación de utilización política. “Hay 70 personas que se quedaron sin trabajo. Hay un operario de 58 años, ¿dónde va a conseguir trabajo?”, le preguntó.

La última en exponer fue la concejal Mónica Lazos. “Hay dos países, uno de la especulación, otro de la industria. Que los números cierren con la gente adentro”.

Martín Alanis.  Redacción Puntal Villa María.

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