La primera audiencia estuvo marcada por el testimonio de Lucía, hija de la víctima y querellante en la causa, quien brindó un relato conmovedor sobre las últimas horas de su madre y el impacto que tuvo el crimen en su vida.
Lucía, que era menor de edad al momento de los hechos, recordó que aquella noche recibió el último mensaje de su madre a las 20:47: “Me preguntó por qué le había dado las llaves al Gino. Me pareció extraño, porque él nunca había entrado a esa casa”, relató.
La joven contó que intentó responder, pero Natalia ya no volvió a contestar. Al día siguiente, fue alertada por familiares y al llegar a la vivienda encontró la calle acordonada por la policía.
“Un agente me dijo que parecía que mi mamá estaba muerta. Ese momento me cambió la vida para siempre”, expresó entre lágrimas.
Un relato que compromete a los acusados
Durante su declaración, Lucía aportó detalles que podrían complicar la situación de los imputados.
Contó que su padre le pidió “ayudar al Gino porque la situación era grave” y recordó frases que habría dicho en otras oportunidades: “Mi papá me decía que si no fuera por nosotros ya la habría matado”, afirmó la joven.
Según explicó, la relación familiar estaba marcada por conflictos económicos y violencia psicológica.
“Mi mamá era dueña de tres casas y de la panadería que mi papá administraba. Después de separarse, él la echó del negocio siendo ella la propietaria”, detalló.
Lucía también dijo sentirse manipulada por su padre y aseguró que él alimentaba el resentimiento de su hermano hacia Natalia. “Siento que mi hermano la odiaba, y mi papá fomentaba ese odio con comentarios constantes”, expresó.
Secuelas y pedido de justicia
La joven describió las secuelas emocionales que aún la acompañan: “Quise verla. Necesitaba confirmar lo que había pasado. Esa imagen no se borra más. Todavía tengo pesadillas con eso”, confesó.
Durante la audiencia, Gino Ferrari reconoció haber estado en la casa de su madre el día del crimen.
Aseguró que tras una discusión “perdió el control” y que luego “había mucha sangre”. Dijo sentirse arrepentido: “Lastimé a mucha gente, sobre todo a mi mamá. Desearía poder verla y pedirle perdón”, manifestó.
No obstante, Lucía fue tajante al cerrar su declaración: “Sé que mi hermano mató a mi mamá y que mi papá lo planeó”, sostuvo.
El proceso continuará durante la semana, con la presentación de nuevas pruebas y testimonios ante el jurado popular.