Se llevó a cabo en Huinca Renancó la Primera Feria Franca, en la que vecinos de la localidad pudieron comercializar productos de sus huertas. Sólo en dos horas toda lo expuesto se vendió.
Basándose en modelos del programa Pro-Huerta que se han implementado con éxito en diferentes puntos del país, el Inta trabaja en la promoción de cultivos familiares, que se han multiplicado por varios factores. Por un lado, por la calidad de los productos sin agrotóxicos y, por otro, por el ahorro familiar y por constituir una salida económica.
El proyecto tiene como objetivo central fomentar la calidad agroecológica y la inocuidad en el agregado de valor de los productos ofrecidos en la feria.
Cabe agregar que a través del asesoramiento es que se logra una mayor organización y gestión asociativa de los feriantes y una mejora en sus procesos de producción y comercialización.
La feria se desarrolló en la Plaza San Martín y contó con la participación de pequeños productores que llevaron producciones estacionales desde sus huertas familiares. Es así que se exhibieron diferentes hortalizas, plantines de verduras y huevos, entre otros productos frescos.
La gente no tardó en llegar al lugar y al cabo de unos minutos ya se había vendido todo lo que se estaba exponiendo. Incluso algunos de los productores tuvieron que ir a cortar más verduras ante la gran demanda de la gente. Esto abre las puertas para la realización de una nueva convocatoria y hasta se piensa en repetir la experiencia una vez al mes.
La ingeniera Gisella Aceretto, del Inta Huinca Renancó, a cargo del Pro-Huerta, hizo un balance de la feria y precisó: “Superó las expectativas. En casi media hora vendimos 14 docenas de huevos y nos hemos quedado sin verduras frescas, con lo cual fueron a cortar de nuevo para poder proveer a la gente. La verdad, fue una muy buena jornada con la presencia de los productores”.
Una alternativa
Cabe agregar que desde el Inta local hace más de un año se viene trabajando con el dictado de capacitaciones y charlas sobre huertas familiares. Esto permitió que muchos vecinos fueran asesorados e iniciaran con esta experiencia una salida económica. Es el caso de Marcela Petroncoli, una de las productoras locales que diseñó y armó su huerta en el patio de su casa con el objetivo de alimentar a su familia y vender la producción que sobra.
“Superamos las expectativas, trajimos una cierta cantidad de verduras y se vendió todo, se vendieron muchos plantines sobre todo. Esto ayuda muchísimo a la economía familiar y además a la gente, que consigue a otro precio verdura fresca”, sostuvo una de las vecinas feriantes.
La vecina además vende estos productos en su casa, que se ubica en barrio Norte. “La gente ya me conoce, llevo a domicilio y dos veces a la semana salgo a repartir con el auto la mercadería que produzco. Ahora, a llegar a casa y seguir preparando la tierra para continuar produciendo más, porque esto dio resultado”, dijo entusiasmada a Puntal.
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El proyecto tiene como objetivo central fomentar la calidad agroecológica y la inocuidad en el agregado de valor de los productos ofrecidos en la feria.
Cabe agregar que a través del asesoramiento es que se logra una mayor organización y gestión asociativa de los feriantes y una mejora en sus procesos de producción y comercialización.
La feria se desarrolló en la Plaza San Martín y contó con la participación de pequeños productores que llevaron producciones estacionales desde sus huertas familiares. Es así que se exhibieron diferentes hortalizas, plantines de verduras y huevos, entre otros productos frescos.
La gente no tardó en llegar al lugar y al cabo de unos minutos ya se había vendido todo lo que se estaba exponiendo. Incluso algunos de los productores tuvieron que ir a cortar más verduras ante la gran demanda de la gente. Esto abre las puertas para la realización de una nueva convocatoria y hasta se piensa en repetir la experiencia una vez al mes.
La ingeniera Gisella Aceretto, del Inta Huinca Renancó, a cargo del Pro-Huerta, hizo un balance de la feria y precisó: “Superó las expectativas. En casi media hora vendimos 14 docenas de huevos y nos hemos quedado sin verduras frescas, con lo cual fueron a cortar de nuevo para poder proveer a la gente. La verdad, fue una muy buena jornada con la presencia de los productores”.
Una alternativa
Cabe agregar que desde el Inta local hace más de un año se viene trabajando con el dictado de capacitaciones y charlas sobre huertas familiares. Esto permitió que muchos vecinos fueran asesorados e iniciaran con esta experiencia una salida económica. Es el caso de Marcela Petroncoli, una de las productoras locales que diseñó y armó su huerta en el patio de su casa con el objetivo de alimentar a su familia y vender la producción que sobra.
“Superamos las expectativas, trajimos una cierta cantidad de verduras y se vendió todo, se vendieron muchos plantines sobre todo. Esto ayuda muchísimo a la economía familiar y además a la gente, que consigue a otro precio verdura fresca”, sostuvo una de las vecinas feriantes.
La vecina además vende estos productos en su casa, que se ubica en barrio Norte. “La gente ya me conoce, llevo a domicilio y dos veces a la semana salgo a repartir con el auto la mercadería que produzco. Ahora, a llegar a casa y seguir preparando la tierra para continuar produciendo más, porque esto dio resultado”, dijo entusiasmada a Puntal.
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