Frente a esa oferta local y según las estadísticas de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA), en los últimos 17 años se consumieron más de 34 millones de toneladas de fertilizantes nitrogenados y 26 millones de toneladas de fertilizantes fosfatados en los campos argentinos.
Dentro del grupo de los nitrogenados, se encuentra la urea, UAN, nitrato de amonio, nitrato de amonio calcáreo, entre otros. El promedio anual de consumo ronda los 2 millones de toneladas, presentando un crecimiento sostenido en los últimos años, y destacándose el período de 2021 como el de mayor consumo (3,2 millones de toneladas). Mientras que, en los fosfatados (DAP, SPS, SPT Ca, MAP 15, MAP S, entre otros), el consumo anual promedio es de 1,6 millones de toneladas, y al igual que los nitrogenados, presenta un crecimiento en su uso en los últimos años, además de ser el año 2021 el de mayor consumo agropecuario (2,1 millones de toneladas).
En cuanto a los fertilizantes azufrados, entre los que se destacan el sulfato de amonio, tiosulfato de amonio (TSA), yeso agrícola y mineral, en los últimos 10 años se ha consumido un total de 1,7 millones de toneladas, lo que implica un promedio anual de 168 mil toneladas, mientras que de los potásicos (Cloruro de Potasio – Nitrato de Potasio – Sulfato de Potasio – TSK (Tiosulfato de potasio) se han utilizado 642 mil toneladas, que implicaría un promedio anual de 64 mil toneladas. A diferencia de los otros fertilizantes, el año con la mayor cifra empleada fue el año 2020 (75 mil toneladas).
Dentro de otros fertilizantes, el consumo agropecuario alcanzó los 2,4 millones de toneladas en los últimos 17 años con un promedio anual de utilización de 140 mil toneladas.
Separando por producto consumido durante los últimos 5 años, se llega a que el sector agropecuario demanda 2,1 millones de toneladas de urea en promedio por año. Además, este producto representa el 76% de la comercialización de los fertilizantes nitrogenados, explicó la Bolsa cordobesa.
Respecto a los fertilizantes fosfatados, el de mayor participación es el fosfato monoamónico con el 52% del total y un consumo promedio de 965 mil toneladas por año. El segundo más utilizado, con el 20%, es el superfosfato simple con un consumo promedio de 380 mil toneladas por año. Mientras que con un 17%, el tercero más consumido es el fosfato diamónico, con un promedio anual de 323 mil toneladas. El último puesto queda relegado al superfosfato triple con un uso promedio de 93 mil toneladas anuales.
Consumo en la campaña 2024/25
Según datos de la Asociación Civil Fertilizar, durante la campaña 2024/25 se consumieron 4,8 millones de toneladas de fertilizantes. Si se diferencia el consumo por cultivo, el maíz fue el mayor demandante de fertilizantes con el 38% del consumo total, que se traducen en 1,8 millones de toneladas, seguido por el trigo que demando el 27% (1,3 millones de toneladas), mientras que el 11% lo consumieron los cultivos regionales, entre los que se encuentran algodón, arroz, caña de azúcar, cítricos, frutales (manzano, peral y frutales de carozo), legumbres (maní, arveja, entre otros), papa, tabaco, vid, y otros como nogal, olivo, té, yerba mate, hortícola, forestales y ornamentales. Por su parte, la soja ocupa el cuarto puesto con 406 mil toneladas utilizadas durante la campaña (8%), mientras que la cebada ocupa el quinto puesto con el 7%. Luego de pasturas y verdeo (4%), en el séptimo y octavo puesto se sitúan el girasol y sorgo, con el 3% y 2% respectivamente.
Teniendo en cuenta el grupo químico que interviene en el cultivo, se observa que, en el maíz, sorgo, trigo y cebada el principal fertilizante utilizado es el nitrogenado, con participaciones que van del 60% al 67%. Mientras que, en la soja y el girasol se utilizan mayoritariamente los fosfatados que representan el 92% y 63% del consumo respectivamente.
Comercio exterior
En Argentina, la exportación de fertilizantes en los últimos 15 años promedió los US$ 58,1 millones por año. En 2012, se experimentó el máximo de la serie por un valor de US$ 174,3 millones debido a un conjunto de factores tanto internos como externos. En lo que respecta a los primeros, la producción fue mayor a la demanda interna por lo que los saldos excedentes fueron destinados a otros países, principalmente, a aquellos que forman parte del Mercosur. Mientras que, respecto a los segundos, existía un tipo de cambio competitivo para las exportaciones sumado a la creciente demanda de los países vecinos, como Paraguay, Brasil y Uruguay, lo que generó incentivos para exportar fertilizantes.
Asimismo, el 2024 se consagró como el segundo año más bajo en exportaciones de fertilizantes detrás del 2020, debido a un aumento interanual de la demanda interna en el orden el 8%, reduciendo los excedentes disponibles para comercializar hacia el exterior. Además, los principales países productores, es decir Rusia y China, reactivaron sus exportaciones durante ese año generando una presión bajista en los precios internacionales de los fertilizantes.
En cuanto a las importaciones, en promedio durante los últimos 15 años, se han importado por un valor de US$ 1.225 millones por año, con mínimos en 2015 de US$ 581 millones y máximos en 2022 por US$ 2.742 millones.
En 2015 las cantidades importadas de fertilizantes fue de 1,3 millones de toneladas (el valor más bajo de la serie), debido a una multiplicidad de causas que van desde un consumo interno bajo a una serie de restricciones en la política comercial y control cambiario que impedían la entrada de bienes del exterior, entre los que se encontraban los fertilizantes.
Por su parte, en 2022 las cantidades importadas cayeron un 33% respecto al 2021 debido al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, lo que provocó una caída en las cantidades y un aumento en los precios internacionales, generando un incremento del 20% en el desembolso monetario, situándola como la cifra más alta de la serie.
Considerando el consumo de fertilizante agropecuario y la producción local, se estima la participación de las importaciones en la demanda interna. La misma promedia el 56% para los últimos quince años, con períodos de mayor participación del exterior como en 2023 cuando las importaciones abastecieron el 73% del consumo, y períodos con menor participación como el 2012, cuyo porcentaje rondaba el 42%.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), en los últimos tres años, los principales destinos de los cuales se importan fertilizantes son Marruecos, China, Estados Unidos y Perú. El 81% de los fertilizantes ingresan a través de los puertos de San Nicolás, San Lorenzo y Ramallo.