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"Nunca se vivió esto, pero hoy estamos a la altura de la final"

Ramiro Giraudo, goleador del torneo, aseguró: "Seguimos vivos y vamos a dar todo para dar esa vuelta olímpica en Plaza Ocampo"

La familia Giraudo considera que “todo llega a su debido tiempo”.

De la misma manera que Julio fue multicampeón con Colón y su hermano Ramiro lo acompañó en los gloriosos equipos del “rojinegro”, hoy está en estado de gracia.

En “tierra santa” el delantero no para de hacer goles decisivos, que lo condujeron a ser el máximo artillero del actual torneo Apertura de la Liga Villamariense de Fútbol.

Anotar el único gol de la serie ante Colón, para asegurar el pase de Ricardo Gutiérrez a su primera final, ya es lo suficientemente inolvidable para La Palestina.

Sin embargo, va por más. Luce muy potente, decidido, con confianza para ir al frente. Y su pueblo lanza el grito: “Gordo, Gordo”.

Se seca las lágrimas, que brotan del corazón. Se emociona como los grandes, con humildad. Levanta sus manos y afirma: “No lo puedo creer. Perdón, me emociono por tanto aliento de mi pueblo”.

Romperredes irresistible

Ramiro Giraudo le convirtió en su cancha dos goles a Alem. Es la primera final del “RG” en su historia. El pueblo palestino estalló. “Se dio todo, faltó dar la vuelta, pero nos tenemos fe el próximo domingo”.

Afirma que “fue un momento complicado cuando pasaron a ganar, pero supimos ir a buscar el partido y empatarlo”.

Señala, comparando los dos partidos finales, que “al ser una cancha más chica, estás siempre muy cerca del área. En la cancha de Alem, al ser más grande, costó llegar a los arcos. Los dos fueron partidos igualmente peleados, pero al poder llegar con un pelotazo al área rival, se llegó más”.

Destacó que “la verdad no nos pesó en absoluto ser locales. En todo momento fuimos a buscar el partido, y queríamos darle una gran alegría a nuestra gente en la cancha del club. Es una final. Son aguerridos, meten en toda la cancha, y salió un partido parejo”.

De jugar en Plaza Ocampo dijo: “No hay mucho para cambiar, porque nosotros nos sentimos cómodos jugando en cualquier cancha. Les digo más, no hemos perdido en condición de visitante en todo el torneo. En una cancha neutral, con más razón va a ser igual para los dos equipos”.

“Costó 10 años, pero volvimos”

No es habitual que un pueblo vaya detrás de un equipo. Esa identificación no sólo se logra con triunfos, sino con identidad. “Es una alegría enorme jugar en este equipo para los que somos del pueblo y los que vienen de Villa María lo sienten como propio”.

Señaló que “es impresionante. Nunca se ha vivido esto. Es difícil de manejar, pero es hermoso”.

Los Giraudo sabían que el sueño de devolver al “RG” al fútbol local demandaba un gran esfuerzo. Pero el contagio hizo que se adelantara y, como el efecto de las fichas de dominó, se cayeron todas las barreras que lo impedían en 2021.

La pasión se pintó de azul y amarillo y se encargó de dar rienda suelta a las emociones. “Nadie podía imaginarlo. En tan poco tiempo después de una década sin jugar, llegar a una final”.

Ramiro Giraudo confesó que “la ilusión estuvo latente desde el primer día en que el ‘RG’ dejó de participar en la Liga”.

Agrega que “en cada charla, en cada asado, estaba el debate, el deseo de volver a la Liga. Costó 10 años, pero volvimos”.

“Es increíble y estamos a la altura”

Siempre sincero y frontal, como los Giraudo, sostuvo que “jugar con este marco de gente del pueblo y hacer dos goles en la primera final que juega el club, y en la cancha del pueblo, es soñado”.

La hinchada no se retiraba de la cancha tras media hora: “Olé, olé, olé, Gordo, Gordo”. “Eso es lo impresionante (llora). No se puede creer que la gente de mi pueblo me aliente así. Es soñado hacer dos goles con esta camiseta en la final”.

Intenta recomponerse, pero ese “Tanque de área” cede una vez más ante el aliento que no cesa. “El pueblo te lo agradece todo el tiempo al hecho de estar jugando una final. No se va nadie de la cancha, nos acompañan a todos lados y nos agradecen siempre”.

No puede contener las lágrimas cuando se le consulta si era muy especial jugar en su cancha. “Sí. Le queríamos dar esa satisfacción a la gente que nos apoyó todo el año. El pueblo vivió una fiesta en casa”.

Indicó que “ahora nos prepararemos con toda la ilusión del mundo. En otra ocasión te diría bueno... Vamos a jugar contra Alem... Pero en estas finales demostramos que estamos a la altura y somos capaces de ser campeones de la Liga”.

De sus goles dijo: “Los disfruté mucho, pero me apuré un poquito a definir la última y se me fue. Me quedo con la alegría de seguir vivo en esta serie, con las chances intactas, y vamos a dar todo por esa vuelta olímpica en Plaza Ocampo”.