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Un comienzo como los de antes: ¡A puro folklore!

Las raíces argentinas se vieron representadas de la mejor manera anoche con la música que trajeron al escenario, en la apertura de la fiesta más grande de la ciudad, Los 4 de Córdoba, el “Indio” Rojas, Los Manseros Santiagueños, Los Tekis, Chaqueño Palavecino y Sergio Galleguillo

Con la música que sonaba en las primeras décadas de esta fiesta, traída al escenario de la mano de seis grupos de las más variadas provincias, comenzó anoche el evento máximo de Villa María, el Festival Internacional de Peñas.

Fue larga la espera, pero después de tanto, volvió a latir el Anfiteatro, y lo hizo con las voces que mejor representan a las raíces argentinas.

Los abanicos iban y venían, y el calor se apoderaba del coloso de cemento cuando, de pronto, y bajo una catarata de aplausos, aparecieron los 4 de Córdoba, abriendo lo que parecía ser una noche interminable.

Sobre el escenario, sonaron “Soy cordobés”, la infaltable “Zamba para olvidar”, “Amboé – Merceditas” y “Para Villa María”, canción que acompaña a este Festival en cada apertura.

Ante el público, Victor Godoy, cantante del grupo, dijo:“Qué emoción estar nuevamente. En el segundo o tercer festival que se hacía aquí, ya estábamos nosotros cantando las canciones que hoy volvemos a traer”. Luego, con emoción, aseguró:“Conocemos todos los escenarios de nuestro país, pero este festival me lleva a cuando soñaba”.

Al cierre, el público cantó a viva voz “Que nadie sepa mi sufrir” y “La Oma”.

La noche, en todo momento calurosa, también recibió a “Indio” Lucio Rojas, Los Manseros Santiagueños, Los Tekis, Chaqueño Palavecino ySergio Galleguillo.

El baile no faltó

La primera velada festivalera comenzó a las 20.30 horas con la participación de cinco academias de danza de la ciudad y decenas de bailarines y bailarinas.

Los primeros en salir a escena fueron los danzantes de la Agrupación Patria y Danza y de la Academia Recreación, Arte y Malambo, esta última dirigida por Cesar Torres, Victor Torres y Stefanía Lescano.

Más adelante hicieron lo propio la Escuela de Danzas Aisha Ra, que funciona hace 23 años en barrio San Nicolás, y El Remolino, situada en barrio Almirante Brown y conducida por Damián Arce y Anabella Armano.

En el centro de la escena también estuvieron los integrantes del ballet oficial de la Agrupación Folklórica Villa María.

Durante toda la noche, no hubo momento en el que no sonara una melodía, y cada intervalo entre los números musicales fue apropiado por la siempre presente Orquesta Estable del Festival de Peñas, dirigida por Raúl “Kuki” Soria.

La apertura de Leo Roganti

Esta edición es especial por muchos motivos. Uno de ellos tiene nombre y apellido:Miguel Borsatto, maestro de ceremonias que cumplió 50 años conduciendo el Festival y que este año anunció que ya no iba estar. En su lugar, sin bajar la vara, estuvo el periodista Leo Roganti, quien en su saludo a todo el público no se olvidó de su colega y amigo, Borsatto.

“Villa María, es hermoso encontrarnos aquí, en el Anfiteatro Municipal. La ciudad saluda desde el corazón de la República Argentina a todo el país, a todo el mundo”. Esas fueron las primeras palabras que soltó Roganti como presentador.

En su alocución, también evocó a la emotividad: “Hubo personas que soñaron con este Festival. Permítanme que salude al cielo a Juan Carlos Quaglia (fallecido hace algunas semanas)”.

Metiéndose en lo que más adelante iba a pasar, y mientras de fondo sonaban los aplausos, Roganti enfatizó: “En esta noche icónica, el folklore viene a pisar fuerte. Ya llegará el momento para el cuarteto, el pop, la cumbia, pero aquí estamos, Villa María. Buenas noches y bienvenidos al Festival de Peñas”.

Participando de la conducción, también estuvo la locutora Agustina Vivanco.

Además, fue fundamental, como cada año, la alegría y el humor que le puso a la noche Nazareno Mottola, quien ofició de animador.